Un marino mercante jamaiquino demandó al Municipio de San Juan en el Tribunal Federal por los daños sufridos cuando lo impactó un vehículo de motor en el área de la construcción de Bahía Urbana, lo cual el demandante adjudica a la falta de medidas de seguridad, de iluminación, y de aceras en los tramos de la avenida Fernández Juncos que cubren el proyecto.

La demanda, en la que se reclama compensación por $22 millones, contiene alegaciones similares a las que se han hecho recientemente en otras construcciones de obras públicas, como la remodelación de la marginal de la avenida Baldorioty de Castro, y en las que se señala a la falta de pasos peatonales y la mala iluminación.

El marino jamaiquino Grandvill D. Lawes caminaba por el Muelle 9 el 22 de octubre de 2011 a eso de las 7:50 pm de regreso a su barco cuando lo impactó Rafaela Riviere Andino con su Toyota Forerunner, impulsando su cuerpo a 50 pies del lugar de impacto.

Tras cuatro meses hospitalizado, Lawes alega que su condición médica requerirá tratamiento de por vida y que tiene dificultades para comer, hablar, y caminar.

'El proyecto simplemente no provee para el paso peatonal, particularmente en la noche, cuando el diseño o las circunstancias llevaron a que apagaran las lices en ese tramo de la avenida Fernández Juncos', se argumenta en el escrito sometido el jueves pasado.

Sobre los choferes, se dice que 'no hay letreros de queel área está bajo construcción, no hay letreros para que los choferes reduzcan la velocidad, no hay advertencia de que las aceras están obstruidas y de que los peatones tendrían que cruzar la calle, (y) no se alerta de la falta de iluminación'.

Además del ayuntamiento capitalino, están demandados los contratistas Q. B. Construction, y Constructora Santiago Corp. II.