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De origen puertorriqueño pistolero de tragedia en Ft. Hood

Al menos cuatro personas murieron, entre ellas el presunto atacante, y otras 14 resultaron heridas, algunas de extrema gravedad, en un tiroteo en la base militar de Fort Hood, Texas, una de las mayores de EE.UU. y que en 2009 vivió otro trágico episodio que dejó 13 muertos y 30 heridos.

Así lo explicó en rueda de prensa el presidente del Comité de Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes, el republicano Michael McCaul, quien precisó que el presunto atacante vestía uniforme militar de Estados Unidos, aunque no se sabe todavía si estaba en activo.

Aunque medios como NBC han identificado al atacante como el soldado Iván López, de 34 años y origen puertorriqueño, el teniente general Mark Milleyafirmó que se conocía su identidad pero no quiso revelarla.

Milleyconfirmóque el atacante se suicidó y que se conocía que atravesaba problemas siquiátricos y psicológicos, com ansiedad, por lo queesperaba confirmarse unsíndrome de stress post traumático (PTSD, por sus siglas en inglés).

Iván López (Facebook)

NBC también aseguró que López perteneció a la Guardia Nacional en Puerto Rico y diversos medios de prensa en la Isla han precisado que era natural de Guayanilla. Milley sólo indicó que sirvió cuatro meses en Irak para el 2011, y que había sido trasladado en febrero de otra base.

Se supo que todas las víctimas y heridos pertenecen al personal militar.

El canal local de televisión KCEN citó fuentes que identifican al atacante como un hombre vestido con un uniforme de combate militar, que llevaba un arma de calibre 45 y conducía un vehículo.

Agentes de la Oficina del Aguacil del condado, del FBI y del Departamento de Seguridad Pública de Texas acudieron a la zona para acordonar el perímetro de la zona, añadieron los medios locales.

La primera llamada de alerta fue a las 16:30 horas de la tarde y a las 17 horas las autoridades de la base hicieron un tuit de alerta para que todo el personal tomará refugio y sus operarios se movilizaran ante la alerta.

Advirtieron también a los militares de que cerraran puertas y se mantuvieran alejados de las ventanas, y a los estudiantes del campus de la zona de que evacuaran las aulas.

Los militares recibieron órdenes para que apagaran los teléfonos móviles, según testimonios recogidos por los medios locales, lo que se explica para que no saliera información de la base y las primeras investigaciones quedaran garantizadas.

Durante las horas posteriores, familiares de los militares se concentraron en una de las entradas de base, en el centro de visitantes, a la espera de noticias y con el recuerdo todavía latente de otro tiroteo registrado en esas mismas instalaciones militares que en 2009 causó 13 muertos y más de 30 heridos.

Poco antes de las 9:00 de la noche hora local, el bloqueo de la base fue levantado.

NotiCel intentó comunicarse con la oficial de relaciones públicas de la Guardia Nacional, Michelle Torres, para descartar o confirmar la nacionalidad del atacante, sin embargo la gestión no rindió fruto.

La tragedia de 2009, todavía reciente en la mente de los habitantes de esta base de 53,400 habitantes, marcó las primeras reacciones políticas.

'Cualquier tiroteo es preocupante. Obviamente este ha reabierto el miedo por lo que ocurrió en Fort Hood hace cinco años. Estamos devastados de que algo así quizás haya ocurrido de nuevo. No quiero comentar los hechos hasta que no sepamos exactamente qué ocurrió', dijo el presidente de EE.UU., Barack Obama, desde Chicago, donde participa este miércoles en varios actos.

Añadió que 'no sabemos todavía qué es lo que ha pasado, pero obviamente la sensación de seguridad se ha vuelto a romper una vez más. Necesitamos saber exactamente qué ocurrió'.

El secretario de Defensa, Chuck Hagel, aseguró en una rueda de prensa en Hawai que se trata de 'una tragedia terrible'.

'Sabemos que hay muertos y heridos, pero no tenemos todos los detalles de los hechos, están bajo investigación', indicó el jefe del Pentágono, que aseguró que 'obviamente, cuando tenemos este tipo de tragedias en nuestras bases, eso quiere decir que algo no funciona'.

La base militar de Fort Hood es una de las más grandes del país y a la que llegan de regreso los soldados que han cumplido servicio en Afganistán, fue escenario, en noviembre de 2009, de una matanza de trece personas por parte de un psicólogo militar musulmán.

*Parte de la información fue publicada a las 6:45 p. m.