Amigos
A los amigos se los elige; es lo opuesto a la familia, que ya existe cuando se llega a este mundo.
Primos, hermanos, tíos o abuelos son los que son y no hay reemplazo alguno.
Pero los amigos, esos que se quieren porque sí, sin obligaciones ni estructuras impuestas, son, en muchos casos, para siempre.
Incluso un refrán español sentencia, prejuiciosamente, que "dime con quien andas y te diré quien eres"...no necesariamente es así, hay derecho a equivocarse y escoger amigos de los cuáles, en el a veces largo camino de la vida, hay tiempo para arrepentirse.
El presidente del Senado, Tomás Rivera Schatz, no parece muy afortunado con los que reconoce, y defiende con honestidad vertical, como sus amigos.
El jueves 24 de junio de 2010, el periódico Primera Hora reprodujo esta enésima incontinencia verbal de Rivera Schatz, cuando le tocaron el tema de las acusaciones por corrupción que pesan sobre el senador Héctor Martínez, a quien no solamente reinvindica como su gran amigo sino para quien ha organizado recolecciones de fondos para costear la defensa, precisamente, de esas acusaciones: "Las fecas (mentiras) de Luis Fraticelli (jefe del FBI en Puerto Rico) no me impresionan, Fraticelli es el rey de la feca en Puerto Rico", dijo entonces el presidente del Senado.
El lenguaje, más propio del punto de la esquina, parece divorciado del nivel jerárquico que ocupa Rivera Shatz, a menos que el tendencioso refranero español guarde razón en este caso con aquello de "El hábito no hace al monje".
Poco antes, Rivera Schatz barrió el piso con César López, el FEI destinado al caso del alcalde de Vega Baja, Edgar Santana, acusado de corrupción.
Le dijo de todo públicamente y no vale la pena resumirlo.
Hace unos días, el FEI López presentó en sala, en la primera vista contra el alcalde y el asesor Irving Piñeiro, al contratista José Virella, quien dijo sin titubear que llegó a pagar 25,000 dólares de 30,000 pactados con el alcalde Santana para acceder a varios contratos de construcción.
El lunes pasado fue arrestado, en el sonado caso de AFLAC, el ex presidente de la Juventud Estatal del PNP y director de la región de Arecibo de la Corporación del Fondo del Seguro del Estado (CFSE) Abid Quiñones, quien también fue candidato primarista a senador.
Sobre Quiñones, dijo Rivera Schatz el mismo día: es "un gran amigo mío... si lo puedo ayudar, lo voy a ayudar, yo no niego a mis amigos".
A la vez, argumentó que los arrestos no deben reflejar negativamente sobre el Senado porque "lo que hagan los empleados en su vida privada es un asunto de ellos". Unas horas después, suspendió de empleo y sueldo a la esposa de Quiñones, Leslie Ríos Caraballo, quien es su asistente en el Senado y está también acusada en el mismo caso.
Tres amigos, tres destinos, cruzados por acusaciones de corrupción.
Hay que reconocer que el presidente del Senado es frontal y no esconde sus afectos.
Pero también tendría que revisar sus conexiones a las que llama amigos.
O consultar al Chuchin, que lo tiene a mano, a ver si sus adversarios le hicieron un fufu....