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Vidas de damnificados por María aún penden de un hilo

Más allá del debate no resuelto sobre el número de muertes provocadas por el huracán María en Puerto Rico, las vidas de miles damnificados siguen en peligro.

Las circunstancias que causaron las defunciones vinculadas al huracán - que al momento se estima que oscilan entre las 1,000 y las 5,000 víctimas - siguen presentes a casi nueve meses del desastre en sectores urbanos y rurales alrededor de la isla grande y en las islas municipio de Vieques y Culebra.

Durante los pasados seis meses el Centro de Periodismo Investigativo (CPI) y qz.com - un medio especializado en periodismo de datos - recopilaron los nombres, información demográfica, y datos relacionados tanto a las causas clínicas de muerte como a las circunstancias vinculadas a María que detonaron las muertes de 193 personas. La información, recogida entre diciembre de 2017 y abril de 2018 a traves de un formulario desarrollado por ambos medios y expertos en salud pública, fue provista por familiares directos en el 95% de los casos y más de la mitad de ellos fueron validados con entrevistas telefónicas. El 47% de los validados proveyó además evidencia documental de la muerte como certificado de defunción y tarjetas de funerarias. En las pasadas semanas, se han recogido 45 casos adicionales que están en proceso de validación.

Los 193 casos documentados por el formulario hasta abril y los 45 recien llegados, se suman a los 64 casos certificados por el gobierno hasta la fecha y a los 68 que habían sido recopilados por el CPI hasta noviembre, a excepción de seis que resultaron duplicados. Usando las tres listas de muertes que han sido expresamente relacionadas al desastre natural, retirando los duplicados, las víctimas suman ya 364.

Sobre la baja cifra en la que se mantiene el conteo oficial, el secretario de Seguridad Pública Hector Pesquera dijo que 'el gobierno de Puerto Rico aguarda por los resultados del estudio delegado a la Universidad de George Washington.

El formulario logró documentar informes de muertes en 60 de los 78 municipios de Puerto Rico. Una de las limitaciones del mismo fue que al ser electrónico y basado en la iniciativa de los participantes, produce un sesgo hacia las personas que tuvieron los medios para reportar los casos de sus familiares, en lugares que tenían acceso a Internet, por lo que la muestra se desvía hacia personas con un nivel socioeconómico más alto que el promedio de Puerto Rico. Asimismo, es notable que los municipios que aún reportan problemas de servicio electrico y de acceso a comunicaciones resultaron con poca o ninguna participación.

El CPI se dirigió en los pasados días a media docena de estos municipios poco representados en la muestra y pudo evidenciar que en efecto los problemas persisten, la mortalidad y vulnerabilidad son altas, y el acceso a Internet de estas poblaciones poco o ninguno.

'(Los municipios no representados) todos van a tener algo en común, sus sistemas no están trabajando bien. Estamos teniendo aún serios problemas de comunicación, explicó el alcalde de Yabucoa, Rafael Surillo, quien ha constatado un aumento significativo en muertes en su pueblo por el alto volumen de entierros.

Darlene Rivera, administradora del Cementerio Municipal e hija de una víctima del huracán, confirmó al CPI la alta tasa de mortalidad indicando que en octubre se duplicaron los sepelios y el alza, aunque ha ido mermando, continuaba hasta mayo.

Las muertes se dispararon a tal nivel que tuvieron que construir nuevas fosas justo despues del ciclón y las siguen construyendo, atestiguó el CPI.

El CPI y qz.com analizaron los datos de los casos validados y encontraron tendencias claras sobre las circunstancias específicas, cambios y disloques provocados por el desastre, como falta de electricidad, que dispararon las causas clínicas de muerte, como serían ataques al corazón o fallos respiratorios. La información demográfica y tendencias de los casos validados resultó consistente con las de los casos no validados.

El 79% de las muertes se concentró casi en igual proporción entre personas de 60 a 100 años, con una mediana de 76 años para el total de la muestra. Otro 19% de las muertes se concentró en adultos en edad productiva de 40 a 60 años.

La falta de electricidad fue la principal razón citada como el mecanismo subyacente que provocó la muerte, seguida por falta de acceso a tratamiento medico, y luego por daños ocasionados por el huracán, como inundaciones, derrumbes, y daños a estructuras y carreteras.

La muestra tambien revela que sobre el 60% de las muertes vinculadas al huracán ocurrieron en los hospitales, CDTs y asilos del país por problemas de acceso a servicios básicos en estas facilidades u otras dependencias de servicios de salud. Previo al deceso en estas facilidades, muchas de las víctimas habían acudido en vano a buscar servicios ambulatorios a otros proveedores tales como farmacias, oficinas de medicos generalistas y especialistas, centros de tratamientos especializados de diálisis y quimioterapia. La mayoría de estas facilidades no estaban prestando servicios vitales o tuvieron que cerrar sus puertas quedando los pacientes a la deriva.

El presidente del Colegio de Medicos Cirujanos de Puerto Rico, Víctor Ramos, confirmó al CPI que alrededor de 1,000 oficinas medicas tuvieron que cerrar a raíz de María por daños estructurales y por falta de electricidad. Tambien, indicó que el evento aceleró aún más la fuga de medicos que viene experimentando Puerto Rico hace años, agravando la insuficiencia de profesionales que impide que los hospitales puedan cumplir con las cuotas mínimas requeridas de personal especializado en sus salas de emergencia para atender adecuadamente a los pacientes.

'La disponibilidad (de especialistas) está limitada. A mí me preocupa. Hay que hacer maravillas para cubrir las necesidades mínimas en los hospitales', sostuvo el Dr. Ramos en entrevista, lo cual indica que este es un problema latente a nueve meses del huracán.

Entre los problemas específicos de servicios de salud denunciados en los formularios, tanto en facilidades de salud como en sus hogares, figuran fallas en equipos medicos o imposibilidad de utilizarlos por falta de electricidad, condiciones insalubres por la humedad y el calor, falta de suplidos como oxígeno y medicamentos, e imposibilidad de refrigerar medicamentos. Estas situaciones continuaron ocurriendo meses despues del paso de María.

El 33% de las muertes documentadas ocurrieron en las residencias de los difuntos, frecuentemente vinculadas a lesiones debido a accidentes por falta de iluminación, a caídas y a fallos cardíacos por esfuerzos extraordinarios en labores tales como el recogido de escombros y la contención de inundaciones. Tambien se reportaron sobre tres decenas de muertes por falta de agua y comida.

Las víctimas restantes en la muestra murieron en otros lugares tales como vías públicas, ya fuese mientras se intentaba transportar los pacientes a algún hospital que pudiese recibirlo o debido a accidentes por las malas condiciones en que quedaron las carreteras tras la tormenta.

Lea este reportaje completo en http://periodismoinvestigativo.com/

Imagen de la deteriorada instalación del CDT de Vieques. (Foto suministrada por el Centro de Periodismo Investigativo)

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