Testimonio comprometedor en vista contra mucama
La segunda testigo que declaró en la vista contra Aída de los Santos Pineda, imputada de asesinar a Georgina Ortiz, esposa de el exjuez del Tribunal Supremo, Carlos Irrizary Yunque, Marangely Merced, pareja del nieto de Santos Pineda, hizo revelaciones comprometedoras al precisar que dos días despues del asesinato, Santos Pineda le pidió que llevara unas prendas, que ella entiende eran de Georgina por las iniciales que tenían, a un lugar para que borraran las iniciales y luego las llevara a empeñar y enviara el dinero a Santo Domingo. Aseveró que siguió las instrucciones y obtuvo $1;400.
La licenciada Lucille Borges, uno de los tes abogados de Defensa, rechazó a la prensa que le preocupe todo lo relacionado a las presuntas prendas de Ortíz que estaban en poder de de los Santos Pineda.
'No nos precupa, porque si se hubiesen robado unas prendas de esa residencia se hubieran radicado cargos. Aquí hay alguien que podría identificar si se robaron alguna prenda de alli. Y quién es esa persona? El esposo de la difunta. Eso quedará aclarado en su momento', determinó.
Por su parte, la fiscal Elba Acevedo negó que se intente traer por los pelos a de los Santos Pineda para involucrarla en el asesinato. Añadió que la investigación sigue abierta para identificar otras personas involucradas.
La vista inició con una nueva jueza, la magistrada Elizabeth Linares, quien tendrá a su cargo el caso.
El primer testigo que sentó a declarar el Ministerio Público fue Katherine Romero, nieta de la mujer.
Romero afirmó que su abuela trabajaba como ama de llaves en el Condominio Laguna Terrace, en Condado, en la casa de 'Doña Gina'. Recordó que el 17 de agosto de 2010, su abuela se fue a trabajar. Alrededor de las 3 pm salió a buscar a su abuela con su cuñada, Marangelly Merced, al trabajo. Y en el trayecto se toparon con un 'tapón', por lo que se demoraron un poco.
Al llegar notó que su abuela estaba molesta por la tardanza y se había cambiado el pantalón con el que salió por la mañana. También, llevaba una bolsa plástica en la mano, cuyo contenido no era visible.
Esa misma noche, mientras veían televisión, continuó relatando Romero, llegaron a la residencia en Las Monjas varios agentes procurando por su abuela. Tras hablar con ella, dijeron que se la tenían que llevar. Así las cosas, primero fue trasladada al Cuartel General, y luego a otro cuartel que no identificó. Entonces, le avisaron que su abuela sería llevada al Albergue de Víctimas y Testigos.
Durante su testimonio, Romero también manifestó que previo al 17 de agosto del 2010, su abuela le había dicho que 'quería cambiar de trabajo porque tenía conflicto con Gina'.
En el contrainterrogatorio por parte de la Defensa, la joven de 18 años dijo que los conflictos entre su abuela y doña Gina no eran personales, sino de trabajo.
Además, reconoció que no fue hasta cuando prestó una declaración jurada el pasado 13 de enero del 2012, que mencionó que su abuela tenía puesto un mahón distinto al que vestía cuando salió de su residencia el !7 de agosto del 2010 para trabajar.
La segunda testigo que declaró fue Marangely Merced, pareja del nieto de Santos Pineda. Esta explicó que conocía a la mujer como Carmen Pichardo, otro nombre con el que se identificaba por su estatus migratorio.
Merced indicó que con regularidad llevaba y traía a la mujer a su trabajo. Y que para agosto del 2010 llevaba un mes viviendo con ella en la residencia de Las Monjas, pues Frank Romero, su pareja, estaba en Estados Unidos.
En varias instancias la versión de Merced sobre lo que pasó el 17 de agosto del 2010, y cómo vio a Santos Pineda, parecía contradictorio al de Romero.
Merced declaró que 'ella (de los Santos Pineda) me llegó a decir que Doña Georgina era bipolar, que había días que estaba de buen humor y otros de mal humor'.
Añadió que la mujer le había contado que estaba preocupada 'porque Doña Georgina le dijo que se quería quitar la vida, porque un hombre la estaba chantajeando que tenía fotos y vídeos de ella comprometedores. Y doña Carmen le había dicho que le dijera la verdad a don Carlos (Irrizary Yunqué) de lo que estaba pasando'.
Tanto Romero como Merced concordaron que el 17 de agosto cuando recogieron a de los Santos Pineda en su trabajo, la mujer dijo que se sentía mal, que tenía dolor de cabeza.
Merced agregó que la mujer expresó que 'la señora Georgina había jodío mucho'.
Tras las autoridades venir a buscar a de los Santos Pineda y llevársela el día después de recrear la escena, sostuvo que la mujer le narró que ese día, mientras estaba en el apartamento, un hombre trigueño había ido a arreglar un teléfono que la señora Ortíz había comprado. Cuando el hombre llegó, Ortíz mandó a Santos Pineda a bajar unos paquetes porque Irrizary Yunqué iría a buscarlos. Ante el hecho de que Irrizary Yunqué nunca llegó, decidió regresar al apartamento y encontró su cartera afuera, con un llavero sin la llave del apartamento, y decidió marcharse.
También explicó que Santos Pineda le contó que cuando la fiscal le había mostrado unas fotos de la muerte de Ortíz, pudo observar que tenía mutilaciones en el cuerpo y le habían colocado un cuchillo en la mano. Además, la forma en que habían quedado sus manos, parecía que se hubiera defendido.