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Informe revela peor momento de la pandemia y médicos exigen mayor acción gubernamental

La situación podría empeorar si el Gobierno de Puerto Rico no implementa medidas de mitigación agresivas, de acuerdo a varios doctores y profesores del Recinto de Ciencias Médicas (RCM) de la Universidad de Puerto Rico.

Las escuelas permanecerán cerradas hasta, mínimo, el 19 de abril.
Foto: Archivo/Juan R. Costa

A un año y un mes desde que en Puerto Rico se declaró un estado de emergencia por la pandemia del COVID-19, la situación ha alcanzado un nivel de riesgo “rojo crítico” de acuerdo a las estadísticas del Departamento de Salud, porque la cantidad de casos activos supera el diez por ciento de crecimiento, mientras que el uso de recursos hospitalarios ha sobrepasado el 60%.

Sin embargo, la situación podría empeorar si el Gobierno de Puerto Rico no implementa medidas de mitigación agresivas, de acuerdo a varios doctores y profesores del Recinto de Ciencias Médicas (RCM) de la Universidad de Puerto Rico, que se enfoquen en restringir la movilidad y en el cierre temporero de espacios cerrados no esenciales.

El informe de Salud, publicado ayer pasadas las cinco de la tarde, subraya que hay un patrón de aumento en los casos, 64 de los 78 municipios tienen un nivel de transmisión alto y adelanta que debe haber una baja sostenida por 14 días para retomar las clases presenciales.

“Las escuelas de kínder a duodécimo grado deben estar en modalidad de enseñanza exclusivamente virtual en la semana que comienza el 19 de abril de 2021”, estipula el llamado “Informe semanal del Análisis de Transmisión Comunitaria del COVID-19 para la toma de decisiones en las comunidades escolares en Puerto Rico”.

Dado al estado actual de la pandemia, los recursos hospitalarios y las reglas que estipula el “Protocolo para la Vigilancia de COVID-19 en el sector educativo de Puerto Rico en respuesta y preparación a la apertura de escuelas”, se infiere que las clases podrían comenzar más tarde porque el nivel crítico no puede disminuirse en cuatro días.

Previo a la publicación del documento, el gobernador Pedro Pierluisi Urrutia afirmó en declaraciones escritas que se mantenía atento al desarrollo de la pandemia para la toma de decisiones. Es decir, no anunció cambio alguno a las medidas existentes, que han sido criticadas por los expertos por su laxitud.

Según el informe:

  • Tasa de casos activos por cada 100,000 habitantes: 181.01
  • Tendencia en tasa de casos activos: Creciendo (mayor de 10%)
  • Por ciento Unidades Cuido Intensivo disponible: 36.71
  • Tendencia en personal de salud enfermo COVID-19: Decreciendo
  • Positividad: 15.75%
  • Entrevistas completadas en 24 horas o menos 74.53%

Desde el pasado viernes, Puerto Rico opera con un toque de queda desde las 10 p.m. hasta las 5 p.m., pero la ocupación en restaurantes continúa en 50%, mientras que iglesias, cines y casinos continúan abiertos, al igual que los centros comerciales y las playas.

“Definitivamente estamos recomendando medidas más restrictivas. No necesariamente un ‘lockdown’ total, porque hemos aprendido mucho del proceso, pero ciertamente todo lo que parecería haber funcionado en órdenes ejecutivas previas que limitaban la movilidad”, manifestó el doctor Juan Carlos Reyes, epidemiólogo del RCM.

Reyes, junto a catedráticos del RCM y otros exintegrantes del disuelto “Task Force médico” —que asesoraba a la entonces gobernadora Wanda Vázquez Garced—, señaló que las 445 hospitalizaciones por COVID-19, los 827 casos nuevos y las 12 muertes reportadas en la mañana del miércoles auguraban una alzada peor si no se tomaba acción.

El epidemiólogo Juan Carlos Reyes.
Foto: Luis Alberto Lopez

Según Reyes, la evidencia es clara en que iglesias y restaurantes propician la mayor cantidad de contagios, porque son espacios cerrados con ventilación limitada. Los restaurantes, añadió el doctor Humberto Guiot, deben operar mediante entregas, servi-carro o “carry out”. Añadió que los cierres o aperturas de escuelas deben ser cónsonas con el resto de los sectores económicos.

“Sobre los cuidos de infantes no hemos visto brotes reportados en los cuidos. En estos cuidos usualmente hay muy pocos niños y bastante personal, así que se pueden conservar las medidas de prevención. Sobre las actividades en espacios abiertos, son menos riesgosas que las celebradas en espacios cerrados, pero siguen siendo riesgosas”, indicó Guiot, catedrático asociado del Departamento de Medicina, y profesor del Departamento de Microbiología y Zoología Médica del RCM.

La recomendación llegó de la mano de una reflexión sobre las medidas tomadas desde marzo de 2020, como el cierre total, o “lockdown”, en comparación con la situación actual.

