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Tribunales

Exsocio de Anhang fue quien primero apuntó a 'El Loco' Pabón

Agente investigador vuelve al banco de testigos

El empresario Roberto Cacho habría sido la primera persona que ofreció a las autoridades el nombre de Alex 'El Loco' Pabón como sospechoso del crimen de su entonces socio Adam Anhang y hasta habría provisto a la Policía su ubicación y número telefónico.

Así salió a relucir en el quinto día de juicio a Áurea Vázquez Rijos, acusada del asesinato por encargo en 2005 de Anhang, y en el cual tambien se enjuicia a su hermana Marcia y Jose Ferrer, por delitos relacionados.

Estos detalles los ofreció el agente investigador Jose Miranda durante el interrogatorio de la defensa.

Miranda aceptó a la licenciada Lydia Lizarríbar que apenas dos días despues de la brutal muerte del empresario, el 25 de septiembre de 2005, se vio con Cacho y este le dijo que Alex 'El Loco' era quien había asesinado a Adam.

El agente además aceptó que Cacho se negó en dos ocasiones a decirle quien le había dado la información, pero insistió hasta que el empresario le dijo que eran los rumores que corrían por el Viejo San Juan.

Al dato le siguieron una serie de gestiones para dar con Pabón así como con su mamá y su hermano, hasta la corroboración de identidad, por lo que se mantenía constantemente en el área del Viejo San Juan.

Días más tarde, en un nuevo encuentro con Cacho, Miranda dijo que el empresario le proveyó la información de que Álex 'El Loco' se encontraba en Caguas y le dio su número de telefono.

Miranda revisó a quien pertenecía el número y salió a nombre de un sujeto identificado como Derek, quien en una entrevista posterior aceptó conocer a Pabón. De ese telefono no aparecían llamadas entrantes o realizadas hacia el número del Vázquez Rijos, afirmó Miranda.

El 12 de octubre, mientras el agente se encontraba en el Viejo San Juan con su compañera agente Ivonne Reyes, dijo que esta recibió una llamada que los hizo moverse hasta Pink Skirt por la supuesta presencia de una persona que coincidía con las descripciones de Álex 'El Loco'. No obstante, quien estaba en el lugar era Jonathan Román Rivera. Cuando este se negó a dar su nombre, fue arrestado.

Desde esa misma noche en que Román Rivera fue arrestado, el agente Miranda comenzó a dudar de tener en sus manos a la persona correcta ya que la madre del entonces acusado llegó hasta la Comandancia de San Juan y lo identificó como Jonathan Román Rivera.

Su duda lo llevó hasta la Fiscalía estatal al día siguiente, el 13 de octubre de 2005, para advertir que podían tener al sujeto equivocado pero sus advertencias fueron ignoradas por los fiscales a pesar de que aún no se habían radicado los cargos. Finalmente, Román Rivera fue acusado por un crimen que no cometió.

Estas declaraciones de Miranda fueron utilizadas por la defensa en un intento de demostrar que este caso es solo parte de 'una investigación fallida', en la que se seguía buscando a un sospechoso de nombre Álex 'El Loco' Pabón mientras Román Rivera era procesado por el crimen. Román Rivera fue hallado culpable en el año 2007 y permaneció en prisión durante ocho meses.

Así lo aseveró en varias ocasiones el licenciado Ovidio Zayas, representante legal de Jose Ferrer, quien está acusado de conspirar para matar al canadiense.

'Desde el día 13 fue donde la Fiscalía, pero sin embargo siguió con el caso', dijo Zayas a lo que el agente respondió: 'Correcto'.

En el turno de Zayas, tambien salió a relucir que Ferrer nunca se llevó la Porshe Cayenne blanca que pertenecía al occiso y que, incluso, el mismo agente Miranda le dio pon hasta su residencia. Tambien dijo que allí se enteró que Ferrer era empleado de Áurea y que aceptó ser interrogado sin poner como condición la presencia de un abogado.

Durante la mañana, Lizarríbar trató de establecer que Áurea no había podido cumplir con la mayoría de las citaciones porque aún estaba mal de salud tras haber sido intervenida por una herida en su pómulo. Fue dada de alta el 5 de octubre, según los datos provistos en sala.

De igual forma, durante su turno, Miranda dijo que el 23 de septiembre de 2005 durante su primer encuentro con Cacho, este le entregó una copia de las capitulaciones del matrimonio, una demanda de divorcio, la copia de un correo electrónico que Adam le había enviado y el telefono celular. Además, aceptó que fue Cacho quien le dijo que la pareja estaba yendo a terapia matrimonial justo antes de que ocurriera el asesinato.

Habla testigo ocular

Wilma Ríos se encontraba viendo televisión en su apartamento del tercer piso de un edificio residencial que ubica en la esquina San Justo y Luna del Viejo San Juan el 22 de septiembre de 2005 cuando escuchó los gritos de un hombre que pedía ayuda.

'Ayuda, dejenme, dejenme, y cosas así', especificó.

Ríos, la onceava testigo de la fiscalía en el juicio contra Áurea Vázquez Rijos por el asesinato por encargo relacionado a la muerte del canadiense Adam Anhang, dijo que nunca oyó la voz de una mujer pidiendo ayuda.

En su relato, detalló que vio cuando estaba ocurriendo el ataque y dijo que el agresor llevaba una sudadera y una gorra de lado. Dijo que era más pequeño que la víctima. Ríos, contó, corrió hasta el cuarto de su hijo para buscar una cámara y hacer un acercamiento con el lente, en un intento de ver mejor. Las fotografías fueron presentadas como evidencia durante su turno. Tambien se pudo escuchar la llamada realizada por la mujer al sistema 9-1-1, en la que dio detalles de lo que estaba ocurriendo.

Ríos dijo que vio a una mujer vestida de negro parada en la acera y que cuando llegaron los paramedicos la ayudaron a sentarse en la camilla.

'Cuando sentaron a la señora, ella se arregló su ropa y se quedó allí sentada. Era un momento terrible y cuando llame al 9-1-1 llame solo por un herido, y cuando la pusieron en la camilla me sorprendió que además de no estar herida se preocupara por arreglar su traje', expuso, seguido de una objeción de la defensa.

En el turno de la abogada de defensa, Lizarríbal confrontó a la mujer con una declaración jurada que ofreció a las autoridades el 17 de octubre de 2005, en la que dijo que no pudo ver bien porque usaba lentes. Durante su testimonio, la testigo aseguró que padeció de miopía cuando era adolescente, y que ya no necesitaba los lentes.

Llega Aurea Vázquez al Tribunal Federal de Hato Rey para el inicio del juicio en su contra, el 21 de agosto de 2018. (Juan R. Costa / NotiCel)

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