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Tribunales

Áurea Vázquez solo habló del caso con la Policía una vez

Fue citada cinco veces

Antes de que Áurea Vázquez Rijos se casara con el canadiense millonario Adam Anhang comenzó a mover sus fichas para dar con un gatillero, por lo que se habría acercado en dos ocasiones al empresario Alexis García Milonet, reconocido en Condado por ser el dueño del famoso restaurante Pinky's.

'Ella me preguntó bien claramente si conocía un gatillero', declaró García Milonet, septimo testigo de la Fiscalía en el juicio por asesinato por encargo que se lleva contra Vázquez Rijos, y su hermana Marcia Vázquez y la ex pareja de esta, Jose Ferrer, por delitos relacionados.

El hombre detalló que en ese momento se encontraban en el Hotel Caribe Hilton y ya habían comenzado una 'relación física' en enero de 2005 que terminó pocos meses despues.

'Pense que era una conversación de almohada, no lo tome en serio', apuntó.

Meses despues, dijo, Vázquez Rojos repitió la pregunta pero en esta ocasión por telefono.

'Me preguntó que si conocía a un gatillero y le dije que no. Ya me había distanciado un poco de ella, pense que estaba un poco fuera de sí. Me sentía incómodo', reconoció.

Durante su relato, contó que en el verano de 2005, la acusada lo llamó para pedirle $25,000 'para negocios'.

'Le dije, pues pídeselos a Adam, y me dijo que el no podía saberlo', abundó.

Tambien relató el día en que la acusada de conspirar para asesinar a su esposo le insistió a que fuera a una reunión de negocios, ya que quería que el se sumara a su restaurante Pink Skirt, asistió al encuentro que catalogó como 'surreal' aunque no estaba interesado en el negocio.

'Había más personas que parecían actores que la estaban haciendo lucir bien, alabándola todo el tiempo. Me ofrecieron champán, y ella se llevó un cigarrillo a la boca, y su hermano se lo prendió. Era surreal', dijo.

García Molinet dijo que la conoció como Auri Dominicci y que vivían en el mismo vecindario de Condado. La veía constantemente con Adam y dijo que en la residencia había constante movimiento.

Tambien señaló que cuando el negocio Pink Skirt comenzó operaciones, tuvo que llamarla al telefono para reclamarle por derechos de marca, ya que había hecho el logo y utilizado los mismos colores de Pinky's.

'Era como si a la mala quisiera que yo estuviera ahí', dijo.

Posteriormente, cuando las primeras imágenes del cadáver del empresario canadiense Adam Anhang fueron expuestas como evidencia en el juicio contra quien fuera su esposa, el silencio arropó la sala y se oyeron sollozos.

Estos provenían de parte de la acusada de asesinato por encargo, quien hasta hoy había lucido inexpresiva ante los relatos y muy atenta a los datos de los testigos. Áurea se encorvó, puso las manos en su cara, y comenzó a sollozar, mientras se llevaba a su espalda la mirada punzante del papá de la víctima, Abe Anhang.

En las pantallas de la sala se proyectaba el cadáver de Adam tirado sobre los adoquines de la esquina San Justo y la calle Luna, despues de haber sido brutalmente agredido con un cuchillo. Las imágenes fueron provistas por el equipo de Ciencias Forenses y grabadas el fatídico 22 de septiembre de 2005, cuando Adam tuvo su encuentro con la muerte.

El detalle de las heridas, el dinero, las pertenencias y el arma homicida las brindaba el agente Reynaldo Martínez, de la División de Homicidios de la Policía de Puerto Rico, quien llegó esa noche a la escena.

El juez federal Daniel Domínguez solicitó que las crudas escenas fueran mostradas de forma breve, solo para el interrogatorio necesario, pero fue suficiente como para que se viera afectado a Anhang, padre.

