W. Stephen Muldrow asume hoy las riendas de la Oficina del Fiscal Federal para el Distrito de Puerto Rico convirtiéndose en el primer jefe que esa oficina tiene en 13 años que ha sido aprobado por el Senado federal.

El juez presidente del Tribunal Federal, Gustavo A. Gelpí, le tomará juramento esta mañana.

Dentro del sistema federal, el Distrito de Puerto Rico ha tenido la particularidad de que, en 22 de los últimos 26 años, los jefes de la fiscalía no han sido avalados por el Senado federal, manteniéndose en sus cargos por el mecanismo alterno de aprobación de parte de los jueces federales a la persona que ocupa el cargo. Por distintas razones, ni Guillermo Gil Bonar ni su exayudante, luego jefa de la oficina, Rosa Emilia Rodríguez, completaron el proceso congresional siendo Humberto 'Bert' García el único que lo pasara completo para convertirse en jefe de la oficina local de 2002 a 2006.

Como en todos los nombramientos federales de alto rango, el proceso tiene un grado de política ya que los oficiales locales de los partidos nacionales, demócratas o republicanos, se involucran para buscar candidatos y cabildear por ellos. Por su parte, la Casa Blanca y el Congreso normalmente extienden deferencia a las sugerencias de los principales oficiales electos de la jurisdicción, particularmente los congresistas que, en nuestro caso, sería la comisionada residente Jenniffer González Colón.

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Sin embargo, el caso de Muldrow, según el récord legislativo, parece haber tenido un tracto distinto.

'A fines de enero de 2019, un empleado de la Oficina del Subsecretario de Justicia federal me contactó y preguntó si estaría interesado en solicitar para ser el Fiscal Federal para el Distrito de Puerto Rico', le dijo Muldrow a la senadora Dianne Feinstein.

'El 6 de febrero de 2019 empleados de Justicia y un representante de la Casa Blanca me entrevistaron en el Departamento de Justicia. El 15 de febrero de 2019, el secretario William P. Barr y el subsecretario Rod Rosenstein me entrevistaron en el Departamento de Justicia', añadió al decir que luego de eso se sometió al proceso de evaluación del Senado.

No fue hasta 'fines de mayo de 2019' que un empleado de la Oficina de Asuntos Legislativos de Justicia 'me pasó una solicitud de (González Colón) para una entrevista conmigo', lo cual ocurrió el 5 de junio cuando ese empleado lo acompañó a las oficinas de la Comisionada Residente para la entrevista. El 19 de junio, el presidente Donald Trump anunció su intención de nominarlo, lo cual ocurrió el 24 de junio.

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'Fuera de la entrevista del 6 de febrero en el Departamento de Justicia, no he tenido comunicación con el equipo de Casa Blanca', dijo. 'No he tenido discusiones con nadie sobre mi lealtad con el presidente Trump o el secretario Barr. Mi única lealtad es a apoyar y hacer valer la Constitución y el pueblo de los Estados Unidos de América', le afirmó a Feinstein.

El tracto que sometió Muldrow al Senado indica que las discusiones para que ocupara la jefatura de la fiscalía en Puerto Rico estaban ocurriendo a la vez que se recrudecía la confrontación entre Trump y el exgobernador Ricardo Rosselló, quien en marzo le ofreció un puño en la boca al presidente. También, estaba ocurriendo cuando, en abril de 2019, la Casa Blanca tomó la extraordinaria decisión de emitir un pronunciamiento oficial sobre el nivel de corrupción gubernamental en la Isla. Un mes después de esa declaración, Rodríguez Vélez anunció que se acogería al retiro y NotiCel publicó que Muldrow era el candidato para sustituirla.

El inicio de las conversaciones con Muldrow, en enero de 2019, ocurrió también después de que Rodríguez Vélez realizara unas sorpresivas declaraciones en diciembre de 2018 sobre que confíaba en la entonces secretaria de Justicia, Wanda Vázquez Garced, '150%'. Esto, ante las acusaciones que esa funcionaria enfrentó por uso y aprovechamiento indebido de su cargo por parte de la Oficina del Fiscal Especial Independiente. Esos cargos no prosperaron en la etapa de causa para arresto. Como gobernadora, Vázquez Garced nombró al puesto de secretaria de Justicia a la fiscal federal Dennise N. Longo Quiñones, y solicitó, y obtuvo, el destaque en su oficina de la fiscal federal, y mano derecha de Rodríguez Vélez, Jacqueline Novas.

'Trabajé con Rosa Emilia y tengo una gran cantidad de respeto por ella', le dijo Muldrow a NotiCel tras conocerse su candidatura en mayo.

El trabajo de los jefes de fiscalía federal en cada jurisdicción tiene un alto grado de discreción en cuanto al uso de recursos, y una de las estrategias principales mientras Rodríguez Vélez estuvo en el cargo fue federalizar el procesamiento de crimen violento en la Isla mediante acuerdos que permitían llevar a la jurisdicción federal todo tipo de casos en los que mediara el uso de armas de fuego. El resultado es que el acusado era rápidamente encerrado en una institución federal sin derecho a fianza por la violación de armas, aunque la jurisdicción estatal tardara en procesar el delito para el cual se usó el arma. Esta sería una de las estrategias que Muldrow podría evaluar para mantenerla o no. Otra ha sido concentrar esfuerzos en delitos de pornografía infantil.

Muldrow habla español y no es extraño a la Isla, ya que sirvió aquí entre 1995 y 2001 bajo Gil Bonar. Luego sirvió en Florida hasta su nombramiento a la jefatura en Puerto Rico.