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Investigan negligencia en muerte de bebés por bacterias

Aunque Shanik Merced Santana sólo estuvo 29 semanas desarrollándose en el vientre de su madre, 14 días luego de su nacimiento había aumenado tres libras. Sin embargo, a partir de ese momento, su madre, Sharlotte Santana, explicó que la bebé comenzó a hincharse, no se movía como antes y estaba pálida.

Santana aeguró que en dos ocasiones posterior a al deterioro de la infante, el personal del Hospital Pediátrico Universitario en Río Piedras, donde estaba internada la bebé, le indicó que su niña había adquirido una bacteria. Ese fin de semana, el primero del mes, junto a Shanik murieron tres infantes más en la misma instalación hospitalaria.

Tanto la mujer como su esposo y padre del bebé, Albert Merced, declararon a este medio que observaron al personal de enfermería sin bata, ni guantes protectores manejando a los recién nacidos sin lavarse las manos entre faena y faena. Merced radicó una querella en la Oficina del Procurador de la Salud quien ya investiga el caso, según dijo.

Casos en los que mueren varios infantes a causa de bacterias adquiridas en hospitales se repiten todas las décadas, contó el pediatra Lidy López, quien fuera perito en la investigación del Departamento de Salud sobre ocho muertes de bebés en la década del noventa en el Hospital Municipal de Bayamón.

'El que mueran cuatro de cantazo llama la atención, es lo menos que se puede decir, porque puede ser una coincidencia o que la unidad esté contaminada. Hay que ir caso por caso', señaló López.

El galeno manifestó que todos los hospitales están llenos de bacterias nosocomiales, o ecosistemas de bacterias que se van creando en el hospital como consecuencia de la utilización de múltiples antibióticos y por ende son resistentes a los mismos.

'Se va generando una flora peligrosa porque cuando te da una infección es muy difícil combatir', comentó el médico.

López dijo que ante esta realidad, todos los hospitales tienen un protocolo de control que incluye lavarse las manos, mantener las temperaturas apropiadas en las salas y en las neveras, la esterilización de las cunas, los tubos, las mascarillas de terapia respiratoria, la utilización de guantes, etc...Sin embargo, el pediatra aclaró que para demostrar que en el incidente reciente hubo negligencia en el hospital, el DS tendría que evidenciar con preponderancia de prueba o 'overwhelming evidence' que en cada uno de los casos no se siguió algún paso dentro de los protocolos de esterilización. Cuando López fue perito, lo pudieron demostrar y la unidad de cuidado prenatal cerró.

'Es difícil a menos que puedas establecer un patrón en los cultivos de todo lo que se utilizó con la niña... Se ha determinado que el mayor factor de contaminación es no lavarse las manos. O sea, la enfermera entró al baño hizo caca y no se lavó las manos. Vino de su casa, tuvo relaciones sexuales con su marido, no se lavó las manos, y vino a tocar el bebé... Toca cuanta cosa en la unidad, que deben haber bacterias por las cuatro esquinas, y luego atiende al bebé', expresó quien lleva en la profesión 44 años.

López señaló que las bacterias se reproducen en todos lados, al punto de que un 20% de la població en su boca porta de meningococos, o bacterias causantes de meningitis que pudiera terminar con la vida de alguien entre 24 y 48 horas.

Precisamente, la madre de Shanik se quejó de que en el Hospital Pediátrico en los pasillos había aire acondicionado pero en donde tenían a los bebés hacía mucho calor. Santana también dijo haber notado que las enfermeras no utilizaban guantes.

Hoy Margarita Casalduc, portavoz del Hospital, contestó que 'las temperaturas están conforme a los requisitos que se les exige a una institución hospitalaria'. López destacó que la sala se debe sentir tan fría como una nevera.

Por otro lado, Santana contó que los cultivos que se le realizaron a Shanik para determinar qué bacterias tenía, llegaron justo después que la bebé falleciera. Los resultados de la bebé fueron los mismos que los de otro infante que también murió y evidenciaron que en sus cuerpecitos había E. coli y Enterococcus faecalis.

López dijo que el E.coli se encuentra en la escreta y que los Enterococcus faecalis se alojan en el tracto intestinal y también son indicadores de contaminación fecal.

Para el médico, la tardanza en los resultados de los estudios que le realizaron a la bebé no debió ser un factor directo en su muerte pues ante sus síntomas, en la práctica, se hace un diagnostico clínico que se supone lleve a los doctores a administrar los antibióticos adecuados.

La data más reciente del DS, reveló que en 2008 en Puerto Rico se reportaron 15 muertes infantiles por septicemia, o infección en la sangre por bacterias o toxinas, en niños con un periodo de 36 semanas o menos. La información específica de Centro Médico no pudo ser divulgada por motivos de confidencialidad.

López enfatizó en que la situación de los bebés prematuros es sumamente delicada y que la tecnología ha permitido aumentar la supervivencia en casos de hasta 25 semanas, lo que antes era considerado como un aborto.

'Tienes más posibilidaes de morirte en el primer mes de tu vida, que los próximos 38 años', apuntó el pediatra.

Entretanto las explicaciones no son suficientes para la madre de Shanik, quien sólo pide que el DS investigue para que no mueran más bebitos. Lo último que le contestaron en la institución fue que la bebé se había contaminado al pasar por la vía vaginal durante el parto.