Más de 10, y por lo menos desde enero, los muertos en Hospital UPR Carolina (documento)
Un informe interno del Departamento de Salud (DS) delata que las muertes en el hospital de la UPR en Carolina de personas infectadas con una bacteria multiresistente a medicamentos es mayor a las 10 que divulgó el DS y que los fallecimientos están ocurriendo desde por lo menos enero, aún despues de que supuestamente se tomaran medidas correctivas, según una copia del informe obtenida tras la renuncia ayer del secretario de Salud, Francisco Joglar.
El contenido del informe pone en perspectiva la mezcla de conductas que abonaron a esta racha de muertes sospechosas. Por un lado, el silencio de Salud que por meses mantuvo oculto al público el problema mientras el hospital seguía admitiendo pacientes, y, por el otro, la incapacidad del hospital para controlar el brote tomando las medidas más básicas de higiene y prevención clínica.
La investigación hecha en julio concluyó que luego que se detectara un brote bacteriológico en enero, hubo un aumento en los casos de infecciones relacionados a bacterias multiresistentes a medicamentos, que incluían la Acinetobacter baumannii, a pesar de que el hospital tomó medidas necesarias de control, vigilancia y notificación obligatoria.
En cuanto a los pacientes infectados, que del informe se desprende totalizaron 25 entre enero a junio, se dijo que 'la revisión detallada de los casos de infección reflejó que todos tenían múltiples factores de riesgo para adquirir infecciones con bacterias oportunistas multiresistentes'.
Del total de pacientes infectados con la bacteria, 14 fallecieron entre enero y junio. El informe no dice que la Acinetobacter baumannii, fue responsable de las muertes de pacientes infectados con la misma. No fue hasta la semana pasada que el DS admitió sólo 10 muertes. Las bacterias, según una cronología de eventos que hace el informe, no sólo se propagaron a pacientes sino que se detectaron en empleados del hospital.
De hecho, Juan González, presidente interino de la Facultad Médica del Hospital, destacó en una carta que la Acinetobacter baumannii se puede encontrar en la flora natural de cualquier paciente saludable. González recalcó que tanto el DS como el Centro para el Control de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) no encontraron una correlación entre la bacteria y la muerte de pacientes en el hospital. También destacó que el hospital siguió el protocolo establecido, pero el informe dice que, en rondas de inspección hechas el 3 y 19 de julio todavía se notó incumplimiento por parte del personal sobre las medidas de prevención.
La investigación hecha por dos enfermeras de la División de Instituciones del DS surgió de una querella anónima que denunciaba que habían ocurrido 100 muertes en el hospital debido a que el personal de enfermería no seguía estándares de control de infecciones en el manejo de pacientes, limpieza de habitaciones, camas de pacientes de alta y máquina de diálisis. 'Admiten pacientes sin desinfectar adecuadamente las áreas. Colocan pacientes postquirúrgicos junto con pacientes contaminados. Personal de enfermería con uñas largas y excesos de prendas. Estas prácticas inadecuadas de cuidado a pacientes han producido un brote de Acinetobacter baumanni, afectando a más de 100 pacientes con la bacteria', dice el informe acerca de la querella.
Las enfermeras Dilia E. Fortis y Yanira Purcell inspeccionaron el hospital, revisaron expedientes de personal de limpieza, enfermeras, informes de mortalidad, verificaron que la planta física tuviera un ambiente libre de riesgos de cruce de infecciones y otros.
Las víctimas
El informe incluye una descripción de los pacientes infectados según un reporte del hospital. Del informe se desprende que los 14 pacientes que contrajeron la bacteria en el hospital y murieron tenían condiciones de cuidado.
A modo de ejemplo, uno de los pacientes que falleció era un hombre de 82 años que tenía anemia y estaba entubado.
Otra de las muertes fue el de una mujer de 58 años que fue admitida en marzo con diagnóstico de pulmonía y encefalopatía hepática. La mujer fue diagnosticada con la bacteria el 20 de marzo y murió dos días después. También murió otra mujer de 79 años que había entrado al hospital el 16 de marzo con celulitis complicada y diabetes tipo 2. Se le detectó la bacteria el 1ro de abril y murió el 4 de abril.
No obstante, hubo pacientes con condiciones serias que contrajeron la Acinetobacter baumannii pero fueron dados de alta. Uno de estos fue un hombre de 63 años que fue recluido con diabetes, fallo respiratorio y encefalopatía metabólica.
