Siguen expandiéndose las protestas en países árabes
Las manifestaciones no dan tregua en el mundo árabe y se extienden a diferentes ciudades de cada vez más países de la región del medio oriente. Al menos dos muertos se han registrado en Omán mientras se propagan las manifestaciones en Líbano y Argelia puso sus fronteras en estado de alerta militar.
Los dos manifestantes murieron en Omán cuando la policía intentaba dispersarlos usando gases lacrimógenos y balas de goma. Varios cientos de personas se congregaron por segundo día consecutivo en la ciudad industrial de Sohar, a 200 kilómetros al norte de Mascate, para reclamar puestos de trabajo y reformas políticas, según informa el diario español El País.
El rotativo señala que la protesta constituye un 'inusitado signo de descontento en este apacible país', situado en el extremo sureste de la península Arábiga y que, junto a Irán, controla el estrecho de Ormuz.
Como otros líderes de la región, el sultán Qabús, que desde hace 40 años gobierna Omán con poder absoluto aunque benevolente, intentó adelantarse al posible malestar de sus súbditos tras las revueltas de Egipto y Túnez . A mediados de febrero, elevó a 380 euros el salario mínimo para los nacionales en el sector privado, un 43% de subida. La semana pasada, anunció la creación de un organismo de protección al consumidor, ayudas financieras para los funcionarios y un aumento de la asignación para los estudiantes universitarios. Finalmente, el sábado remodeló el Gobierno.
Sin embargo, todos esos gestos han resultado insuficientes para evitar la protesta de los omaníes. Aunque por ahora su alcance es limitado, no tiene precedentes en este país de 3,2 millones de habitantes, un tercio de los cuales son inmigrantes. El sultanato, el estado independiente más antiguo del mundo árabe , siempre ha hecho gala de estabilidad y logró evitar la violencia islamista que castigó a algunos de sus vecinos. Parte del éxito parecía el resultado de sus escasos depósitos de petróleo. Su desarrollo se ha hecho a una escala más humana y con gran respeto a la tradición.
No muy lejos de las fronteras tunecinas, en la fronteriza Argelia, se ha declarado el estado de alerta militar en previsión de que soldados desertores del Ejército libio o las milicias partidarias de Muamar el Gadafi intenten penetrar en territorio argelino o introducir material militar.
Las provincias surorientales de El Ued e Illizi han sido reforzadas con milicianos y agentes de la Gendarmería Nacional y de la guardia fronteriza. Además, los controles se han intensificado en los puestos situados en la frontera y en las carreteras de esas dos regiones desérticas del sureste argelino.
Hasta Líbano han llegado también los ecos de las protestas, donde la gente también ha salido a la calle. Cientos de libaneses han protestado hoy en Beirut contra el sectarismo político que vive el país, según informa Reuters. En las calles de la capital libanesa, se podían ver carteles en los que se pedía el fin del régimen.
Líbano está gobernado por un delicado sistema de poder compartido que mantiene la balanza entre las distintas sectas del país. Tras sufrir una guerra civil durante 15 años que terminó en 1990 y dejó unos 150.000 muertos, la violencia sectaria ha amenazado la frágil estabilidad del país. Los manifestantes demandan, según sus consignas y pancartas, 'un estado secular, civil, democrático y socialmente justo'.