The Rolling Stones: 50 años de conciertos
Londres - De tocar blues en locales nocturnos a ser garantes infalibles de éxito comercial, The Rolling Stones, la banda de rock más longeva del globo, cumple mañana 50 años de su primer directo.
Fundado en abril de 1962, el icónico e irreverente grupo de Londres celebró su concierto debut un 12 de julio de ese mismo año en la mítica sala del Soho londinense 'Marquee Club' cuando su icónico cantante, Mick Jagger, tenía solo 18 años.
Si entonces ya apuntaba maneras, medio siglo después, la formación compuesta -tras varios cambios en sus componentes a lo largo de los años- por Jagger, Keith Richards (guitarra), Ronnie Wood (bajo) y Charlie Watts (batería) sigue dando guerra con proyectos diversos, si bien por separado.
Como tributo a cinco prolíficas décadas en las que el influyente grupo vendió más de 200 millones de copias, sacó al mercado 24 álbumes y llevó al delirio a fans incondicionales, mañana sale al mercado un libro que repasa en fotos su brillante trayectoria.
Además de instantáneas, algunas tomadas por Philip Townsend, autor de las primeras fotos de la banda, el libro 'The Rolling Stones: 50' muestra también material inédito del grupo seleccionado por los propios músicos.
La obra incluye 700 imágenes, 300 en color y muchas sacadas del archivo del tabloide británico 'The Daily Mirror' -en posesión de la mayor colección de un diario de fotografías de esa banda-, y, según los propios artistas, 'cuenta la historia de cincuenta fantásticos años'.
Esa sucesión de instantáneas sobre sus 'Satánicas Majestades', artífices de temas de clásicos como '(I Can't Get No) Satisfaction', 'Sympathy for the Devil' o 'Gimme Shelter', documenta la escalada al estrellato de una formación que logró con su música, su estética y su actitud provocadora rendir a la crítica a sus pies.
También Somerset House alberga desde este viernes una exposición fotográfica gratuita con material inédito que documenta ese último medio siglo de éxitos y en cuya presentación estarán presentes mañana los músicos.
Y, por si fuera poco, los Rolling han estrenado logotipo: un diseño del inglés Shepard Fairey, artista fetiche de roqueros, que ha remodelado sutilmente los reconocibles labios rojos que identifican desde hace años a la banda.
Fairey, artífice de un póster del presidente de EEUU Barack Obama y autor de portadas de álbumes de Tom Petty, Stone Temple Pilots o Led Zeppelin, ha añadido un círculo alrededor de la sugerente boca roja con el lema 'Los Rolling Stones/Cincuenta Años', incorporando el número 50 entre el nombre del grupo.
Atesoran premios, acumulan conciertos legendarios y fueron incluidos, en 1989, en el Salón de la Fama del Rock and Roll. También se ganaron en 2004 el cuarto lugar en la clasificación de los cien artistas más grandes de todos los tiempos de la prestigiosa revista 'Rolling Stone'.
Otra publicación, la británica 'Q', considera que los autores de trabajos de culto como 'Beggars Banquet' (1968), 'Let It Bleed' (1969), 'Sticky Fingers' (1971) o 'Exile on Main St.' (1972) es una de 'las 50 bandas que tienes que ver antes de morir'.
Ahora su ejército de seguidores acaricia la posibilidad de que los Stones celebren una gira en 2013 y lancen al mercado un nuevo álbum, algo de lo que tanto Richards como Jagger han hablado pese a la tirante relación que desde hace años existe entre quienes fueron grandes amigos de la infancia.
Al parecer, las desavenencias entre Jagger, a quien los medios retratan como un 'playboy' asiduo a la prensa rosa y los círculos de la alta sociedad, y Richards, visto como la más pura esencia del rock, se agravaron a raíz del contenido de las memorias del segundo, 'Life' (2010), donde el guitarrista no tuvo miramientos para referirse a su compañero.
Los Stones concluyeron en 2007 su última gira mundial, llamada 'A bigger band', tras ofrecer 147 conciertos en 118 ciudades y vender cuatro millones y medio de entradas en dos años.
Lo que parece claro es que, 50 años después de aquel primer directo, los Stones pueden presumir de ser la banda más longeva reconocida mundialmente en la grandilocuente historia del rock and roll.
Por Patricia Rodríguez