Ambientalistas insisten en cierre de recicladora de baterías
En las vistas públicas realizadas el jueves en torno a The Battery Recycling Company Inc. (TBRCI) residentes de Arecibo, líderes comunitarios y grupos ambientales se expresaron en contra de que se le entregue permisos por falta de documentación y evaluación de impacto ambiental.
Aún más, los presentes pidieron el cierre de la planta por no seguir regulaciones y afectar la salud de las comunidades de Arecibo con emisiones de plomo.
La compañía TBRC lleva cabo 3 actividades peligrosas, según ellos: abre la batería para extraer el plomo, incinera sus partes para separar el metal del plástico pvc y funde el metal para refinarlo.
Según los ambientalistas, esta compañía tiene un serio historial de crasas violaciones a las normas federales sobre el manejo de desperdicios peligrosos. Tan reciente como el año 2010, la Agencia Federal de Protección Ambiental (EPA, en adelante, por sus siglas en inglés) tomó acción legal contra TBRC luego de que una investigación realizada por la agencia concluyera que TBRC había violado ciertas leyes y reglamentos federales que regulan el manejo de materiales que contienen plomo y demás desperdicios peligrosos.
'Tomamos nota de que ya en 2004 había evidencia de niveles elevados de plomo en empleados de la compañía. En el 2008, EPA ordenó la investigación de los suelos circundantes, viviendas y negocios cercanos a TBRC, habiéndose encontrado el metal tóxico plomo en un número significativo de muestras. En el 2010, se encontró plomo en sangre de niños de Head Start, familiares de empleados de TBRC, lo cual causó que el Centro de Control de Enfermedades de Atlanta hiciera pruebas adicionales a otros niños y adultos, y un número de ellos también salieran con niveles elevados de plomo en sangre', indicó Ángel González, presidente del Comité de Salud Pública y Ambiental (CSPA) del Colegio de Médicos-Cirujanos de Puerto Rico (CMCPR) durante la vista. Estas violaciones que afectaron la salud humana y ambiental llevaron a la EPA a emitir una serie de multas en el 2011 y a llegar a un acuerdo con la compañía.
Durante la vista, residentes de Arecibo dieron testimonios de la contaminación del plomo en sus hogares. Wilfredo Vélez representante del grupo Ciudadanos en Defensa del Ambiente (CEDDA) y residente de Arecibo indicó que 'solo pararse un ratito frente a las facilidades se darán cuenta de la contaminación, se siente en el aire'.
Iram González residente de la Posa indicó que 'como arecibeño, estoy preocupado por el daño que hace el plomo a la salud del pueblo…en la madrugada cuando me siento en mi balcón siento el ácido sulfúrico en mi boca y el agua de mi casa me produce reacciones alérgicas'.
Varios de los deponentes indicaron la falta de permisos y de una evaluación o declaración de impacto ambiental por parte de TBRC. Esta planta se inaguró en el 1994 pero 'nunca ha tenido un permiso válido porque se autorizó 'un protocolo' (2005) y no una evaluación completa con una DIA y aplicando métodos científicos' declaró la Licenciada Aleida Centeno. Iván Elías ciudadano del área y miembro del grupo CEDDA expresó que 'la acción inicial de estas vistas es ilegal porque no tenemos los documentos adecuados para dar comentarios… si TBRCI opera sin permisos válidos lo descalifica para operar'.
El ciudadano Jesús García y la licenciada Aleida Centeno, de Servicios Legales, presentaron la falta de documentos y permisologías tales como evaluaciones ambientales, declaración de impacto ambiental.
'TBRC no tiene planes de manejo de residuos tóxicos. Cuando esta planta 'reclama' el plomo crea escoria que es un desperdicio tóxico… A la comunidad no se le han divulgado los documentos para hacer una decisión informada' indico Centeno.
Durante la vista no hubo ponencias a favor del proyecto y todos los deponentes rechazaron TBRC y la otorgación de permisos a dicha empresa. 'TBRCI, ha sido consistente, no es una labor empresarial, pero si en la contaminación, la falta de regulación de tóxicos… la salud del pueblo de Arecibo es más valiosa que la producción de esta empresa', puntualizó Adriana González del Sierra Club de Puerto Rico.