Una cita por chat
Aunque preferí pasar el coraje y la tormenta Isaac sola, tengo que admitirles que mi rabia con Madre no se pudo extender por mucho tiempo.
La verdad es que yo tuve mucho que ver con que Madre desistiera de su traje de conservadora y empezara a liberarse, más rápido que yo, tras la partida de Padre. De lo contrario, se hubiera quedado sumida en la depresión y reprimiendo aquellos deseos que probablemente sentía desde que escondía el falo de plástico en la gaveta de su oficina en casa.
Obvio que no quise ver más al Pollo; lo mandé a freír espárragos y evité encontrármelo cuando visitaba a Madre. Ella, por su parte, tenía el ego por las nubes y estaba con aires de adolescente y se sentía como lo que es, la jeva de las jevas.
Después de haber cenado con ella ayer, decidí irme a casa y pasar el jueves ahí; estaba muy cansada como para salir.
Mientras trabajaba desde la computadora, me inquietó la enorme curiosidad de buscar en un chat un foro de sexo perverso. Llevaba ya varios días en seca y sentía ganas de tontear con alguien y de experimentar la suerte de la que ya algunas amigas me habían hablado.
Busqué entre las diversas preferencias de perfil, introduje algunos datos que me interesaban. 'El culebrónpr' me contactó de inmediato, era exactamente lo que quería. Fue directo y explícito.
'Cómo te gusta hacerlo?', indagó sin vacilar.
Tras contarle sobre la pasión salvaje de la que disfruta mi amada Baubo, ignoró que le negué una foto y me explicó cómo y dónde me metería su miembro, cuánto tiempo lo tendría dentro y cómo habría disfrutado.
Tímidamente fui sintiendo como mi estómago se retorcía y como cada vez me palpitaba más rápido el corazón. Hasta que me dijo que había terminado en su propia mano.
'Y ahora qué quieres?', pregunté juguetona y ansiosa por una respuesta que me llevaría a descubrir quién era este hombre misterioso y excitante.
Minutos después, habíamos acordado vernos.
No sé nada de él. La cita es dentro de varios días, ya les contaré de 'el culebrónpr'.