“Las medidas incluidas en las Órdenes Ejecutivas fueron exitosas en cumplir con su propósito, en particular prevenir la sobresaturación y eventual colapso del sistema hospitalario en comparación con muchos otros lugares. Evitamos, ni siquiera nos acercamos al colapso del sistema hospitalario. Se puede revisar la pasada Orden Ejecutiva, no siempre hay que inventarse la rueda, sobre todo las que se emitían cuando habían repuntes de contagios”, recomendó, por su parte, el doctor William Méndez Latalladi.

Necesarios otros cambios

Los catedráticos del RCM abundaron sobre la lección aprendida de adoptar una visión proactiva en lugar de reactiva de cara a futuras emergencias, al igual que la necesidad de realizar otros análisis de los efectos de la pandemia en distintos sectores de la Isla.

“Los modelos de salud pública son eso, modelos, y si no hay voluntad política como país pues se quedan así, como modelos”, expresó la doctora Elba Díaz Toro.

La doctora Elba Díaz Toro.
Foto: Luis Alberto Lopez

Díaz Toro indicó que el sistema de preparación para emergencias futuras requiere un repositorio de datos, personal preparado en puestos de liderato, una porción de educación a la población y la coordinación y ensayo de esfuerzos.

La doctora Karen Martínez, por su parte, destacó que la pandemia es un evento de estrés extremo y que, en el caso de Puerto Rico, llegó luego otros eventos de mayor magnitud, como el huracán María y los terremotos del 2020, sumado al hecho que el encierro exacerbó la violencia contra infantes y mujeres. Es por eso que se requiere un análisis comprensivo del nivel de estrés entre los residentes de la Isla.

Por otro lado, el doctor Adel González alertó que los pacientes oncológicos debían continuar las medidas de precaución porque podían contraer COVID-19 de manera severa, mientras que el doctor Pablo Rodríguez Ortiz expresó que, pese al encierro, las personas experimentaron más caídas que previo al "lockdown", aunque el nivel de hospitalizaciones en el Centro de Trauma disminuyó en el 2020.

La doctora Carmen Zorrilla indicó que el RCM ha recibido $10,302,743 para propósitos de investigaciones y propuestas para continuar el estudio del COVID-19 y elaborar respuestas interdisciplinarias y multifacéticas.

Cómo se ha manejado

Previo a la aprobación de emergencia de las vacunas contra el COVID-19, médicos en todo el mundo comenzaron a utilizar tratamientos monoclonales para combatir los efectos del mortal virus.

De acuerdo al doctor Jorge Santana Bagur, las variantes del virus provocan que en lugar de uno, se mezclen entre dos y tres tratamientos diferentes para buscar una mayor efectividad, ya que el virus afecta el RNA y tiene el poder de replicarse desenfrenadamente.

En Puerto Rico se han encontrado tres variantes generales, conocidas como la británica, californiana y brasileña, pero en Estados Unidos también se encuentra bajo estudio la variante de Sudáfrica. Hasta el 13 de marzo, declaró Santana Bagur, catedrático de Enfermerdades Infecciosas, los números a nivel federal apuntan a que el 50% de los contagios provienen de estas variantes.

“Por eso es importante seguir vacunando masivamente para seguir ganándole la batalla al virus”, aseguró Santana Bagur.

El doctor Humberto Guiot.
Foto: Luis Alberto Lopez

La tasa de vacunación en Puerto Rico se encuentra en 26.5%.

El doctor Guiot resumió los datos del Departamento de Salud, al decir que al menos 680,982 personas han recibido una dosis de la vacuna. En la Isla, la más utilizada es Pfizer con 449,986 personas, mientras que Moderna ocupa el segundo lugar, con 278,709.

De la vacuna manufacturada por Johnson & Johnson solo se habían administrado 26,301 dosis antes de detener su uso mientras a nivel federal evalúan seis casos en los que las pacientes tuvieron coágulos en la sangre.

“No se ha hecho un vínculo formal todavía entre la creación de coágulos y la vacuna, pero son solo seis casos, es raro, pero aún siendo seis casos se detuvo para evaluación. Esto no debe causar un impacto notable en la vacunación en Puerto Rico porque la vacuna de Johnson & Johnson no llegaba al tres por ciento. No son malas noticias. Se está vigilando su seguridad y eficacia. Con las dos vacunas que nos quedan disponible la gente puede sentirse confiada”, exclamó Guiot.

Aunque catalogaron como alentadora la existencia de más vacunas y tratamientos efectivos contra el COVID-19, los doctores instaron a la población a continuar las medidas de prevención, como el uso de mascarilla, el lavado de manos y el distanciamiento físico, para controlar la enfermedad.

Mira aquí el informe:

Informe semanal del Analisis de Transmision Comunitaria (14 abril 2021).pdf

Periodista que cubre temas de gobierno, tribunales y política. También le interesan los deportes, las películas y la música. Es exalumna de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras.