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SAN JUAN WEATHER
La Calle

No se olvidan de dar gracias

Familias que fueron seriamente afectadas por los terremotos en el Suroeste se sienten afortunados, a pesar de la tragedia

Reilly Rodríguez y Erica López perdieron su casa y su lugar de trabajo durante el terremoto de enero. Diez meses después, dan gracias por todas las beniciones que han recibido.
Foto: Suministrada

Como muchas familias en la zona sureste del país, la vida de Erica López y su esposo Reilly Rodríguez, de Yauco, cambió para siempre en apenas unos segundos, luego de los terremotos que sacudieron esa región en enero de 2020.

Perdieron su casa y su lugar de trabajo, Radio Yaucana TV (www.radioyaucanatv.com), una emisora de televisión digital que por los pasados cuatro años había servido bien a su comunidad. Nada de lo que tenían, tan siquiera su ropa, pudieron recuperar a tiempo, y en un abrir y cerrar de ojos, se quedaron sin nada.

“En ese momento, nuestro año acabó. Perdimos todo, y cuando digo que perdimos todo, es todo”, enfatizó López, quien todavía se afecta emocionalmente al recordar cómo su casa se vio tan afectada que tuvo que abandonarla y jamás volver a ella.

Ese mismo 7 de enero tenían previsto estrenar nuevo equipo e inaugurar una nueva programación en la primera planta de su estructura, desde donde transmitían su programación.

Pero los sismos que iniciaron el día seis y finalmente el gran terremoto del 7 de enero acabaron con sus planes.

Sin embargo, casi un año después y a pesar de todas las dificultades que enfrentaron en los meses subsiguientes, hoy todavía Erica y Reilly tienen muchos motivos para dar gracias.

Y es que, en medio del dolor que enfrentaron al ver cómo el esfuerzo de tantos años literalmente se derrumbaba, lo primero que decidieron hacer fue tirarse a la calle, no a pedir ayuda, sino a ayudar a otros que, como ellos, también lo habían perdido todo.

“A través de la emisora nos contactaron muchos amigos y seguidores para enviarnos ayuda y decidimos repartir todo lo que podíamos. Nos fuimos por los barrios a ayudar a otra gente. Ahí encontramos mucha de nuestra fortaleza”, contó López, todavía con voz entrecortada.

“La gente nos decía: ‘¿Por qué tú me ayudas a mí, si tú también lo perdiste todo?’ Pero en ese momento era nuestra forma de enfrentar todo lo que estábamos pasando”, recordó.

Tras el sismo, comenzaron a retransmitir sus programas de televisión y radio bajo una carpa.
Foto: Suministrada

Por seis meses vivieron en casa del papá de Reilly, hasta que poco a poco lograron conseguir una nueva casa. Gracias a comerciantes amigos colocaron una carpa en la calle para reanudar la programación en su emisora, que se convirtió en el enlace entre las agencias gubernamentales y los damnificados en Yauco y toda la zona suroeste.

Ahora, a través de la entidad sin fines de lucro Causa Local, la arquitecta Carla Gautier y la firma Konti Design, consiguieron la ayuda necesaria para volver a levantar su emisora. La inauguración está pautada para el próximo 1 de diciembre.

“Hemos sido más que bendecidos y en estos días, que la gente da las gracias, nosotros tenemos mil razones para hacerlo. Ha sido uno de los momentos más difíciles de mi vida, pero a la vez ha sido el momento de más gratitud que yo he vivido en estos meses. Hay que vivir en gratitud porque todo llega. En el momento, es normal que uno flaquea, pero a la larga, todo llega”, subrayó López.

Una familia agradecida.

En San Germán, la familia Castillo Santana también tiene razones para dar gracias. Los terremotos que principios de año igualmente hizo estragos en su casa, en el barrio Sabana Eneas. Desde entonces, viven en una residencia cuyas columnas se vieron seriamente afectados, que el agua se cuela con facilidad por el techo y con la constante tensión de que, en cualquier momento, su casa se les viene abajo.

Sin embargo, no todo ha sido desesperanza.

“Yo siento que tengo que dar muchas gracias porque hay mucha gente que lo ha perdido todo. Muchos pequeños comerciantes han tenido que cerrar. Nosotros tenemos trabajo y nos van a hacer una casa nueva”, comentó Milagros Santana Mariot, madre de tres hijos y artesana.

La Familia Castillo Santana también agradecen por estar vivos y siempre unidos.
Foto: Suministrada

En efecto, a través del Programa R3, adscrito a los fondos CDBG y dirigido a los damnificados por el huracán María y los terremotos, le aprobaron $170,000 para demoler la casa actual y construir una nueva.

Pero, además, su taller de trabajo, Milly Mariot Art, se ha mantenido activo. Las personas la contactan a través de su página de Facebook para ordenar mascarillas, sombreros, gorras, ropa y zapatos pintados a mano.

“La gente me sigue llamando y ordenándome trabajos a pesar de la pandemia y por eso tengo que dar gracias. Además, mi familia y yo tenemos salud. Hace un año jamás pensé que estaría así. Estaba deprimida y no sabía qué iba a pasar con nosotros, pero al final, había cosas mejores para nosotros”, afirmó.

Por lo pronto, Milagros y su familia se mudarán a una casa alquilada en lo que construyen su nuevo hogar, que debe estar lista en unos meses. Pero antes, aprovecharán este fin de semana para, juntos, dar gracias a la vida, que entre tanta dificultad, los mantiene juntos.