Cyndia Irizarry, directora ejecutiva de la Oficina de Servicios con Antelación a Juicio (OSAJ), insistió en que la falla en el manejo del caso que culminó en el asesinato de la enfermera Wanda Camacho en Ceiba se debió a una que el retén no fue proactivo en atender la alerta que le proveyó el sistema de monitoreo de grillete con localizador de posicionamiento real (GPS) del imputado.

Sin embargo, tras la muerte de Camacho, la agencia se movió para que el cuarto de monitoreo que según fuentes de NotiCel estaba a cargo sólo de un retén, ahora esté poblado de tres empleados y un supervisor.

En una extensa entrevista con NotiCel, la funcionaria lamentó el manejo que se le dio a la alerta que se recibió cuando Alexander Rodríguez burló el grillete de la OSAJ y mató a Camacho en febrero pasado.

Irizarry afirmó que lo importante no es la cantidad de alertas que se reciban en el sistema, sino la interpretación adecuada que haga el recurso humano que recibe la información.

La funcionaria rechazó que la falta de personal en la dependencia, entre otras irregularidades que actualmente son investigadas, haya sido fundamental en este caso como denunció una fuente a NotiCel.

De acuerdo con la fuente, en el preciso momento en que mataron a Camacho, el agente de la OSAJ -suspendido por supuestamente incumplir con sus responsabilidades- atendía otras 50 alertas de personas con grilletes con GPS, eso sin contar las otras alertas que se registraron en el sistema de grilletes sin GPS o de radio frecuencia.

(Roso Sabalones/NotiCel)

No obstante, Irizarry puso en duda que haya habido una cantidad tan grande de alertas al mismo tiempo porque, según afirmó, en los años que lleva trabajando allí, eso nunca ha ocurrido, ni tan siquiera los llamados 'viernes social'.

'No es cuestión de cantidad, es cuestión de la diligencia que tenga mi oficial porque, al final y al cabo tú estás atendiendo ese incidente. El problema fue la forma en qué se canalizó la información. Lo importante no es la cantidad es la prioridad que le das a la información', sostuvo.

'Lo bueno del sistema, para bien o para mal (de los empleados), son las huellas que se dejan en el sistema: hubo tantas alertas, hubo esto, hubo tantas llamadas… cada llamada queda registrada', indicó Irizarry, quien está a la espera de recibir el informe de la investigación administrativa sobre el caso de Camacho.

En la actualidad, hay tres investigaciones administrativas relacionadas con varios casos, incluyendo el del asesinato de Camacho a manos de su excompañero, quien llevaba grillete.

A raíz del asesinato de la enfermera, se cambió el protocolo para que la víctima sea la primera en recibir la llamada de que el imputado está en un área cercana a ella o de sus familiares, lugar de trabajo o residencia. Luego se llama al Sistema de Emergencias 9-1-1, después a la Policía y finalmente a la guardia municipal para apoyo.

'Uno de los mensajes que yo le estoy llevando a ellos es que cada puntito de esos puede ser una víctima porque cada persona de esas se puede acercar a una víctima y que más de verlo a él, que vean a ella, que ellos (empleados) son personas que tienen información que ella no tiene… Yo le estoy llevando el mensaje que el poder que tenemos en las manos nos da una gran responsabilidad y hay que llevarle la información a quien corresponde, en primer orden a la víctima', destacó.

'Una vez llamas a la víctima y sabes dónde está ella, ya tú tienes control de dos, porque a él lo estás viendo en la pantalla y a ella la dejaste encerrada en un sitio y ya tú tienes control de la situación', señaló.

De esa manera, dejó entrever que la supervisión no era la adecuada. Y, aunque rechazó la falta de personal, Irizarry reconoció que ha hecho cambios para que se proteja a la víctima de violencia doméstica de mejor forma.

Por ello, en el área donde ubica el sistema de alertas van a colocar a dos oficiales en las dos estaciones de computadoras que dan las alertas sobre violaciones de los imputados con grilletes de GPS y uno para monitorear los grilletes de radio frecuencia, que a diferencia de los que tienen GPS, se trabajan a base del expediente judicial del caso que obra en la OSAJ.

Además, en ese cuarto también se instalará el escritorio del supervisor de turno, así como un cuadro telefónico. Hasta ahora, el supervisor de turno tiene oficina en otra área.

NotiCel visitó el área de las computadoras que dan cuatro tipos de alertas: que el imputado está en su área de inclusión, que está en un área de exclusión, que está con batería baja y que está tratando de desactivar el artefacto, lo rompió o se lo quitó.

Destacó que la OSAJ tiene que velar por el cumplimiento de las condiciones, pero recordó que, en última instancia, son los tribunales los que deciden a quiénes les concede el derecho constitucional a la fianza.

'Esas personas son libres, yo no puedo violarle su derecho constitucional. Esa es la triste realidad de la OSAJ, que tengo que velar por un derecho constitucional, pero a la misma vez tengo la obligación de que éste que está disfrutando de su derecho no me afecte los derechos de los demás. Esa es mi triste realidad', destacó.

La fuente de NotiCel aseguró que el agente despedido estaba solo. 'Era el único agente a cargo de este retén para toda la Isla. La agencia tiene 300 grilletes con GPS y más de 1,500 sin GPS', informó a NotiCel una fuente que trabaja en el sistema.

'Cada alerta genera muchas decenas de llamadas y es imposible que una persona pueda hacerlo solo', sostuvo la fuente, quien solicitó no se le identificara por temor a represalias.

Tras la trágica muerte de Camacho, otro cambio que implementó Irizarry fue que se actualizó la información de las víctimas con los expedientes de los tribunales, y ya no se sienta a esperar que la Policía les notifique la dirección, nombre y teléfono de las víctimas.

Por su parte, el gobernador Luis Fortuño destituyó a quien fuera el director de la OSAJ, el licenciado Juan Beltrán.