Según la cronología de eventos, las enfermeras a cargo de la investigaron, hicieron visitas al hospital el 3 y 19 de julio. Ya desde enero el hospital había impartido un plan de vigilancia de control de infecciones que incluía eliminar prendas en exceso así como uñas largas o acrílicas, el lavarse las manos y otras medidas de prevención.
El 27 de febrero luego de un análisis de cultivos, se detectaran unos 12 casos de la bacteria y se hizo reunión con el personal para enfatizar los programas de higiene. Aunque entre el 8 y 12 de marzo se reportaron cuatro muertes de pacientes fallecidos con infecciones nosocomiales asociadas al uso de dispositivos como los de ventilación mecánica, no fue hasta el 21 de marzo que el hospital fue puesto en vigilancia epidemiológica.
A pesar de que se tomaron medidas más estrictas de higiene y monitoreo de pacientes ya para el 25 de marzo, el total de muertes de pacientes que contrajeron la bacteria subió a seis. En esa fecha se comenzaron cultivos semanales a todos los pacientes de la unidad de intensivo. Al día siguiente, se reubicaron los pacientes fuera de intensivo para limpiar el área y se tomaron muestras de cultivo del ambiente. Se contrató a una compañía para realizar la desinfección del área de intensivo.
En abril se realizaron vigilancias para detectar médicos que no tomaban medidas para controlar la propagación de las bacterias. También se prohibió la entrada de vehículos con material médico quirúrgico que los llevan a distintas áreas del hospital.
En ese mes, funcionarios del hospital cambiaron el desinfectante para erradicar las bacterias. También se implantaron medidas más agresivas para limpieza de máquinas y desinfección de unidades clínicas.
Aunque se continuaron con los refuerzos educativos de vigilancia y prevención, el 24 de mayo se identificaron deficiencias en la unidad de cuidado intensivo para controlar infecciones por la falta de cumplimiento de personal de enfermería.
Según la cronología de eventos que se hace en el informe de investigación, el 3 de junio se realizaron cultivos a 93 empleados en todas las unidades clínicas y el 23% dieron positivo para diferentes bacterias como el mrsa, citobacter koseri, klebsiella pneumonia y stafilococos aurerus. Los empleados fueron enviados al Fondo de Seguro del Estado y tratados en el hospital.
En junio, se cambiaron los filtros del sistema de aire, se tomaron cultivos ambientales, se reubicó la unidad de diálisis y se estableció una nueva unidad de intensivo en el quinto piso del hospital.
Falta de cuidado e higiene
El 26 de junio, Joglar se reunió con la administración del hospital y les dejo saber que la situación del hospital era una crítica. La administración advirtió a los empleados de sala de emergencia y de intensivo que se tomarían sanciones contra el personal que no cumpliera con las medidas del control de infecciones.
No obstante, durante una ronda el 3 de julio, hecha por las dos enfermeras que hicieron la investigación, se encontraron deficiencias en 'áreas de no vigilancia'
Por ejemplo, se encontraron potes de color marrón para colecciones de orina en baños del quinto piso; se observaron urinales en el piso de algunas habitaciones; e inodoros llenos de orina sin descargarlos. También se encontró un paciente que había sido operado, en una habitación con un aire defectuoso que echaba agua y las enfermeras no lo habían cambiado de cuarto para evitar que el ambiente húmedo lo afectara.
'Se observó algunas enfermeras del quinto piso y sala de emergencias con prendas no autorizadas', dice el informe.
Aunque se detectó el cumplimiento en general del hospital con las medidas de prevención, hubo algunos incidentes. Por ejemplo, el 18 de julio se detectó que personal de Rayos X no limpio una máquina luego de tomarle una placa a un paciente. El hospital tuvo que orientar al personal.
El 19 de julio, se detectaron tres casos nuevos de infección. Uno de ellos, no obstante, resultó ser una muestra contaminada.
Una enfermera epidemióloga, Ana Caraballo, analizó los casos de muestras contaminadas y la forma en que se toman las muestras. 'Al observar el terapista realizando los cultivos de esputo observaron que coloca el recipiente de la muestra sobre la cama del paciente y no le coloca ninguna protección o no crea un campo limpio mientras está recogiendo la muestra', dice el informe.
A pesar de los incidentes, el informe concluye que el hospital se esforzó en controlar el brote. 'Existe evidencia documentada que refleja todos los esfuerzos del personal administrativo, clínicos y médicos están realizando para prevenir, controlar y erradicar del hospital las bacterias multiresistentes', dice el informe.
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Investigación Salud Hospital UPR Carolina - NotiCel_3992