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Solo una universidad de Puerto Rico en las primeras mil del mundo

El Recinto de Mayagüez (RUM) de la Universidad de Puerto Rico (UPR) es la única institución de educación superior puertorriqueña que aparece en la lista de las mejores 1,000 universidades del mundo en el 2015 según el Center for World University Rankings (CWUR), en la que ocupa el puesto 962.

La lista encabezada por Harvard, Stanford, Massachussets Institute of Technology, Cambridge y Oxford, cuenta con representación de 59 países, de los cuales Estados Unidos, China, Japón, Reino Unido y Alemania son las naciones que más universidades figuran en el sistema de medición de éxito educativo.

En el caso de la región latinoamericana, solo Brasil, Chile, Argentina, Colombia, México, Puerto Rico y Uruguay poseen representación en ranking global, que incluye desde Canadá hasta Malasia, desde Uganda hasta Islandia, desde los Emiratos Árabes hasta Hong Kong.

El CWUR es una organización consultiva con base en Arabia Saudita, que desde el 2012 publica un ranking anual global de las mejores universidades del mundo, basado en lo que perciben como la calidad de la educación y de la facultad, la empleomanía de sus graduados, y la producción de conocimiento.

Sin embargo, las universidades han criticado durante años el proceso que mide la calidad de la educación. 'Los rankings en términos generales no son bien vistos por las universidades, porque enfatizan unos criterios y omiten otros, sin hacer justicia a las instituciones educativas. Hay que cogerlos con pinzas', opina el presidente de la Universidad Interamericana de Puerto Rico, Manuel J. Fernós.

Fernós admitió que la Inter se unía al coro de los críticos de los rankings, e incluso se negó durante años a llenar formularios para entrar en la competencia, sin embargo, debido a que ahora ofrecen cursos a distancia y se proponen atraer estudiantes de otros países, que muy probablemente sí basan su criterio en los rankings, han tomado la decisión, de ahora en adelante, de llenar los cuestionarios de algunas de esas entidades consultivas.

'Los rankings los usan los estudiantes y cada vez se están usando más, ante una realidad de una economía globalizada, de una mayor movilidad estudiantil, del aumento de la oferta académica a través de internet y educación a distancia. Ese tipo de estudiante quiere información sobre a qué universidad ir', dijo.

Lo último en la discusión, comenta Fernós, a juzgar por las reuniones que ha sostenido con la Middle States, es que las universidades perciben los ránkings como un mal necesario que ha llegado para quedarse. No obstante, se mantienen críticas de los mismos, y siguen poniendo presión para que mejoren los indicadores.

En el caso de CWUR, obtener premios internacionales son un indicativo crucial para determinar el valor de una institución. Entre los criterios que evalúan, miden la calidad de educación a base de la cantidad de exalumnos que han ganado premios internacionales y medallas en proporción al tamaño de la universidad, y la calidad de la facultad es también medida por el número de académicos que hayan ganado premios y medallas internacionales, como el Premio Nobel.

Por eso, uno de los aspectos más preocupantes de los indicadores es la ventaja que gozan las universidades más costosas, que pueden permitirse con sus nutridos presupuestos, contratar a profesores que hayan obtenido Premios Nobel, lo cual las ubica inmediatamente en un escalón superior del ranking, criticó Fernós.

Además, para medir el éxito educativo, evalúan los empleos de los exalumnos, obteniendo la universidad mejores puntuaciones, si sus graduados ocupan posiciones de principal oficial ejecutivo (CEO) en las compañías más importantes del mundo. Estos tres criterios mencionados son los de mayor peso para determinar el lugar de una institución de educación superior en el ranking.

También se remiten a la producción de conocimiento, aunque con menos peso, evaluando la cantidad de publicaciones o de trabajos investigativos que aparezcan en revistas académicas de renombre o que ejerzan gran influencia, así como el número de citas y de patentes registradas.

Así se une a muchos de los rankings que toman la investigación como un pilar para determinar si una universidad posee una educación de excelencia o no. Sin embargo, existen universidades con un norte más bien profesional, notó Fernós, como es el caso de las privadas de Puerto Rico, que se dedican principalmente a impartir conocimiento para preparar a sus estudiantes en el mundo profesional.

'En las universidades privadas dependemos del ingreso de la matrícula y tenemos que devolver eso en servicios al estudiante. La investigación que hacemos va a estar limitada por el presupuesto', explica Fernós. En el caso de la Universidad de Puerto Rico, con un presupuesto mayor, existe un mayor enfoque investigativoorientado a la producción de conocimiento.

Como otro de los renglones, cuando evalúan las bibliotecas, nota Fernós, toman en consideración los libros y revistas en habla inglesa, por lo que las universidades latinoamericanas tienden a sufrir también desventajas.

'Hay que cogerlos con pinzas, somos todos críticos de los rankings', repite Fernós. 'Pero la realidad es que los criticamos, pero no nos molesta aparecer', bromea en serio.