Vuelven a extender plazo para reclamar por Irene
Los residentes que sufrieron pérdidas causadas por las fuertes lluvias, inundaciones, deslizamientos de tierra y derrumbes que dejó el huracán Irene tendrán más tiempo para solicitar asistencia por desastre federal y estatal.
Oficiales del Gobierno de Puerto Rico y la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés) anunciaron el martes que el periodo para solicitar asistencia se extenderá del 25 de noviembre al 2 de diciembre de 2011.
Los individuos y familias elegibles pueden solicitar ayuda a FEMA a través del 1-800-621-3362 o TTY 1-800-462-7585 para aquellos con dificultades auditivas o del habla. Las líneas están disponibles de 7:00 de la mañana a 10:00 de la tarde, de lunes a domingo. En el Internet, la información acerca del desastre está disponible 24 horas al día en www.disasterassistance.gov/espanol, www.fema.gov/espanol o vía la aplicación de teléfono móvil: m.fema.gov.
Son elegibles para solicitar asistencia hasta el 2 de diciembre los dueños de vivienda, inquilinos y dueños de negocio que sufrieron daños en los siguientes municipios: Adjuntas, Aguas Buenas, Arroyo, Caguas, Canóvanas, Carolina, Cayey, Ciales, Cidra, Coamo, Comerío, Fajardo, Guaynabo, Gurabo, Humacao, Jayuya, Juncos, Las Piedras, Loíza, Luquillo, Naguabo, Naranjito, Orocovis, Patillas, Ponce, Río Grande, San Juan, San Lorenzo, Trujillo Alto, Vega Baja, Vieques y Villalba.
Una vez soliciten, los sobrevivientes pueden verificar cómo va su caso llamando a los mismos números libres de cargos.
Al día de hoy, más de 60,801 residentes llamaron para solicitar asistencia; 47,625 sobrevivientes visitaron los centros de recuperación localizados en los municipios afectados y más de 30.2 millones de dólares en subvenciones se han desembolsado.
La asistencia disponible puede incluir subvenciones para vivienda temporal y reparaciones al hogar. También incluye préstamos por desastre de bajo interés a través de la Agencia Federal para el Desarrollo de la Pequeña Empresa (SBA, por sus siglas en inglés) a inquilinos, dueños de vivienda y negocios de todos los tamaños para cubrir los gastos de pérdidas a la propiedad no aseguradas y otros programas que ayuden a compensar otras necesidades relacionadas al desastre.