Los viejos se ven obligados a seguir trabajando
La mayoría de los empleados puertorriqueños esperan trabajar más allá de los 65 años de edad, no tienen expectativa en cuanto a su edad de retiro y no tiene un plan concreto de jubilación, reveló un estudio comisionado por la organización AARP, presentado en una vista pública legislativa.
El estudio fue presentado por Jose Acarón Rodríguez, director estatal de AARP, lleva por título 'Encuesta a empleados activos y jubilados entre los 35 y los 64 años' y fue realizada entre diciembre de 2016 y enero de 2017.
En cuanto a las expectativas de los futuros jubilados, el estudio reflejó que dos terceras partes (sobre 65%) de los empleados entre los 35 y 64 años tienen el anhelo de algún día retirarse por completo y no tener que volver a trabajar, pero solamente uno de cada cinco (19%) se siente confiado de que podrán alcanzar ese anhelo.
De acuerdo con Acarón Rodríguez, el plan de jubilación de esos encuestados es seguir trabajando. 'Cerca de un 60% así lo afirmó. Sólo un 27% dijo tener la expectativa de poder dejar de trabajar por completo', dijo el ejecutivo.
'Entre otras cosas, esta estadística revela lo diametralmente opuesta que ha sido la política pública del país en cuanto a retiro, cuando hasta el otro día jubilábamos a nuestros servidores públicos a los 55 años, en plena etapa productiva', agregó.
Pero esa expectativa de trabajo más allá de la edad de retiro va acompañada, según Acarón Rodríguez, de ansiedad e incertidumbre en cuanto a si la persona podrá contar o no con suficiente dinero para vivir cómodamente en su jubilación.
Seis de cada diez empleados activos manifestaron sentirse desde moderadamente (32%) hasta muy o extremadamente ansiosos (29%) sobre sus prospectos de bienestar financiero en el retiro.
'Ante estas preocupaciones e incertidumbres, uno pensaría que el individuo entonces se ocuparía de planificar y tomar las medidas para enfrentar su situación. Lamentablemente no es así. Los encuestados reflejan una falta alarmante de preparación, tanto para situaciones económicas inesperadas, como para la jubilación', afirmó el director de AARP Puerto Rico.
En cuanto a su 'fondo de emergencia' (dinero en efectivo a la mano o en su cuenta de ahorros y cheques, sin contar prestamos o tarjetas de credito), un 30% dijo no tener más de $200 dólares, 22% no más de $400 dólares y 9% no más de $500 dólares.
'Esto denota una dependencia excesiva en el credito y en tomar prestado, lo cual no hace otra cosa que mermar más aún los ingresos futuros de la persona'.
La vista pública fue de la Comisión senatorial de Rehabilitación Social y Económica, que busca, entre otras cosas, identificar estrategias y alianzas dirigidas a fortalecer la seguridad financiera individual de esta población para generar un impacto positivo en la economía del país.
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Muchos adultos mayores ya no tienen expectativas de jubilación y no tienen un plan concreto para ello. (Archivo / NotiCel)