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Boston deja a hombre libre por interrogatorio indebido del Juez Fusté (documento)

El Tribunal de Apelaciones del Primer Circuito de Boston dejó libre a un hombre que había sido convicto por conspirar para distribuir drogas al concluir que el 'interrogatorio indebido' de testigos por parte del juez federal Jose A. Fuste y su intervención durante los alegatos finales del juicio, prejuiciaron al jurado en su contra.

No obstante,dentro de la misma decisiónel Tribunal sostuvo la sentencia a cadena perpetua contra otro acusado por ser reincidente. Los dos acusados, Carlos Rivera Rodríguez y Albert Mercado Cruz, fueron parte de un grupo de 64 personas coacusadas de conspiración para distribuir cocaína y marihuana así como medicamentos con receta para uso recreativo en el residencial Práxedes Santiago. Ambos fueron los únicos dos del grupo de 64 personas que optaron por enfrentar juicio en vez de aceptar un acuerdo para declararse culpable.

El Tribunal de Boston encontró que las intervenciones indebidas de Fusté para ayudar a los fiscales mientras interrogaban a testigos cooperadores y durante los argumentos finales de la fiscalía, 'ineludiblemente dieron la apariencia de prejuicio ante el jurado en favor del gobierno y en contra de Rivera Rodríguez'.

El Tribunal entendió que el efecto acumulado de las intervenciones de Fusté para ayudar a la fiscalía en su caso, ocasionaron un serio prejuicio a favor del caso del gobierno y en contra del acusado. De igual modo, entendió que el caso contra Rivera Rodríguez se basaba solo en el testimonio de los dos testigos ya que no había ni videos ni grabaciones que lo inculparan como miembro de la organización. El caso se basaba en si el jurado le creía a los testigos cooperadores o si le creía a Rivera Rodríguez y a la testigo de defensa Keila Flores Ramos.

'El asumir el rol de fiscal durante el interrogatorio de los testigos cooperadores y su uso de preguntas capciosas dirigidas a facilitar el interrogatorio, sin duda, hicieron el juicio más eficiente pero dieron la impresión de que el tribunal favorecía la versión del gobierno de los hechos', declaró el Tribunal en decisión del 4 de agosto pasado.

Para inculpar a Rivera Rodríguez, quien testificó en su propio juicio, el gobierno descansó en el testimonio de dos testigos cooperadores que se habían declarado culpables de los cargos que pesaban contra ellos a cambio de sentencias más lenientes.

Los testigos cooperadores, Pedro Rodríguez Fernández y Adalberto Torres,alegaron que Rivera Rodríguez estableció un sistema de vigilancia para poder advertir a los vendedores del punto cuando se acercaba la policía utilizando 'miradores' que tenían 'scanners' para escuchar a la policía y radio comunicadores.

De otra parte, el testigo de fiscalía José Montañez Santos y la de defensa, Flores Ramos, declararon que Rivera Rodríguez no consumía drogas pero que su hijo era un notorio adicto que se la pasaba en puntos de drogas en el residencial.Al testificar en su propia defensa, Rivera Rodríguez insistió en que interactuaba conlos traficantes de drogas en el punto de drogas sólo para evitar que le vendieran drogas a su hijo.

Aparte del testimonio de los testigos cooperadores, el gobierno presentó en evidencia un radio 'scanner' que era similar, pero no idéntico, a uno que Rivera Rodríguez supuestamente guardaba en su casa y que utilizaba para dirigir el esquema de vigilancia. No obstante, no se obtuvo evidencia de la residencia de Rivera Rodríguez.

Rodríguez Fernández testificó que Rivera Rodríguez tenía dos personas actuando como 'miradores' o vigilantes a la entrada del residencial en el 2006 y que tenían radios para comunicarse. También dijo que Rivera Rodríguez fue corredor de cocaína en el 2007.

Durante el testimonio de Rodríguez Fernández, los fiscales trajeron a colación el acuerdo con fiscalía en donde se declaró culpable. Frustrado por la forma en que los fiscales llevaban a cabo el interrogatorio, el juez intervino con una serie de preguntas que el Tribunal de Apelaciones entendió eran 'capciosas' o dirigidas. El intercambio fue el siguiente:

FUSTÉ: Entonces,déjeme ver si puedo ayudarle. Se declaró culpable delante de mí, verdad?

TESTIGO: Sí.

FUSTÉ: Y yo le expliqué cuáles eran las sanciones que podría recibir si se declaraba culpable

TESTIGO: Sí.

FUSTÉ: Y le explique también que independientemente de lo que su acuerdo dice, yo mantengo la discreción de sentenciarlo en virtud del estatuto de la manera que yo quiera sentenciarlo, Correcto?

TESTIGO: Sí.

FUSTÉ: Y también le expliqué que si usted cooperaba, tenía la obligación de dar completas, veraces, y honestas respuestas a las pregunta,Correcto?

TESTIGO: Sí.

FUSTÉ: Y si no lo hacía, podría enfrentar sanciones adicionales por perjurio o por hacer declaraciones falsas?

TESTIGO: Sí.

FUSTÉ: Y por obstrucción a la justicia?

TESTIGO: Sí.

FUSTÉ: Le dije también que una vez que su cooperación haya terminado, el Gobierno puede o no recomendar que se le dé algún tipo de reducción a su sentencia. Lo entiende?

TESTIGO: Sí.

FUSTÉ: Y entonces me corresponde a mí decidir si lo acepto o no, Correcto?

TESTIGO: Sí.

FUSTÉ: Así que Cuándo usted dice que firmó (para tener una sentencia) de cinco años, esa es su expectativa?

TESTIGO: Sí.

FUSTÉ: Pero podría ser eso o podría ser el triple de eso?

En ese momento, los abogados de defensa objetaron y en una discusión frente al estrado, le recordaron a Fusté que rara vez un testigo cooperador espera una sentencia más alta, siempre espera la más leniente de lo que le ponen en el acuerdo. En ese sentido, el Juez estaba con su línea de interrogatorio haciendo al testigo verse más creíble.

El Tribunal de Boston entendió que no se puede enfatizar ante un jurado el deber del testigo cooperador de decir la verdad sin mencionar o hacer igual énfasis, como lo haría un abogado defensor, del incentivo que tiene el testigo cooperador de ofrecer testimonio, veraz o no, que ayude a los fiscales a conseguir una convicción a cambio de una sentencia más leniente por parte del tribunal.

El juez Fusté también intervino durante el interrogatorio a Torres para enfatizar su deber de decir la verdad y destacar que 'el gobierno siempre espera que él diga la verdad', unas expresiones que a juicio del Tribunal de Boston sirvieron para enaltecer la credibilidad del testigo.

El Juez inapropiadamente intervino en una segunda ocasión con el testimonio de Torres para ayudarlo a identificar la localización de la residencia de Rivera Rodríguez en un exhibit luego de que tuviera dificultades en hacerlo, algo que le corresponde a la fiscalía hacer.

La declaración del Juez, según el Tribunal de Boston, sirvió en efecto para destacar la inconsistencia de los testimonios y ayudar a la fiscalía en su caso. Lo que correspondía, según Boston, era que Fusté instruyera al jurado a que utilizaran el testimonio que ellos recordaban y no lo que los abogados dijeran.

Sentencia del Circuito de Apelaciones de Boston (Juez Fusté) - NotiCel_8080

El juez federal José Fusté (Juan Costa para NotiCel)
Foto: