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Más allá del disparo: Economía enredada en la criminalidad

Mientras la criminalidad se dispara en el país, uno de sus efectos más directos es en la economía, tanto por el lado de cómo el crimen afecta los niveles de competitividad de nuestra isla a nivel global, como por el lado de cómo se invierte en productos y servicios para combatir el crimen. La otra manifestación económica más cotidiana de la criminalidad es la cantidad de dinero que se mueve informalmente sin que pase por el sistema legal.

Por su posición geográfica,la isla es puerto de transbordo de la droga que viene del sur hacia el norte. El jefe del Drug Enforcement Administration (DEA) para la región del Caribe, Pedro Janer, ha reconocido que esto se debe a que el gobierno de Estados Unidos, en aras de reforzar la frontera mexicana, ha dejado espacio para que las organizaciones de narcotráfico, principalmente de Colombia, pusieran en su mirilla al Caribe para entrar cocaína a terreno estadounidense.

El doctor José Alameda, catedrático del Departamento de Economía de la Universidad de Puerto Rico, Recinto Universitario de Mayagüez, destacó a NotiCel por qué el narcotráfico es un obstáculo para mejorar el índice de competitividad de la Isla.

Alameda hizo la comparación entre Puerto Rico y México, de cómo la economía está íntimamente atada al narcotráfico y su relación con la criminalidad, que ha alcanzado cifras alarmantes en los últimos años. En el 2010 hubo 983 asesinatos en Puerto Rico, en el 2011 fue la cifra récord de 1,135 asesinatos y, tan solo en las últimas martes 24 de julio, ocurrieron 10 asesinatos.

Puerto Rico resulta con el peor escenario de asesinatos al comparar con México, que tiene una tasa de homicidios intencionados de 18.1 por cada 100,000 personas. Y pone a la isla es una situación muy parecida a países como Brasil, Panamá, Santa Lucía, Santo Domingo y Sudán. Hay que recordar que Sudán ha estado recientemente en combate con Sudán del Sur por el control de las riquezas provenientes del petróleo.

Por su parte, el economista Argeo Quiñones, profesor de la Universidad de Puerto Rico, planteó que el informe 'The Global Competitiveness Report' del World Economic Forum, colocó a la Isla con una de las peores posiciones en cuanto al costo del crimen y la violencia para los negocios, uno de los doce pilares que determina su clima de competitividad.

El estudio estableció que en el año 2011-2012, Puerto Rico tenía la posición 115 al comparar con otros 142 países. Asimismo, el informe ponía a la Isla en la posición 80, al evaluar la variable del crimen organizado y compararlo con otros 141 países.

Sin embargo, en términos generales del índice de competitividad, indicó que el país tenía la posición 35, lo que demuestra una reducción al comparar con años anteriores.

Quiñones trajo a la atención que el Gobierno no le ha prestado importancia a estas variables y que en cambio solo se enfocó en trabajar con la variable de la carga de las regulaciones gubernamentales en el índice de competitividad, para justificar la Ley para la Reforma del Proceso de Permisos de Puerto Rico, aprobada en el 2009.

'Esta visión engrana con la consigna de 'gigantismo gubernamental', que sirvió de justificación ideológica para el despido de decenas de miles de empleados públicos, lo que agravó la crisis, el desempleo y la incidencia criminal en el país. El meollo del asunto está en que la sociedad puertorriqueña y sus principales instituciones económicas y gubernamentales están plagadas por la falta de transparencia y el crimen de cuello blanco, principalmente la corrupción, como ha demostrado un estudio reciente realizado por profesores y profesoras de la Facultad de Ciencias Sociales de la UPR, Recinto de Río Piedras', apuntó.

A su vez, destacó que el problema del narcotráfico en Puerto Rico va mucho más allá de la guerra entre los puntos de droga y la incidencia criminal. Detrás de ese telón están los llamados criminales de cuello blanco, aquellos que lavan el dinero producto del narcotráfico por medio de la banca, los bienes raíces, las compañías de seguro, los carros de lujo, las joyas, entre otros.

Para Quiñones, es el problema de la desigualdad social, específicamente en la distribución de las riquezas, de ingresos y de oportunidades, lo que ha llevado a un alza en la criminalidad común y la de cuello blanco.

