Un hombre de nacionalidad chilena habló con CNN en Español sobre la pesadilla que vive a bordo del crucero Diamond Princess, se suponía dar un tiempo vacacional tanto a el como a su esposa.

Se trata de José Luis Muñoz, quien junto a su esposa disfrutaba la travesía que lo llevaría a conocer el sudeste asiático sin prever que una persona infectada de coronavirus cambiaría el panorama de sus vacaciones.

Según contó, el crucero inició en Tokio pero no fue hasta la parada de Hong Kong cuando los trabajadores del crucero se percataron de que la persona, que no fue identificada, padecía coronavirus. Las autoridades del barco lo hicieron bajar, sin embargo, eso no frenó la situación.

Al momento, ya hay confirmados 61 personas infectadas a bordo del barco. La situación ha provocado que los pasajeros, entre ellos Muñoz y su esposa, se encuentren encerrados en sus habitaciones sin poder siquiera salir a buscar alimentos. Tampoco les permiten bajarse del barco.

'No podemos salir de las habitaciones y la comida la trae gente con barbijos, guantes y preparados sanitariamente. Te dejan el alimento, abrimos la puerta y sacamos los platos vacíos', narró el hombre a CNN en Español.

Asimismo, expuso que las instrucciones de las autoridades japonesas son que el barco no puede atracar en ningún momento, por lo que deben permanecer en alta mar. Esas instrucciones ponen en incógnita aguda el futuro de las más de 3,000 personas que se encuentran en el barco.

'Tienen protocolos muy exigentes. La autoridad sanitaria japonesa prestó mucho apoyo, pero las exigencias son drásticas y el buque no puede estar atascado con personas contagiadas; debe estar en alta mar', explicó también.

Al momento, el crucero continúa en alta mar, sin tener constancia de cuándo podrán bajarse los pasajeros que no han presentado ningún tipo de síntoma.