Log In


Reset Password
SAN JUAN WEATHER
Tribunales

Verdejo busca que sus puños lo protejan en juicio federal

Por primera vez en el juicio contra Félix Verdejo, se habló de lleno sobre sus habilidades como boxeador, en una movida llamativa de la defensa para desacreditar al cómplice cooperador.

Félix Verdejo en una pelea de 2018.
Foto: Juan R. Costa

Pasaron 15 días de juicio contra Félix Verdejo Sánchez para que los jurados escucharan testimonio amplio sobre sus habilidades como boxeador, y ocurrió en una movida llamativa, pero arriesgada, de la defensa para minar la credibilidad del cómplice cooperador de la fiscalía, Luis Cádiz Martínez.

En el boxeo, los puños se usan lo mismo para atacar que para resguardarse del ataque del contrincante. En el juicio federal contra Verdejo Sánchez, sus puños tuvieron roles similares. La fiscalía trató de que Cádiz Martínez usara esos puños para incriminarlo, mientras que la defensa trató de que uno de sus testigos, el entrenador personal Cruz Manuel “Pensa” García Figueroa, los usara para protegerlo.

El púgil está acusado de carjacking, secuestro, uso de arma de fuego en crimen violento y muerte de un no nacido por el asesinato de su expareja, Keishla Rodríguez Ortiz, quien el 29 de abril de 2021 recibió un puño en el lado izquierdo de su cara, fue inyectada con droga, amarrada a un bloque de concreto y su cuerpo arrojado a la laguna San José el 29 de abril de 2021.

El hecho de que el acusado se dedica al boxeo desde adolescente había sido mencionado, pero no directamente relacionado con la forma en que murió la víctima. Se había dicho que al acusado le preocupaba que el bebé que tendría su expareja le afectara su carrera, se había hablado de algunos tipos de ejercicio que hacía, pero nada de cómo sus destrezas y fortalezas como peleador pudieron haberse desplegado en el asesinato.

De hecho, nadie ha explicado cómo supuestamente ocurrió ese puño del acusado a su expareja dentro de los confines del asiento delantero de una guagua Dodge Durango. El único testimonio al respecto, el de Cádiz Martínez, es que este agarró a la víctima por el pelo desde el asiento trasero de la guagua, la haló hacia atrás, que el acusado se “acomodó” y que, cuando el cómplice le soltó el pelo, el acusado le dio un puño. El testigo dijo que fue con el puño derecho, pero aseguró que no vio sangre en la víctima después del golpe, en contraste con el testimonio forense de que la mujer tenía el tabique desviado, fractura en un hueso de la nariz y sangrado.

Tras el impacto, el testigo relató en el turno del fiscal que la mujer supuestamente dijo “¿qué me hacen?”, pero como “achocada”. Luego, en el contrainterrogatorio de la defensa, dijo que “solamente sus palabras decían que qué me hacen y ahí fue cuando Félix se acomodó, le dio el puño y quedó inconsciente”.

Esa aseveración de si la víctima habló o no habló después del puño fue lo que el abogado Jason González Delgado pareció querer atacar cuando utilizó su segundo testigo de defensa para hacer varias preguntas sobre las habilidades de su cliente, pero, en el intento, los jurados también escucharon que los puños de Verdejo Sánchez son “como piedra” y que un golpe seco de su parte dejaría a cualquier persona “con la cara destrozada”.

Ese testigo fue García Figueroa, de 65 años, y quien conoce al acusado desde niño porque también fue entrenador personal de su madre, Madeline, cuando ésta tenía 12 años. El maestro retirado ya había sido testigo de fiscalía para establecer que el acusado podía nadar hasta una hora y que era un “pegador inteligente”. En su turno de defensa compareció como testigo de reputación, para hablar bien del carácter de a quien consideraba como un “hijo” en el deporte.

García Figueroa aceptó que la fuerza del puño derecho es un distintivo del acusado como boxeador, que es un “buen pegador”, que el que reciba un “puño sólido” con esa derecha no podría hablar después y que, si los puños son efectivos aún cubiertos con las vendas y los guantes, sin esto serían “como si fuera una piedra”. Las preguntas sobre esto, y las explicaciones del testigo, resultaron inesperadas y despertaron la sala del juez Pedro Delgado Hernández.

El fiscal Jonathan Gottfried pareció percibir que el entrenador había minado la credibilidad de Cádiz Martínez porque decidió contrainterrogarlo para ver si le podía sacar que la fuerza del puño se vería afectada si el acusado está sentado o si el golpe se da cercano al cuerpo del que lo recibe. “Lo que quise decir es que el boxeador, aunque no tenga el espacio, sabe pegar y hace el mismo daño”, dijo “Pensa” para quedarse dentro de sus respuestas anteriores.