Ambos, dijo, están íntimamente relacionados en dos formas principales. Primero por el mimetismo, que lleva al ciudadano común a emular la conducta de los poderosos y llamados a dar el ejemplo, y segundo por lo que resulta evidente, y es que el alcance del crimen y la violencia en Puerto Rico, en cualquiera de sus modalidades, no sería viable sin la anuencia de las principales instituciones llamadas a combatirlas.

'El grave problema de la criminalidad es que le da vida a un complejo comercial y de servicios cuya razón de existencia es la alta incidencia criminal. En segundo lugar, la prevalencia e impunidad de la actividad criminal, cuello blanco y azul, desalienta a las personas y empresas que operan dentro del marco de la ley, resultando en menor productividad, la fuga de talento y la frustración del espíritu empresarial, especialmente entre pequeñas y medianas empresas. Finalmente, tenemos que cuestionar cuál es la relación entre la competitividad y el desarrollo económico cuando un país que ocupa la posición número 35 en el Indice de Competitividad Global 2011-2012, refleja una tasa de homicidios intencionados de 26.2 por cada 100,000 personas, solamente superada por otros 17 países en el mundo en una lista de 207 según la UNODC (United Nations Office on Drugs and Crime), 2010', argumentó.

De otro lado, Alameda recordó que se estima que la economía subterránea en Puerto Rico ronda entre los $13,000 millones y los $14,000 millones, incluyendo el narcotráfico y otras actividades informales que no pagan contribuciones.

De acuerdo a su escrito 'La Economía del bienestar en Puerto Rico: el costo de la criminalidad', los puntos de droga generan más empleo y la remuneración económica es mayor a otros sectores económicos del país. El análisis establece que el negocio de la droga en Puerto Rico genera al menos 15,000 empleos directos y el salario por hora es entre $50 a $80.

'Esto ha fomentado las organizaciones criminales y el hiper-atrofiado crecimiento de la economía subterránea en la Puerto Rico', destaca.

Sin embargo, también supone un incremento en los gastos de corrección para mantener al criminal en una institución penal y la inversión de las empresas y la ciudadanía para tratar de protegerse de la ola criminal.

'Obviamente el aspecto de la criminalidad, el narcotráfico y el robo afecta el clima de inversión de la Isla', puntualizó Alameda. A su juicio, el problema se agudiza porque 'se han perdido los aspectos de la ética del trabajo y de la propiedad'.

Mientras tanto, el doctor Jorge Duany, profesor de Antropología, afirmó que la situación económica que viene afectando al país desde el 2006 está íntimamente relacionado con el incremento de la criminalidad, principalmente en los casos de violencia y de homicidio.

Duany sostuvo que la recesión económica prolongada que ha sufrido la Isla 'ha creado una situación insostenible en términos del aumento del desempleo y de los niveles de pobreza. Y no hay duda que hay una relación muy estrecha entre la situación económica y el aumento de las actividades delictivas y de las actividades que tienen que ver con la economía subterránea, como lo es el tráfico de drogas, pero también otro tipo de actividades que la gente están recurriendo a ellas para sobrevivir frente a la crisis'.

Asimismo, concordó que el sentido de impunidad que existe entre los ciudadanos de alguna manera inciden a que siga en alza la actividad criminal.

'Cuando uno ve la cantidad de recursos que manejan estos grupos en términos de armas y de vehículos versus la falta de eficiencia en la identificación de los culpable y del Departamento de Justicia en general, que no logran esclarecer la inmensa mayoría de los crímenes, pues uno se da cuenta que efectivamente es muy factible para alguien que decida cometer un crimen hacerlo sin temerle a las consecuencias, porque contrario a lo que dice el refrán, el crimen sí paga, los resultados que obtienen las personas que se dedican a este tipo de actividad es mucho más deseable para ellos que las consecuencias negativas que puedan tener', puntualizó.

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*Con la serie 'Más allá del disparo', nuestro equipo de periodistas le trae una exposición de las muchas ramificaciones que tiene el problema de la criminalidad en Puerto Rico. Espere testimonios de víctimas y victimarios, análisis del efecto económico, fiscalización de las actuaciones gubernamentales y más. Toda esta semana en NotiCel.com

(Roso Sabalones/NotiCel)
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