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Superávits y déficits municipales: la mitad se colgó en finanzas

El patrón de deficit que ha caracterizado al Poder Ejecutivo en torno a la administración del presupuesto público se replica tambien en más de la mitad de los municipios, cuyo 51% se encuentra en situación de deficit, mientras el 49% mantiene un superávit.

La sostenibilidad financiera de los municipios tiene poco que ver con el tamaño o el presupuesto que tienen, según comprueban los datos de la Oficina del Comisionado de Asuntos Municipales (OCAM), aunque sí hay una correlación con el área geográfica, con más ayuntamientos en déficit en la región este, mientras que en la zona metropolitana destacan las bonanzas financieras.

Los once municipios con mayor déficit son: Ponce, Cataño, Toa Baja, Arecibo, Manatí, Juncos, Las Piedras, Gurabo, Yabucoa, Ciales y Loíza. Mientras que los once municipios con mayor superávit son: Isabela, Bayamón, San Juan, Caguas, Carolina, Fajardo, Cayey, Barranquitas, Guaynabo, Humacao y Aguadilla.

De aquellos municipios en superávit, se observó una mayor tendencia (36%) entre los que tienen un presupuesto alto, de entre $70 a $135 millones. Por su parte, aquellos municipios en déficit reflejaron una porción más alta (45%) entre los que tienen presupuestos de entre $25 a $70 millones.

La cantidad de empleados municipales es variable tanto en los municipios en superávit como en los de finanzas deficitarias. En cuanto a los que demuestran superávit, el municipio con menos empleados es Barranquitas con 201 empleados (22 de confianza), mientras que San Juan es el que más empleados tiene, con 7,089 en total y 73 de confianza. Por otro lado, los municipios en déficit exhiben un comportamiento similar con 212 empleados en Ciales (19 de confianza) y 2,416 empleados en Ponce (66 de confianza), según los datos del año fiscal 2013.

'Es muy difícil determinar un patrón de déficit. Las causas pueden ser tan variadas como los municipios', mencionó el comisionado Carlos Santini, de la OCAM. 'El cierre de una fábrica puede provocar, en un abrir y cerrar de ojos, que un municipio caiga en déficit. Hay que ver caso a caso, y analizar las circunstancias particulares para hacer un análisis justo de la realidad presupuestaria municipal', agregó.

El cierre de una fábrica implica una reducción de ingresos por patentes municipales con las que contaban, por lo que puede significar un déficit temporero, como ocurrió enBarceloneta.

Expectativas de ingreso con respecto a un proyecto, que después no se cumplen es otra de las razones primordiales de un déficit presupuestario.

Sin embargo, los municipios pequeños, admite Santini, pueden caer en déficit por la dependencia del Gobierno central e insuficiencia de recaudos.

El comisionado de Asuntos Municipales, Carlos Santini. (Josian Bruno Gómez/NotiCel)
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