Todavía sufren a Irene, y por ahí viene María
Muchos sectores de la Isla todavía están atendiendo los estragos de la tormenta tropical Irene y a la espera de que las autoridades prioricen sus reclamos luego de las copiosas lluvias, cuando el país se prepara para recibir a María, la más reciente tormenta tropical que se espera nos afecte en la tarde del sábado con vientos de 45 de 55 millas por hora.
Carlos Cabán dijo que el mayor problema que tuvo el barrio Portugués de Adjuntas con el paso de Irene fue a nivel de infraestructura, ya que en el sector 'hay postes con más de cuarenta años', y la 'falta de mantenimiento' del sistema eléctrico hace que éste se encuentre 'a punto de colapso'. Cabán reconoce el buen trabajo que la UTIER realiza, pero asegura que hay 'peligrosidad' en sus labores pues las brigadas se encuentran con derrumbes en casi cada paso del recorrido que se requiere para restablecer el servicio eléctrico.
La falta de atención por parte de las autoridades es lo más que ha afectado al barrio Portugués. Cabán denunció que la carretera 123 (la antigua #10) está abandonada por el gobierno estatal quien tiene jurisdicción sobre ella, y que es el gobierno municipal y la misma comunidad la que se ocupa de desyerbarla. 'Tenemos derrumbes que ocurrrieron en George' aún están sin atender, dijo Cabán para ejemplificar el abando al que está sometido el barrio Portugués.
Sobre la tormenta María, Cabán dice que lo más afectado se espera que sea la agricultura, pues los fuertes vientos pueden tumbar los árboles y las cosechas.
Con la denuncia de abandono que expresó Cabán, coincidió Lucy Cruz, portavoz del Grupo de las Ocho Comunidades Aledañas al Caño Martín Peña (G8), en San Juan. 'Pensamos que va a suceder lo mismo. (Reviviremos) la misma pesadilla', refiriéndose a la tormenta Irene, cuyas inundaciones provocaron que las aguas sucias entraran en las residencias, sobre todo en los sectores de Israel y Bitumul. Cruz dijo en tono irónico que a las autoridades se les debió haber olvidado que las comunidades aledañas al Caño Martín Peña existen, pues nunca hay brigadas de celadores los días antes de que pase una tormenta, el nivel del agua luego de las inundaciones se tarda de tres a cuatro días en bajar porque no se le da mantenimiento a los alcantarillados y el restablecimiento del servicio de luz se tarda aproximadamente una semana.
Según la lideresa, a 24 horas del paso de María, ya las aguas sucias están saliéndose de las alcantarillas.
Cruz asegura que la mayoría de los problemas se arreglaría si se hacen las gestiones pertinenetes para comenzar el dragado del Caño. De lo contrario 'vamos a seguir sufriendo y ya estamos cansados'.
Wilfredo López Montañez, líder comunitario de Sonadora en Aguas Buenas, expresó por su parte que el tendido eléctrico de la comunidad es de la década de 50 y se le ha dado poco mantenimiento, lo que provocó que el paso de Irene los dejara una semana sin luz y sin agua, pues le agua llega a los hogares por un sistema de bomba que necesita electricidad para funcionar. Esto pudiera repetirse con el paso de María.
Sin embargo, López aseguró que tras el paso de Irene, hubo una recuperación rápida de la comunidad. La brigada de emergencias de la comunidad tuvo mucho que ver con el proceso de restauración luego del huracán y los miembros de la comunidad han recogido información sobre lo que deben de hacer para mantenerse preparados en todo momento. Además, la brigada de emergencias de la comunidad está activada todo el tiempo para servirle a la comunidad.
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