No es que pobres sean vagos, es que el Gobierno trabaja para los ricos
La culpa no es de los pobres. La pobreza es producto de una crisis estructural, según el presidente del Colegio de Profesionales del Trabajo Social, Larry Emil Alicea, diseñada para beneficiar solamente al Estado y a las clases superiores, que tienen el poder de toma de decisiones o de influir en la política pública.
De esta forma, Alicea exigió la intervención urgente del Gobierno y de todos los sectores sociales para asegurar una sociedad 'más viable para todas y todos'.
La discusión pública en torno a la pobreza casi siempre viene acompañada de una lucha entre clases sociales, donde se percibe a los pobres como 'vagos' y culpables de la carga económica que recae sobre la clase media, pero Alicea recordó que no se puede culpar por los problemas sociales a quienes no son responsables de la elaboración de la política pública. Son las personas en el poder, quienes 'por décadas han perpetuado la pobreza y la desigualdad', dijo.
'Al Gobierno y las estructuras sociales les ha convenido políticamente tener población empobrecida y asegurarse que estas personas se mantengan empobrecidas para perpetuarse en el poder', comentó.
Recordó que los más de seis mil trabajadores sociales también son parte de esa población oprimida, donde el propio sector público y privado contribuye a su desprofesionalización al reclutar a personal para hacer trabajo social, sin necesariamente contar con la preparación. Bajo las categorías de 'manejador de caso', 'técnico', 'líder recreativo', y 'coordinadores de servicios', las empresas y las agencias gubernamentales reclutan a trabajadores sociales en salario mínimo.
'Hay un grupo de gente privilegiada que se está llevando el dinero del país y los que estamos pagando somos la clase trabajadora', denunció.
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