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Durante el sismo de 6.4 la tierra se movió más rápido de lo que anticipan códigos

Programa de la UPR revela datos tras el sismo

La rapidez con la que se movió el suelo durante el sismo de 6.4 grados fue mucho mayor a la máxima contemplada en el diseño de los edificios en Puerto Rico, según las mediciones preliminares de los registros de aceleraciones en Ponce recopilados por el Programa de Movimiento Fuerte de Puerto Rico del Departamento de Ingeniería Civil del Recinto Universitario de Mayagüez de la Universidad de Puerto Rico (UPR)

A raíz de estos nuevos datos, las autoridades deberían modificar los códigos de construcción para atemperarlos a la fuerza de este terremoto, afirmó el Dr. Luis E. Suárez, Catedrático del Departamento de Ingeniería Civil de la UPR de Mayagüez.

La aceleración del suelo causada por este terremoto fue de 0.4 g, según los datos recopilados por el Programa de Movimiento Fuerte. Esta velocidad supera los 0.2g en los que se basan los códigos de construcción en la isla.

'Las aceleraciones que nuestros instrumentos han medido son superiores a la de los códigos (vigentes). Nos damos cuanta que con la nueva información que hemos recopilado con el sismo de 6.4 grados del 7 enero de 2020 ese espectro hay que modificarlo. Esto es un hallazgo preliminar que se debe trabajar por las agencias pertinentes y expertos, pero hemos encontrado que no es adecuada la actual', dijo Suárez en entrevista con NotiCel.

La aceleración del suelo es la rapidez con la que se moverán las partículas de la tierra al momento de un sismo. El Dr. Suárez afirmó que conocer ese detalle es imprescindible para diseñar estructuras que resistan un nuevo sismo, ya que la fuerza de una estructura se calcula con la masa de la estructura y la aceleración del suelo.

Al momento de establecer los códigos de construcción se toma en cuenta el peso que tendría que sostener el edificio, ya sea por la cantidad de personas que recibirá, el mobiliario que tendría que sostener, etc. En otras palabras, se utiliza un estimado del peso que el edificio podría recibir para anticipar cómo este se debe construir para que la estructura resista algún sismo.

Se considera además, la fuerza que ejercería un temblor, es decir, cuán rápido se movería el suelo. Esa fuerza, contrario -a la primera- no es fácil de calcular porque no se puede anticipar con exactitud la magnitud del terremoto que podría afectar la estructura.

Para calcular dicha aceleración los expertos incluyen en los códigos unas curvas llamadas Espectros de Diseño.

De acuerdo con el academico, durante un sismo las partículas de la tierra se desplazan, o sea, se mueven. Aseguró que el problema no es que el suelo se mueva, sino que se mueva muy rápido -más de lo que se calculó al momento de su construcción- y la estructura no lo resista como ocurrió en el terremoto de 6.4 grados del pasado 7 de enero.

'Estas curvas están provistas en los códigos de construcción porque uno entra por el eje horizontal llega a la curva y saca la aceleración, que es lo fundamental para diseñar una estructura que resista un terremoto. Era difícil estimar porque no había una referencia reciente', indicó el Catedrático.

Explicó que en Puerto Rico, al igual que en otros lugares donde no había habido sismos recientes, se utiliza la información de movimientos telúricos en otros países con fallas similares. Esta información se adapta y se utiliza para calcular la curva o Espectro de Diseño establecida en los códigos de construcción.

De acuerdo con el Catedrático en Ingeniería Civil, con la información recopilada se debería revisar los códigos de construcción y modificar los parámetros para calcular la aceleración para que sean mayores a los actuales.

Sostuvo que estos cambios en los códigos ocurren en todos los países y jurisdicciones luego de ocurrido un terremoto, ya que lo lógico es que se revise el diseño sísmico para que refleje la nueva realidad. Tal fue el caso de Mexico y en el estado de California.

'Esas curvas no están escritas en piedra. Ser van modificando a medida que se tiene nueva información. Si se descubre una falla nueva que no se había considerado se van cambiando. Esa falla que estaba dormida no se había tomado en cuenta. Ahora con la nueva información como se descubrió que la falla estaba viva, se activó y provocó un sismo pues entonces hay que cambiar el código para que refleje esa nueva información', aseguró.

La curva utilizada por el Programa de Movimiento Fuerte para proyectar cuál debería ser el estimado máximo de la aceleración del suelo a raíz de la medición del sismo del pasado 7 de enero, no corresponde a los códigos de construcción más recientes, sino a uno utilizado por muchos años.

La intención ahora, según el academico, es que los resultados se adapten mejor a la realidad debido a que la mayoría de las estructuras no son de reciente construcción. Los resultados, aclaró, son 'preliminares personales y de ninguna manera oficiales'.

El Programa de Movimiento Fuerte tiene instrumentos para medir los temblores en distintos puntos en Puerto Rico. Este Programa tiene instrumentos para medir solo los movimientos telúricos fuertes que se conocen como sensores, por lo que la medición es precisa a mayor magnitud.

Los instrumentos que utiliza la Red Sísmica (sismógrafos) son instrumentos sumamente sensibles. Aunque pueden sentir cualquier temblor ya sea uno imperceptible, suelen saturarse al haber temblores de mayor intensidad, explicó Suárez.

'Ese es el precio que hay que pagar para poder medir un sismo de magnitud 2.0. Los nuestros no miden para nada esos movimientos. Siguen dormidos. Cuando viene uno de magnitud 5.0 entonces se despiertan. En cambio los de la Red Sísmica pueden sentir cualquier movimiento aunque nadie lo sienta', sostuvo.

Edificaciones en el municipio de Guánica quedaron derrumbadas por el terremoto de magnitud 6.6. (Nahira Montcourt/NotiCel)

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