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Deportes

Confinadas celebran partido 'liberador' con las Lancheras de Cataño

Para un selecto grupo de mujeres recluidas en la Escuela Industrial para Mujeres en Vega Alta, la noche del pasado martes fue más que un respiro de la tenebrosa cotidianidad que viven a diario en la cárcel de la que muy poco se conoce. Por varias horas, estas chicas pudieron abandonar los barrotes para disfrutar el privilegio de compartir cancha junto a algunas de las mejores jugadoras de voleibol del país a la vez que, solo por un instante, se olvidaban de que su libertad está en pausa.

Se trató deuna actividad coordinada por el Departamento de Corrección y Rehabilitación (DCR) ylas Lancheras de Catañoen la que siete confinadas, miembros del equipo de voleibol de lainstitución correccional y parte dela población de mínima seguridad,jugaron mano a mano con lasvoleibolistas profesionales en unamistoso entre equipos improvisados,las'Tintoreras' y las 'Red Lobsters'.

Lo curioso es que a nadie le interesaba ganar. El puntodel evento no era la competenciaque se suscitaría esa noche entre ambos bandos compuestos por las profesionales y aficionadas, sino laoportunidad que brindópara que las confinadaspudieran reír un poco, disfrutarlejos de la realidad de sus particularescircunstanciasque lasdejaron en un celda.

'Es una actividad que les ayuda a tener un momento de espacio y libertad. El deporte les ayuda en su sanación ya que tienen su mente entretenida haciendo ejercicio. El factor común(entre las confinadas) es la buena conductay querer reintegrarse a la sociedad. Aunque no sean las mejores jugadoras que tenemos, si son las que mejor deseo tienen de salir hacia adelante', explicó a NotiCel la superintendente de la cárcel en uso másantiguadel país y la única institución correccional de mujeres en Puerto Rico.

Con un contingente ascendiente a dos guardias penales por confinada ampliamenteequipadoscon gas pimienta, batonesy hasta armas de fuego, el partido inicióa las 7:30 p.m. ante la mirada de decenas de fanáticos delas Lancheras, quienes llegaron hasta la cancha Cosme Beitía Sálamo luego de que el equipo dela Liga de Voleibol Superior Femenino compartiera el evento por las redes sociales. De igual forma, estuvo presente el alcalde del municipio, José Rosario Meléndez, y la ícono del voleibol boricua, EvaCruz Dalmau.También, hubo cerca de 20 confinadas de mínima seguridadobservando el encuentro.

Poco a poco, los puntos se iban acumulando en ambos lados de la canchamientras cada una de las jugadores hacía lo posible pordarlo mejor de sí. A su vez, las Lancheras daban su apoyo y agregaban un toque especial a la jornada. Entre risas, peleas con el árbitro del partido, quien de vez en cuando sacaba una bandera roja para relajar las acciones ‘indebidas' de algunavoleibolista,y el ánimo que brindó al juego la presencia inusual del público, la noche fue todo un éxito.

Para Jaqueline Harris, la integrantede mayor edad del grupo yquien cumple desde diciembre pasado una sentencia de seis meses por fallar en el pago de la pensión alimentaria del menor de sus cuatro hijos, la experiencia 'fue bien gratificante. Nos sentimos como apoyadasporque, en verdad, nosotras no estamos tan pulidas (en el deporte). Hace 21 años que yo no jugaba y la experiencia de ellas no hace sentir un poquito más seguras, por lo menos en mi caso. Me gusta porque fueron solidarias con nosotras'.

Harris jugó voleibol desde pequeña. A sus 18 años de edad, fue capitana deun equipo y participó en la selección de voleibol de Carolina. Aunque vislumbró una carrera enel deporte profesional, la vida le trazó uncamino distinto que la trajo hasta allí. Dentro de tanto sufrimiento, pudo compartir junto a mujeres que hoy son, para ella, un modelo aseguir.

