Log In


Reset Password
SAN JUAN WEATHER
Ahora

En motín de Capitolio, Figueroa Sancha se desvió de plan y ordenó batallón (documento)

A pesar de advertencias directas que le había hecho Justicia federal sobre falta de controles de esa unidad, el ex Superintendente Jose Figueroa Sancha mandó al Capitolio 10 veces más la cantidad de agentes de Fuerza de Choque que se habían planificado el 30 de junio de 2010 cuando la sesión senatorial de aprobación del presupuesto degeneró en un violento choque en el que los agentes golpearon y aplicaron gas pimienta a un grupo de manifestantes.

La información está consignada en una moción radicada recientemente en el caso federal que la estudiante Rachel Hiskes y el músico de Cultura Profética, Omar Silva, mantienen contra el Estado por los daños que sufrieron ese día a manos de los agentes.

El documento es una oposición a sentencia sumaria que sometió la abogada de los demandantes, Judith Berkan, basándose en las deposiciones hechas hasta ahora. En esas declaraciones también se revela que la orden de moverse en contra de los manifestantes fue dada primero por 'gente del Senado' a los oficiales a cargo del operativo, quienes decidieron no obedecerlas. Pero luego las órdenes vinieron del mismísimo Superintendente y se tuvieron que obedecer, con el resultado ya mencionado. En ese momento, el presidente del Senado era el todavía senador Thomas Rivera Schatz a quien, en un incidente separado, Figueroa Sancha le comunicó personalmente el arresto de un hermano de la entonces esposa del senador.

Figueroa Sancha había recibido las advertencias federales sobre la llamada Fuerza de Choque al menos desde un un año y medio antes de la protesta del 30 de junio del 2010. Las advertencias eran por las violaciones de derechos civiles y la falta de protocolos en la Policía en torno a cómo lidiar con manifestantes y sobre el uso de gas pimienta. El día de incidente, la Policía desplegada en el Capitolio ni siquiera tenía a la mano un megáfono, viéndose obligados a pedir uno prestado a los propios manifestantes, según las deposiciones. Originalmente, al lugar estaba asignado un escuadrón, unos 10 agentes, de dicho cuerpo antimotines, quienes se supone se mantuvieran fuera de la vista del público, pero Figueroa Sancha ordenó la presencia de 100 agentes.

Figueroa Sancha les había dicho que la investigación de Justicia federal era de alta prioridad para él. No obstante, en la Policía no había protocolos en torno a cómo dispersar a las personas durante una manifestación, sobre el uso de fuerza o de gas pimienta. El Superintendente tampoco disciplinó a los oficiales involucrados en el incidente. No fue hasta seis meses después de la protesta que la Policía comenzó a hacer protocolos en torno al tema de derechos civiles.

Hiskes llego al capitolio en el 2010 con otras personas y medios alternos con la idea de cubrir la sesión. Inicialmente, personal de seguridad le informó que no podía entrar porque la sesión estaba cerrada al público. A pesar de que traía carné de prensa, se le notificó que no podía entrar debido a que el mismo no era el del Departamento de Estado. Hiskes dijo que otros medios de prensa si se le permitió la entrada. Según explicó IndyMedia ha tratado de obtener carnes del Departamento de Estado pero no se lo han querido dar.

Hiskes entendía que eso no era razón para que no la dejaran entrar y se sentó con otros manifestantes cerca de la entrada del hemiciclo por donde están los detectores de metales. En el grupo había un observador de Amnistía Internacional. La mujer también se comunicó con la Oficina de Prensa pero la ignoraron.

Hiskes dijo que rehusó irse del lugar y salir del Capitolio porque para ese momento ya había llegado la Fuerza de Choque. Fue entonces que vino un oficial, a quien se le identificó como José Ortiz, y la golpeó. Otra persona, identificada como Manuel Vélez, le echó gas pimienta.

Hiskes fue sacada del Capitolio pero no sin antes recibir unos cinco macanazos en las piernas, brazos y cuello. Un supervisor de la Policía, identificado como Carlos Miranda, tuvo que intervenir con Ortiz para que no la siguiera golpeando.

La mujer, quien salió del Capitolio sin sus zapatos, alega que luego de su experiencia tuvo que ir a psicólogos y recibir medicamentos. El incidente fue grabado por cámaras de seguridad.

De otra parte, Silva dijo que estaba en la Playa del Escambrón y se fue al Capitolio al enterarse que estaban golpeando a estudiantes. El hombre, quien salía al día siguiente en gira con el grupo Cultura Profética, sufrió golpes y heridas en la cabeza al caerle una lata de gas pimienta que había sido disparada por un policía. Silva alega que sufrió suturas en la cabeza y que por un periodo de un mes estuvo sufriendo de mareos.

El agente que le tiró el gas fue identificado como Omar Josué Medina.

Según el documento, un año antes del incidente Figueroa Sancha, quien estuvo 23 años en el FBI, había recibido cartas del Departamento de Justicia federal en torno al uso de fuerza excesiva por parte de la Policía.

Un informe de la policía sobre el incidente destaco que el día en cuestión, a pesar de que Figueroa Sancha estuvo presente, hubo muchos policías dando órdenes a otros lo que causó más confusión. También, el documento alega la existencia de 'amplia evidencia de que Figueroa Sancha ordenó la remoción de los manifestantes y el uso de gas pimienta'.

Moción en caso federal por motín en Capitolio - NotiCel_6835

(NotiCel/NotiCel)
Foto: