El Bentley, fraude con cupones, y ahora mala paga
El senador Antonio 'El Chuchin' Soto dejó en la prángana a un ingeniero a quien contrató para un supuesto desarrollo y luego no le pagó, aún cuando el ingeniero le ganó la demanda de cobro.
Según fuentes, la semana pasada en medio del lío por la nébula que rodea el lujoso auto Bentley que guía Soto, el ingeniero Julio Wright Smith proveyó información al Partido Nuevo Progresista (PNP) de este nuevo caso que le sale al senador por Guayama.
El 19 de mayo del 2009, el honorable juez de Guayama, Sigfredo Stediel Figueroa, otorgó una sentencia a favor del ingeniero Wright que incluía un pago de $124,500 dólares por daños y perjuicios, más $4,000 dólares adicionales por honorarios de abogado. La determinación fue avalada por el Tribunal de Apelaciones.
El caso se desprende del deseo de Soto a finales de la década de los años 90 de crear un proyecto económico conocido como Arroyo Skyview.
Soto contrató a Wright para desarrollar los planos del proyecto y solicitar los permisos de construcción. Según indica la sentencia del caso, Soto primero dijo que contaba con el capital necesario para la obra, pero luego no pudo asegurar parte de los fondos que provenían del Banco Gubernamental de Fomento (BGF).
Durante el caso, Soto reconoció en dos ocasiones la deuda con el ingeniero, pero al momento de emitir sentencia, el ahora senador por el distrito de Guayama negó los hechos.
En el 2001, el BGF decidió otorgar preliminarmente a Soto un préstamo de $7.05 millones, y una línea crediticia de unos $5.6 millones. Esto condicionado a la promesa de Soto de que tendría capital para comenzar el proyecto. Al final, Soto no pudo producir el capital que había prometido, por lo que el banco le retiró las promesas de crédito.
Durante la presentación del proyecto a oficiales del Banco, Soto supuestamente alardeó de contar con la cantidad de $1.5 millones para el proyecto.
En la contestación a la demanda, Soto indica que el Banco le requería, aparte del antes mencionado capital, varios estudios de índole pericial que según el, Wright no cumplió con producir, y por eso la negación final del Banco en proveer dineros para el proyecto.
Sin embargo, de los documentos del caso no se desprende dicha aseveración, y las cartas del banco se concentran en exigir que Soto presentara su parte del capital.
Al proyecto ser detenido por falta de fondos, Soto decidió no llegar a un acuerdo de pago con el ingeniero Wright, aunque en varios documentos subscritos por el ahora senador, éste reconoce la deuda adquirida con Wright.
En el 2006 Wright, ante la negación de Soto en saldar la deuda que tiene con él, radica el pleito de cobro de dinero en Guayama. Actualmente, la deuda continúa pendiente de pago.