Para el economista y catedrático, Francisco Catalá Oliveras, Puerto Rico ha dormido 'el sueño de los justos' por decadas y la crisis económica que se agudiza con la llegada de una Junta de Control Fiscal es simplemente el desenlace de una economía disfuncional que ha puesto de manifiesto la debilidad institucional del gobierno.

Durante su charla 'Puerto Rico ante la incertidumbre', ofrecida en el Colegio de Arquitectos y Arquitectos Paisajistas de Puerto Rico (CAAPPR) el jueves, el experto economista disertó sobre la situación económica de la Isla y aseguró que desde su concepciónel diseño económico de Puerto Rico fue ineficiente.

'La incertidumbre que hay en Puerto Rico, que claro, es una incertidumbre económica, está aderezada por una incertidumbre política. La contracción económica que lleva diez años afectando la economía local, pero que esta ha sido precedida por un relativo estancamiento que lleva ya 45 años, desde la década de 1970 y esta, a su vez, fue antecedida por un crecimiento económico con gran emigración, que no la podemos catalogar como un éxito. En todos los momentos económicos de Puerto Rico, aún en los llamados buenos momentos, Puerto Rico ha estado en crisis, un mercado laboral disfuncional, con altas tasas de desempleo y bajas tasas de participación laboral. Y cuando digo bajas tasas de participación laboral es que los que están empleados o los que están activamente buscando empleo, son pocos comparados con el grueso de la población', explicó.

Para colocar en perspectiva las causas de la debacle económica,Catalá Oliveras utilizó la analogía de quien intenta construir una casa de muñecas con solamente la disponibilidad de un martillo como única herramienta de trabajo.

'Si la única herramienta que tienes disponible es un martillo, nada más, te garantizo que si logras hacer la casa, te va a quedar desvencijada, por qué?, porque no tenías los instrumentos adecuados, solamente un martillo. Ahora, Puerto Rico, qué instrumentos institucionales tiene? Se supone que deba tener un gobierno coherente con una clara delimitación política. Lo ha tenido? No. Se supone que tiene que tener relaciones internacionales, tratados internacionales, vínculos. Los tiene? No. Lo único que Puerto Rico ha tenido ha sido un martillo. Y, cuál es ese martillo? La exención contributiva. Si solamente tienes el martillo muy probablemente vas a estar pidiendo clavos constantemente', aseguró.

'Ahora mismo lo que está haciendo la Coalición del Sector Privado en el Congreso es pidiendo una ventaja tributaria y aquí, qué se hace? También extender exenciones contributivas. Esos son los clavos que pedimos constantemente. Mira el sistema fiscal que tenemos. Por un lado se conceden exenciones contributivas, pero como se conceden esas exenciones, se erosiona la base fiscal entonces, el gobierno se queda sin fondos y ahí es que empiezan a improvisar mecanismos tributarios para allegar fondos. Pero son parchos, que si la 'crudita', que si el 'refrezcaso', eso ha sido así siempre. Tenemos un sistema económico disfuncional', añadió.

El experto aseguró que a consecuencia de esta práctica, Puerto Rico ha culminado con una grave disfuncionalidad tanto en la clase empresarial, la asalariada y un gobierno impotente.

'Por tal camino hemos culminado con una clase empresarial débil, poco emprendedora y especializada en cacería de rentas, es decir, en búsqueda de privilegios. Una clase asalariada débil, disminuida y pobremente organizada; y una masa de personas creciente, fuera del mercado laboral cada vez más enajenada. Un gobierno fiscalmente sofocado y a todas luces impotente. Ahora a todo esto se suma la Junta de Control Fiscal', sentenció.

Catalá Oliveras indicó que la Junta de Control Fiscal no va a ser una herramienta para ayudar a mejorar la economía local ya que no viene a promover un desarrollo económico, y aseguró que su nombre correcto debería ser otro.

'Yo no la llamaría Junta de Control Fiscal, porque técnicamente es una Junta Imperial de Control Territorial que tiene tres dimensiones; la política, que es en la que se fundamenta la Junta basados en la Cláusula Territorial cuando dice que ‘el Congreso podrá disponer y promulgar todas las reglas y reglamentos necesarios en relación con el territorio o cualquier propiedad perteneciente a los Estados Unidos'; la reestructuración de la deuda y el control fiscal, que no es otra cosa que austeridad', dijo.

'La reestructuración de la deuda es un imperativo, no obstante la estabilización fiscal independientemente del camino que se escoja para lograrlo, tiene que acompañarse de un plan de desarrollo si no queremos desembocar en la inanición o en la más absoluta de las dependencias. No se puede dejar en el tintero, tal y como lo hemos dejado, la reforma fiscal integral, la reorganización gubernamental, el plan educativo, el plan universal de salud e inclusive la posibilidad de un plan universal de retiro, para mencionar solo algunas áreas. Aquí ha quedado todo a la deriva, sin que nadie les dé seguimiento', concluyó.