Adam yacía de lado, mostraba una herida contundente en la cabeza, y heridas profundas en el cuello y otras partes del cuerpo. Cerca de su cintura estaba su cartera, con identificación y dinero en efectivo.

Además, estaba su pasaporte. Martínez tambien detalló que tambien estaba una cartera de mujer, con un cheque en blanco, un lápiz labial y una tarjeta ATH con el nombre de Áurea Vázquez Rijos.

Anhang padre tuvo que bajar la vista en varias ocasiones, y cuando se movía hacia el frente para mirar a Áurea, era consolado por una acompañante.

El relato del agente prosiguió hasta el momento en que llegó al dispensario en donde atendían a Vázquez Rijos por sus heridas.

'Le pregunte a una enfermera si habían llevado a una dama herida en San Juan y me dijo que sí. Cuando llegue al 'counter' (mostrador), me señaló quien era y estaba con otra joven. Áurea estaba acostada y la dama estaba hablando con ella. Me voy acercando, la dama me mira y se despide, y se mantiene en silencio. Me identifico como agente investigador y la dama cierra los ojos y no quiso hablar', dijo. 'Decidí marcharme para hacer el informe', añadió.

De cinco citaciones que fueron entregadas a Vázquez Rijos para ser entrevistada por los investigadores, solo pudo ser interrogada en una ocasión y tuvo que ser presionada por el agente investigador Jose Miranda.

Esto ocurrió el 24 de septiembre de 2005, mientras aún estaba recluida en el Centro Medico de Río Piedras, donde fue atendida por sus heridas, cuando aún lucía ante las autoridades como una de las afectadas en el violento ataque ocurrido en el Viejo San Juan.

La cronología de eventos fue ofrecida por el propio agente Miranda, quien figuró como el decimo testigo de la Fiscalía en el juicio que cumple su cuarto día en el Tribunal federal.

Miranda recibió en sus manos el caso del asesinato de Anhang la mañana del 23 de septiembre, cuando se reportó a su trabajo en el Cuerpo de Investigaciones Criminales (CIC) de San Juan. Ese mismo día llegó hasta el Centro Medico para hablar con la acusada pero no lo logró, así que se fue hasta el Regency Hotel, en el Condado, despues de recibir una llamada de Roberto Cacho, socio en aquel momento de la víctima, quien le habría dicho que tenía información relacionada al caso.

A su llegada al hotel del Condado, en donde ubicaban las oficinas de Anhang y Cacho, recibió unos documentos de su parte y luego el mismo Cacho le advirtió que alguien intentaba llevarse el carro de Adam. En ese momento, dijo, vio a Jose Ferrer quien trataba de llevarse el auto Porshe Cayenne del hotel. Tambien dijo que Marcia estaba saliendo en ese momento del apartamento y tenía unas pertenencias en sus manos.

'Me identifico como agente a cargo de la investigación del caso de Adam. Tenía dos telefonos celulares en la mano, un cargador, las llaves del apartamento y un disco compacto. Le pregunte que de quien eran los telefonos y me dijo que de Adam y Áurea. Le dije que me los entregara porque eran parte de la investigación del asesinato y ella me los entregó', señaló.

El 24 de septiembre le informaron que habían arrestado a un deambulante de nombre Gilberto Bruno Rosa, a quien relacionaban con el caso. Así que se dirigió nuevamente al hospital a hablar con Áurea.

'Le dije que había una persona detenida y no me quiso hablar de primera instancia. Le dije que necesitaba su cooperación porque había una persona arrestada y me da la entrevista', contó.

En esa conversación, detalló, Áurea le habló de dos sospechosos: 'una era una bucha, y la otra persona era prieta, alta, con tatuajes en los brazos y llagas en las manos, y una grande en el dedo pulgar. Dijo que tenía una t-shirt negra o azul marino, pantalón oscuro roto y tenía apariencia de usuario'.

Según el relato, solo ese último fue quien atacó. De la persona descrita como 'bucha' no ofreció más detalles, dijo Miranda.

