A la llamada de un número desconocido, muchos esperan escuchar la voz de una operadora que en inglés les dice que tienen información importante relacionada a sus récords estudiantiles. Es 'Big Brother' cobrando. Puerto Rico tiene la tasa de incumplimiento de préstamos estudiantiles más alta en los Estados Unidos.

El últimoinforme emitido por la Oficina de Ayuda Financiera Federalen julio de 2011 indicó que el 14.5% de los prestatarios puertorriqueños no ha realizado pagos a su préstamo estudiantil luego del periodo estipulado. Los números cobran aún más relevancia en estos días en los que en la Cámara de Representantes estadounidense se discute una medida para impedir que en julio los intereses de los préstamos federales suban de un 3.4% a un 6.8%.

A finales del año 2011 el dinero prestado con fines educativos ascendía a $870 billones. La cifra superaba por mucho los $693 billones en balances de tarjetas de crédito y los $730 billones en préstamos de auto, según elreporte del Banco de la Reserva Federal de Nueva York.En marzo de este año laOficina de Protección Financiera para el Consumidorestimó que la deuda aumentó a un trillón.

A pesar de los esfuerzos realizados por la administración de Barak Obama de bajar de un 15% a un 10% los pagos mensuales de los préstamos estudiantiles, de acuerdo al ingreso de los deudores, y de aumentar los fondos de la Beca Pell en instituciones que educan a minorías y poblaciones de bajo ingreso, 47% de los 37 millones de estudiantes que recibieron préstamos estuvo en un periodo de prorroga o tolerancia para no hacer pagos a finales del 2011.

La investigación Project on Student Debt,realizada por una organización sin fines de lucro en Oakland, estimó que dos tercios de los graduandos en el 2010 hicieron préstamos, y que una tercera parte de los prestatarios son menores de 30 años y en promedio adeudan $25,250.

En Puerto Rico,la data disponible del 2008colocaba a Centro de Estudios Multidisciplinarios como la institución con mayor tasa de morosidad (29.5%), seguida por el Ponce Paramedical College (19.2%) y la Universidad Interamericana de San Juan (16.6%). Todos los recintos de la Universidad de Puerto Rico mostraron una tasa de incumplimiento de 7.9%, posicionando a la entidad pública entre los níveles más bajos de morosidad a nivel local.

De acuerdo al College Board, en la última década los costos de matrícula han aumentado un 5% sobre el costo de inflación. Según publicado en un artículo de la revista Forbes, algunos expertos opinan que la deuda sería menos severa si los estudiantes acudieran al sistema público. No obstante, el escrito establece que los estados también han aumentando el porcentaje en costos de matrículas, muchos de ellos en digitos dobles.

Pasando por alto el endeudamiento, los préstamos estudiantiles son una buena inversión para un gran grupo de estudiantes. Los trabajadores que tienen un bachillerato ganarán 84% más a lo largo de su vida y enfrentarán menos desempleo, de acuerdo a unestudio realizado por la Universidad de Georgetown.

Por otro lado, el panorama no es el mismo para todo el que coge prestado. Muchos estudiantes se endeundan más de lo que podrán pagar, algunos se dan de baja de los estudios, eligen erróneamente su carrera, asisten a instituciones privadas en las que la educación es pobre o no consiguen trabajo.

En el caso de Teresa Cardona, graduada de la Universidad de Puerto Rico con dos bachilleratos, uno en literatura comparada y otro en finanzas, la joven de 27 años no ha podido comenzar a pagar los dos prestamos de $5,000 que debe a los prestamistas privados Sally Mae porque indicó que no encuentra trabajo 'ni de ‘teller''.

Cardona comentó que en la universidad le dijeron que sólo cualificaba para préstamos privados. Con los primeros $5,000 la estudiante se fue un semestre de intercambio a Argentina y con el segundo desembolso pagó su primer semestre de maestría en la UPR y abrió un negocio propio que ya no administra.

'Después del primer semestre de maestría vino la cuota, no pude se guir pagando y me quité... Me pareció absurdo seguir embrollandome para nada porque no hay trabajo', senteció.

Cardona explicó que desde que recibió el primer prestamos la han estado llamando para cobrarle aún cuando todavía no se había graduado. La última llamada fue la semana pasada. Cardona le informó nuevamente a los prestadores que estaba desempleada y ellos le enviaron un formulario por correo electrónico que debía completar para solicitar la prorroga.

'Quiero comenzar a pagar en cuanto tenga un trabajo estable. Por ahora no me importa...No me arrepiento de haber tomado el dinero prestado...De lo que estoy pesimista es sobre la utilidad de terminar una maestría y de como funciona el sistema académico', explicó.

Una encuesta que llevó a cabo la firma de consultoría fincnciera NERA Economic Consulting reflejó que dos tercios de los prestatarios de prestamos estudiantiles privados no entienden la diferencia entre préstamos federales con intereses fijos, opciones de pago de acuerdo al ingreso y multiples protecciones al consumidor y aquellos privados con intereses variables, terminología indecifrable y poca protección al consumidor.

Ante esta realidad, el senado de los Estados Unidos introdujo el 'Know Before You Owe Act' para que se le requiera a los prestamistas privados confirmar que los prestatarios están matriculados, proveer actualizaciones constantes del balance de los préstamos y del interés y reportarse anualmente a la Oficina de Protección Financiera al Consumidor. La ley obliga a las universidades a orientar a los estudiantes sobre sus ociones y sus derechos como clientes. La documentación utilizada en los paquetes de ayuda finaciera y por las companía cobradoras debe ser estandarizada y transparente.

Para atacar la creciente deuda, economistas sugieren que el porcentaje de cobro debería aumentar a medida que los profesionales ganen más. Otras recomendaciones incluyen descualificar de las ofertas de financiamiento a escuelas que no produzcan profesionales que puedan pagar al menos un 10% mensual de sus salarios para la deuda y entre las más controversiales, no prestar dinero a aquellos que estudian carreras con poca demanda.