Dos pleitos que han sido radicados en el tribunal pretenden recoger en una clase a todos los abonados comerciales y residenciales de LUMA para obtener compensación.

Dos pleitos sometidos ante el Tribunal de Primera Instancia pretenden conseguir autorización para representar a todos los abonados comerciales y residencial de LUMA Energy LLC y así obtener compensación por los daños causados tras el apagón general del 6 de abril pasado.

Las reclamaciones imputan «negligencia» al operador privado de la red eléctrica, debido a que el origen del apagón fue un interruptor en la Central Costa Sur que había pasado por 10 años su vida útil y no fue atendido por el operador a pesar de esto y de que la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) les había alertado sobre la necesidad de reemplazarlo.

Tras la publicación original de esta nota, LUMA emitió una declaración en la que plantean que la red que heredaron «sigue siendo una increíblemente frágil debido a años, sino décadas, de abandono y falta de mantenimiento bajo el operador anterior» . «Aunque LUMA no puede comentar sobre ningún litigio pendiente, reconocemos la profunda frustración e impacto que causó el más reciente apagón en toda la isla el pasado 6 de abril», añadieron.

El primer pleito fue radicado el 13 de abril por el licenciado Manuel Fernández Mejías en representación del abonado residencial Ismael Herrero Domenech, con la intención de que la clase demandante abarque a los 1.2 millones de abonados residenciales y comerciales que estima tiene el operador.

Esa acción estima en $100 millones los daños y pide una compensación mínima de $25 para cada abonado, la cual podría ser duplicada, por efectos del apagón, a saber, «a) falta de iluminación y goce y disfrute de maquinarias y enseres domésticos, b) pérdidas de alimentos y medicamentos refrigerados, c) daños a la salud y vida de aquellos clientes de LUMA Energy que dependen del suministro eléctrico para la operación de equipos médicos y la refrigeración de medicamentos que así lo requieren, d) daños y angustias mentales al perder la iluminación y protección de sus hogares y e) otros desembolsos como consecuencia del evento para proteger la seguridad del hogar y la propiedad».

El otro pleito fue radicado el domingo pasado por el licenciado Alberto Couvertié Barrera en representación de compañías de restaurantes operados por el Grupo Colón Gerena, como Wendy’s y Applebee’s, así como el abonado residencial Manuel Couvertié Barrera, y también tienen la intención de abarcar a todos los abonados residenciales y comerciales de LUMA.

Esa reclamación pide una compensación de $310 millones por «la negligencia grave y la indiferencia imprudente que LUMA ha demostrado hacia sus clientes». Los daños de los abonados, según el documento, incluyeron que «algunos tuvieron que cerrar negocios y sufrieron pérdidas económicas, perdieron comestibles, sufrieron daños a enseres eléctricos e incurrieron en gastos de diésel o gas propano para poder seguir operando». Además, hubo daños por la falta de servicio de agua relacionado a la falta de energía, recordaron.

«El vicepresidente de LUMA, Sr. Mario Hurtado, en una entrevista que le hiciera la prensa en al inicio de las relaciones con LUMA, indico entre otras cosas que ‘Los objetivos de LUMA son lograr tener un sistema eléctrico robusto, confiable, y resistente, bajar los costos tarifarios a los abonados y mejorar el servicio’. Sin embargo, lejos de la verdad, nada de lo expresado por LUMA sobre mejoras al sistema eléctrico y sus equipos ha sucedido. Ni las recomendaciones hechas por el director la AEE el ingeniero (Josué Colón) en cuanto al mantenimiento preventivo de aquellos equipos críticos, han cumplido», se argumenta en el pleito.

»A escasos días de haber comenzado LUMA sus funciones para la administración y transmisión de energía en Puerto Rico, el 9 junio de 2021 ocurrió una avería (explosión y fuego) en una subestación de Monacillos donde se vieron afectados unos 800,000 abonados por alrededor de ocho horas. El pasado 6 de abril de 2022 ocurrió una explosión en uno de los Interruptores de la unidad #5 de la planta de Costa Sur conocido como Bulk Oil Circuit Braker (BOCB). Dicho evento causó un apagón general en Puerto Rico dejando sin energía eléctrica a todos los abonados de LUMA. Dichos equipos estaban bajo la responsabilidad de LUMA y carecían de un mantenimiento preventivo adecuado, ya que su vida útil había expirado. El director de la AEE había hecho recomendaciones sobre el remplazo de esa crítica infraestructura pero LUMA no hizo nada», subraya.

Esta demanda añade que las pérdidas económicas asociadas al apagón del 6 de abril están estimadas en $500 millones, que el Departamento de Educación tuvo que decomisar alimentos en 308 de sus 359 comedores escolares y que, según información en poder de la Cámara de Representantes, han ocurrido 14 apagones desde que LUMA comenzó a operar el sistema de distribución eléctrico.

«[E]l incumplimiento de LUMA de su obligación contractual y la negligencia grave en la manera en que operan el sistema eléctrico bajo su responsabilidad y la de sus agentes», son los causantes de los daños, afirma.

Ambas demandas tienen que recibir autorización del tribunal para poder proceder como pleitos de clase.

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