Un cambio generacional entre los criminales en Puerto Rico ha desatado un mayor nivel de violencia en las calles del país, llevando hasta la comunidad de confinados a estar en alerta.

El licenciado Damián Planas, quién en su práctica privada ha representado legalmente a la población de confinados por los pasados 20 años y ha sido portavoz de la Asociación Pro Derechos y Rehabilitación del Confinado (ÑETA) sostuvo que estos jóvenes se sienten que son parte de una subcultura que está aislada del resto de la sociedad. El problema es que las mentes de estos jóvenes que se crían sin estructuras ni disciplinas, 'pueden ser una bomba ready para explotar', y el nivel de violencia que pudieran cometer es uno sin precedente.

'El criminal viejo de Puerto Rico, el que muchos de ellos todavía no han sido cogido y otros están en las cárceles, en otras palabras la criminalidad conservadora, tenían unos códigos de conducta criminal, tenía un honor por así decirlo, en sus ejecutorias criminales. Había un orden, había una estrategia, habían unas estratas de comando y había un respeto entre los criminales. Pero qué pasa, eso se ha estado perdiendo en la última década y media, porque como toda especie, al momento de que se le introduce una especie nueva, va a tener unos cambios que podrían ser irreversibles en ese ambiente. Tenemos la introducción de unos elementos nuevos, unos jóvenes que podrían o no ser de Puerto Rico, podrían ser de Santo Domingo, podrían ser de Colombia, podrían ser de Venezuela, y aunque no hayan sido (criminalesd) en sus respectivos países, vienen con un bagaje de experiencia de cómo en sus respectivos países se hace la criminalidad', explicó.

Al no conseguir trabajo en la isla se ven inmersos en esta subcultura, donde para congraciarse con los jefes de los puntos droga, terminan actuando con un alto nivel de agresividad.

'Él está tratando de congraciarse en una subcultura totalmente distinta a la que él viene, y tiene que competir con los criminales puertorriqueños, pues qué él va hacer, él va a traer los elementos de lo que él aprendió por allá, aunque nunca lo practicó como tal. Esa es la introducción de los elementos nuevos de la nueva criminalidad en Puerto Rico, donde están rechazando y echando para un lado aquellos código de ética criminal, de que si yo tengo que matar a una persona, no la voy a matar al frente de su familia, yo lo mato solo. Yo no lo voy a matar a las doce del día en un parking de Plaza Las Américas', observó.

En los últimos dos años han sido varios los incidentes de tiroteo en las principales vías públicas del país en horarios bastante concurridos, como en el expreso Román Baldorioty de Castro y la avenida San Patricio, entre otras.

'Piense usted que debe o no existir dentro de la mente de ese sicario, cuando le importa absolutamente nada las posibles consecuencias. Y quién le garantiza que lo van a coger, por eso se atreven a disparar a las doce del día', añadió.

Para Planas esto es una 'transmutación', que va dirigiendo la criminalidad en la isla a algo mucho peor. Este elemento termina siendo sumamente arrasador cuando los que están a cargo de estas organizaciones criminales son jóvenes con 18 años o menos.

'Acuérdese que la competencia es quién va a ser más agresivo, más efectivo y va a ejecutar el trabajo independientemente del otro', subrayó.

Planas aseguró que la población de confinados en términos generales se ha percatado de estos cambios, y en su mayoría no promueven este tipo de violencia.

'Los criminales conservadores repudian este tipo de violencia tan excesiva, y yo me atrevería a decir que ellos entienden que están degradando la imagen del criminal en Puerto Rico', determinó.

En octubre del 2011 los ÑETA enviaron una carta abierta a los medios de comunicación en la que advertían que 'estamos en contra de las muertes de niños y personas inocentes por las guerras en la calle. Exhortamos a los Caciques en los residenciales, barriadas y avenidas que le adviertan a sus indios que eliminen la práctica de disparar indiscriminadamente a mansalva, destruyendo vidas de niños inocentes y ciudadanos profesionales, con una vida productiva por delante'.

Planas indicó que cuando estos jóvenes llegan a las cárceles otra vez estarán en unos subgrupos distintos al resto de la población penal, al encontrarse con una inmensa mayoría de presos conservadores.

'Esos muchachos van a también tener problemas en las cárceles de Puerto Rico, hasta que ellos dentro de 40 a 50 años logren ser la mayoría, porque los presos viejos van a morir. Mientras eso no ocurra, ellos siguen siendo minoría y son aislados, porque no son de la misma generación', estableció.

Ante este cuadro recomendó que se refuercen las bases desde la familia, que se les brinde alternativas a estos jóvenes para combatir el ocio y que el Gobierno sea más eficiente en brindar oportunidades de empleos a temprana edad, para que sientan que son parte de la sociedad.

En otros aspectos rechazó que imponer mayor severidad en las penas, como propone el nuevo Código Penal aprobado en días reciente en la Legislatura y que el gobernador Luis Fortuño ha adelantado que convertirá en ley, logre frenar la ola criminal que arropa al país.

Tampoco cree que por medio del referéndum del próximo agosto, que pretende enmendar la Constitución para que los jueces tengan la discreción de denegar las fianza en ciertos casos de asesinato, sea un disuasivo para que criminal cometa un delito.

Para Planas dicho referéndum es 'un error garrafal', que trastoca los derechos constitucionales y abre la puerta a que el Gobierno implemente más medidas que van en contra de los ciudadanos.

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'Yo me sentí morir' (vídeo)

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*Con la serie 'Más allá del disparo' que comienza hoy en NotiCel, nuestro equipo de periodistas le trae una exposición de las muchas ramificaciones que tiene el problema de la criminalidad en Puerto Rico. Espere testimonios de víctimas y victimarios, análisis del efecto económico, fiscalización de las actuaciones gubernamentales y más. Toda esta semana en NotiCel.com