En otra parte de las preguntas de González Delgado, el entrenador dijo que Verdejo Sánchez no exhibía violencia en ninguno de los escenarios y momentos que compartieron (tampoco en sus interacciones telefónicas con la víctima) y que, incluso, “las únicas dos peleas que perdió, ganándolas, (fue porque) le faltó agresividad”. “Todo el mundo lo quería, era un ídolo y los niños y los atletas jóvenes lo querían emular”, dijo sobre el púgil con quien trabajó seis peleas.

Sobre esa apacibilidad, Gottfried preguntó al entrenador si su opinión cambiaría al conocer que el acusado había escupido a mujeres y que les llamaba “cabronas”, “putas” y “perras”. “Si yo lo viera, pero, se está especulando, no sé”, ripostó para luego admitir que una persona no puede ser respetuosa y, a la vez, usar esos epítetos contra las mujeres. El fiscal también quiso explorar con el testigo la psiquis del acusado al reaccionar a imprevistos y le preguntó si no era cierto que la pelea contra Masayoshi Nakatani (en 2020) la había perdido porque “lo tomaron por sorpresa y no pudo improvisar”. “Sí, los golpes que te entran son por sorpresa, nadie los espera”, opinó quien también fue entrenador de Félix “Tito” Trinidad.

En varias ocasiones, el abogado se quejó de que el juez le prohibió hacer preguntas sobre la “respetabilidad” de su cliente, pero le había permitido al fiscal preguntas en esa dirección. De hecho, el primer día de desfile de prueba de la defensa fue accidentado. Comenzó con una petición para que, por razones de salud de la otra abogada de defensa, Gabriela Cintrón Colón, el proceso fuera pospuesto hasta el lunes. El juez la denegó y emitió lo que lució una amonestación para el récord, pero fuera de la presencia del jurado, de que los abogados de defensa o fiscalía no debían asumir que él va a posponer los trabajos por alguna situación. “Nadie estaba autorizado a decirle a nadie que estaríamos en receso hasta el lunes”, añadió al quejarse también sobre “rumores y especulación” con relación al calendario del juicio.

Esto provocó que González Delgado se enfrascara en una carrera para llamar al tribunal a algunos de los al menos seis testigos que aparentemente presentará.

La primera que pudo llegar al banquillo fue Wilnellys Torres Sánchez, supervisora del área de infracciones y de imágenes de Autoexpreso, cuyo testimonio ayudó a la defensa porque consignó que el récord de la cuenta asociada a la tablilla y sello electrónico de la Dodge Durango del acusado refleja que no pasó por el peaje del puente Teodoro Moscoso el 28 de abril. Cádiz Martínez había dicho que ese día preparó una jeringuilla de heroína y salió con Verdejo Sánchez a buscar a la víctima pero que, al no encontrarla, fueron al puente a verificar las cámaras de seguridad y el punto desde donde podrían arrojar el cuerpo a la laguna.

Pero, en el contrainterrogatorio de la fiscal Jeanette Collazo, la testigo dijo que ese día los sistemas del peaje en el puente estaban defectuosos y hubo sobre 100 vehículos que pasaron pero no pudieron ser identificados para cobro o para multa. También, afirmó que “no es un recorrido habitual” el que un vehículo pase por el peaje tres veces en menos de una hora en una sola dirección, como ocurrió con la guagua el 29 de abril de 2021 en la mañana del asesinato. El abogado defensor entonces apuntó a varios otros días en los que el vehículo pasó por el peaje más de una vez, lo que provocó que la fiscal llevara a la testigo a señalar que las otras ocasiones parecían ser viajes de ida y vuelta y en ninguna de esas había sido tres veces en la misma dirección en menos de una hora, como se refleja para el 29.

El juicio sigue hoy. Además del perito forense, la lista de posibles testigos de defensa incluye a Ruth Cardona, la especialista que realizó la prueba genética sobre el feto de la víctima y que se espera diga si la misma arrojó que el acusado era el padre.

Vea:

Juez quiso evitar un “minijuicio” sobre Edwin Prado dentro del caso de Verdejo

Periodista y abogado con 25 años de experiencia. Cofundador, o miembro de los equipos fundadores, de NotiCel, el Centro de Periodismo Investigativo, Red 96, Primera Hora y El Nuevo Día Interactivo.