En un punto culminante de su carrera, el 'Invader #1' cambió drásticamente su personaje. De ser un 'tecnico' la mayor parte de su trayectoria, se convirtió en un rudazo con 'El Sueño Puertorriqueño'. El hombre que se vendaba en ocasiones el puño derecho, se dedicó a abusar de luchadores independientes y posteriormente los sacaba como bolsas de basura de su alrededor.

Esa historia fue un ángulo más de los miles que se han trabajado dentro de la lucha libre para llamar la atención del fanático. Sin embargo, a ese rudo sector no le pareció buena idea ya que los responsabilizaba directamente de la debacle en el deporte de las mil emociones que lleva años arrastrándose.

Tiempo despues de su participación en ese segmento televisivo, mientras estaba con la World Wrestling Council (WWC), Jose Huertas González, en la tradicional máscara blanca y amarilla, no tiene miedo en echar culpas de la situación actual que vive la lucha libre en Puerto Rico.

'Los independientes para mí, lo digo en cualquier foro, son los que han matado esta lucha libre. Son muchachitos de 90 libras, (siendo) campeones. Estaban molestos conmigo por las cosas que yo decía, les caía las cosas que yo decía, y es verdad. Yo lo hice para el público y me calente con los luchadores, con los que se creen luchadores. Eso es como yo los llamo', dijo con firmeza el 'Jibarito de San Lorenzo'.

Quien asegura conocer la lucha libre de la A a la Z, los llamados independientes carecen de muchos aspectos importantes que son la base para cualquier luchador. Desde la credibilidad del personaje al que le dan vida hasta su desempeño con un micrófono, que juega un papel principal en el desarrollo de cualquier personaje que quiera tener exito en el deporte del entretenimiento.

'Hoy en día esos muchachos no saben, se le ve, el fanático ve. Empezando por el peso, la gente ve eso y entonces no luchan como deben de luchar. No es creíble y ahí es que la gente se da cuenta y le perdió el respeto', abundó González, quien comenzó en la lucha libre para finales de los sesenta.

Por años, los fanáticos ávidos de la industria optaron por dejar de seguir la novela luchística que se desarrollaba cada semana.

'(La lucha libre) se cayó de tal manera porque los que tenían la experiencia nos pusimos un poco adultos, por no decir la palabra viejo, y la gente nos seguían de una manera porque nos respetaban, nos dimos a respetar, respetábamos al público que es muy importante. Hoy en día no respetan al público. No saben dar una lucha en público', opinó el Invader.

Empresas independientes hoy día carecen de buenas historias, sus luchadores no poseen originalidad y las entradas para presenciar sus espectáculos son gratuitas. Asimismo, el desempeño en el ensogado, en ocasiones, no resulta atractivo a las decenas de asistentes.

Los jóvenes que se adentran en el rudo deporte, que acaparó la escena hace varias decadas atrás y caló en la cultura boricua, no escuchan a aquelos con trayectoria en el deporte que llegaron a pisar un cuadrilátero de la empresa máxima de lucha libre en los Estados Unidos.

'Hay mucho talento, pero nadie los lleva. Hay que saberlos llevar. Tú tienes talento, dame ese talento a mí que yo te hago una estrella. Tienes que dejarte llevar por los que sabemos. Si yo te voy a dar un consejo a ti de lucha libre y no te dejas llevar, pues no vas para ningún lado', precisó el 'Invader #1', quien contó que vivió esta experiencia cuando fue parte de la IWA.

WWC, empresa que se ha mantenido operante por muchísimos años, evidencia la escasa asistencia. Su camino para regresar a la cúspide está bastante empinado y así el 'Invader #1' lo dejó saber.

'Mira WWC, donde ha llegado por el talento que tienen. No son creíbles', puntualizó.

'Está bien difícil. Por el talento. Súper difícil. Porque los talentos que salen hoy en día no se dejan llevar y si tú no te dejas llevar, se me hace difícil a miíque yo te vea a ti con tremendo talento y tú no te dejas llevar, no podemos trabajar', sentenció el luchador.