Igual fue para Neisha Fuentes, de 35 años de edad y quien cumple una sentencia de un año y nueve meses porhaber agredido a su pareja en un caso de violencia doméstica. Fuentes también tuvo un pasadoinfluenciado por el voleibol, deporte que jugaba desde que estaba en la escuelasuperior.

'Fue bien bonito, me encantó y quisiera que se volviera a repetir porque de verdad me gustóun montón. Me ayudó muchopsicológicamente. Me siento libreal jugar con ellas. Me sientobien', mencionó un poco tímida a NotiCel, para luego hacer hincapié en que lo más que le llenóen el evento fue la esperanzaquele dio saber que fuera dela cárcel haytres hijos y todo un mundo que espera por su reintegración a la sociedad.

Pero la terapia no fue solo para las confinadas. Según dijo la libero del equipo de las Lancheras de Cataño, Debora Seilhamer,'muchas veces nos olvidamos que hay personas que están pasando momentos difíciles y es bien satisfactoriopara mí poder compartir con ellas este momento.Me llevé una imagen de personas bien buenas, que están en un proceso de rehabilitación y de recapacitarpor los errores que hayan cometido y eso es lo que vi: siete muchachas con muy buen corazón, con mucha energía y alegría'.

Por su parte, el presidente de la Federación Puertorriqueña de Voleibol, el ingeniero Nelson Pérez Cruz, recalcó mediante comunicado de prensa que, 'e ste fue un gran ejemplo del compromiso de nuestro deporte con la sociedad, felicito a las Lancheras por este histórico paso y sé que se repetirá con otro equipo en ambas ligas. Que vivan las mujeres por este gran momento de solidaridad que se vivió enCataño'.

Así como comenzó, acabó.El sonido de las esposas apretándose en las manosde cada reclusa antes de montarse en las guaguas de Correcciónfueron el recordatorio de que semejante disfrute fue temporero.

Mientras se retiraban para abordar su transporte a prisión, lo único que se decían unas a otras era'gracias'. Como expresóHarris al final desu entrevista,'su trato con nosotras fue como si fuéramos del mismo equipo. Dios las bendiga y gracias por la experiencia que nos dieron hoy. (Las Lancheras) tienen tremenda calidad humana'.

            

Las Lancheras de Cataño junto al equipo de voleibol de la Escuela Industrial para Mujeres de Vega Alta. (Juan R. Costa/NotiCel)
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Las Lancheras de Cataño junto al equipo de voleibol de la Escuela Industrial para Mujeres de Vega Alta. (Juan R. Costa/NotiCel)
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Las Lancheras de Cataño junto al equipo de voleibol de la Escuela Industrial para Mujeres de Vega Alta. (Juan R. Costa/NotiCel)
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Las Lancheras de Cataño junto al equipo de voleibol de la Escuela Industrial para Mujeres de Vega Alta. (Juan R. Costa/NotiCel)
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Las Lancheras de Cataño junto al equipo de voleibol de la Escuela Industrial para Mujeres de Vega Alta. (Juan R. Costa/NotiCel)
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Las Lancheras de Cataño junto al equipo de voleibol de la Escuela Industrial para Mujeres de Vega Alta. (Juan R. Costa/NotiCel)
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Las Lancheras de Cataño junto al equipo de voleibol de la Escuela Industrial para Mujeres de Vega Alta. (Juan R. Costa/NotiCel)
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Las Lancheras de Cataño junto al equipo de voleibol de la Escuela Industrial para Mujeres de Vega Alta. (Juan R. Costa/NotiCel)
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Las Lancheras de Cataño junto al equipo de voleibol de la Escuela Industrial para Mujeres de Vega Alta. (Juan R. Costa/NotiCel)
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Las Lancheras de Cataño junto al equipo de voleibol de la Escuela Industrial para Mujeres de Vega Alta. (Juan R. Costa/NotiCel)
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(Juan R. Costa - NotiCel)
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(Juan R. Costa - NotiCel)
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