El agente dijo que tenía tres testigos y ninguna de las descripciones concordaban con la ofrecida por Áurea. Además, declararon que el sospechoso tenía manga larga.

'Me llamó la atención porque ella estaba en el lugar de los hechos. Dos testigos estaban en una planta alta y uno de ellos en la calle. Esas descripciones se supone que concordaran', expresó.

El domingo, 25 de septiembre, ya habían liberado al primer arrestado y Miranda dijo que ya le habían hablado de Alex Pabón 'El Loco'. Comenzó a investigarlo.

Su búsqueda de Pabón por el Viejo San Juan, junto con la agente Ivonne Reyes, no rindió frutos y como no dieron con el se fueron a La Mallorca. Estando allí, la agente Reyes recibe una llamada de quien estaba ayudándoles a localizar al sospechoso. No se conoció sobre el contenido de la llamada por una objeción de la defensa, pero el resultado fue que ambos agentes se dirigieron a Pink Skirt.

Una vez llegaron, allí dieron con Marcia y Aixa, quienes estaban acompañadas de Jonathan Román. Una vez entran los agentes, solicitaron el nombre del hombre y este se negó.

'Marcia me dice que lo deje tranquilo, que el no tenía que ver con el asunto. Le pregunte que cómo ella lo sabía. Me dijo bueno tenía que ver con el caso y no dijo nada más', relató. 'Como estaban alterados les dije que solo quería corroborar si era la persona que estaba buscando (Alex Pabón) y si no coopera lo tenía que poner bajo arresto', agregó. En ese momento, el agente pensaba que estaba frente a Alex Pabón Colón.

Marcia llamó al abogado Jorge Gordon en ese momento, a quien el agente reconoció porque en la tercera citación que le dio a Áurea, fue Gordon quien respondió en su lugar. Así que a partir de ese momento, Gordon representaba a un sospechoso de asesinato y Áurea que en aquel entonces era una supuesta víctima. Jonathan fue identificado en una rueda de confrontación con fotografías de nueve sospechosos por uno de los tres testigos y fue a Regla 6 en donde se halló causa. En mayo de 2006, Gordon quedó descalificado como representante de ambas partes.

Estas fueron las citaciones de Áurea Vázquez Rijos a las que no se presentó:

El 23 de septiembre de 2005 se entregó citación a Marcia Vázquez Rojos y a Áurea para que se presentaran a interrogatorio. La recibió Marcia y se presentó sola.

Una citación para el 6 de octubre de 2005 fue entregada a Carmen Rijos, madre de Áurea. Debían presentarse ambas en el Cuartel General y ninguna asistió. Se emitió una nueva citación.

Áurea recibe una nueva citación el 7 de octubre para que se presente a la Unidad de Investigaciones del Viejo San Juan el 11 de octubre de 2005. Ese día, Marcia recibió al agente y le dijo que debía esperar por la llegada del licenciado Gordon. El abogado llegó, tomó la citación, la firmó y la devolvió. El día del encuentro, se presentó Gordon solo y la excusó.

Una nueva citación es emitida para el 14 de octubre de 2005 y sale con la advertencia que de no comparecer se le podía procesar por una infracción a la Ley #3. El día acordado, tampoco asiste y Gordon envía mediante fax una excusa medica bajo el nombre de la Dra. Beatriz del Valle Negrón.

Se emite una nueva citación, en esta ocasión, a Marcia para el 18 de octubre de 2005. El agente Miranda relató que Marcia se negó a recibirla y el lo documentó. Tras buscar auxilio del tribunal emitieron una nueva citación para el 21 de octubre de 2005, a la que Marcia asistió en compañía de la licenciada Duchesne. Miranda contó que la licenciada no quería que la fiscal Otero la entrevistara a solas, por lo que terminaron marchándose.

Áurea Vázquez a su salida del Tribunal Federal. (Juan R. Costa / NotiCel)
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