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Economía

Pronóstico para la banca local frente a impago firmado por AGP (documento)

Pronóstico para la banca local frente...

Aunque el impago en el cual incurre el Gobierno de Puerto Rico hoy, viernes, no afecta directamente a la banca local, el comisionado de la Oficina de Instituciones Financieras (OCIF), Rafael Blanco Latorre, aseguró que la coyuntura sí tiene un nocivo efecto indirecto para este sector.

No obstante, el Titular de la Oficina del Comisionado de Instituciones Financieras (OCIF), prevé un impacto indirecto atado al impago, que eventualmente afectará a una ya maltrecha industria de la banca.

"A la banca de Puerto Rico el impago le afecta muy poco o nada, directamente. Porque la banca viene hace tiempo reduciendo el valor, conforme a las reglas contables, de lo que tengan en cartera y han reducido también su inversiones en estos bonos del gobierno, o sea, que realmente la banca o tiene reservado la posible pérdida o ya no la tiene en sus libros, porque ha venido reduciendo y queda muy poco en los libros de los bancos en término de estos valores", explicó Blanco Latorre.

"Pero un impago de tal magnitud, particularmente cuando vamos a hablar de un impago de las obligaciones generales que son las garantizadas por la Constitución de Puerto Rico, que van a sumar cerca de $800 millones y si se le añade la deuda de Edificios Públicos, que está también en el 'backup' de garantía del GO que son otros $200 millones, estamos hablando de $1000 millones en obligaciones generales que va a tener un impacto bien negativo en una economía que ya está bastante afectada. Así que indirectamente continúa afectando la banca que es un intermediario, y en la medida en que la economía esté atascada como está y se siga perjudicando con los impagos, va a tener un impacto negativo a la banca en su totalidad", añadió.

Según indicó el Comisionado, la banca local tomó medidas provisorias ante el eminente impacto que tendría la insolvencia del Gobierno de Puerto Rico en una crisis económica que se acerca a su onceavo año consecutivo.

"La banca se ha venido preparando porque ha aumentado su capitalización y también ha venido mejorando en los créditos que tenía malos, que los ha ido vendiendo, los ha ido trabajando pero si la economía no mejora de nada vale tener capital. Cualquier capital que tú tengas se lo va a comer si no vas a tener ganancia. Lo importante aquí es que la economía llega a un punto de inflexión donde empieza a generar más actividad para que los bancos puedan ser intermediarios eficientes y puedan generar ganancias, porque de la otra forma lo que han venido haciendo es reduciendo sus gastos operacionales, convirtiendo sucursales en plataformas digitales, reduciéndolas, han ido ampliando sus servicios tecnológicos pero eso conlleva inversiones altas y conlleva otros riesgos, pero en la medida que la economía siga dando señales negativas y que haya incertidumbre y no se atraiga la inversión nueva pues eso tiene un impacto indirecto en la banca que la perjudica. Y no solo a la banca sino a cualquier otro intermediario financiero y eso incluye a las cooperativas", dijo.

Para el Comisionado los próximos cinco a 10 años traerán consigo incertidumbre e inestabilidad en los procesos financieros de Puerto Rico a la vez que aseguró que el panorama del futuro inmediato para la Isla es uno ominoso.

Asimismo, la imposibilidad de desarrollar la industria de la construcción en Puerto Rico, importantísima para la banca local, es uno de los puntos que más le preocupan a Blanco Latorre.

"La situación para la Banca va a ser muy difícil. Yo creo que va a ser un tiempo de suma cautela en términos de las operaciones bancarias, primero porque no va a haber una demanda significativa en préstamos hasta que no se reactive la economía y para los que sí hay una demanda muchas veces traen consigo unos riesgos que habría que ver si la banca los va a aceptar o no. Hay que recordar que ya hemos pasado por un ciclo entre 2009 y 2010 que la banca perdió casi $1,300 millones en total y desde entonces se han venido restringiendo y siendo más prudentes en la concesión de los créditos", explicó.

"Otro elemento preocupante es que como no hay prácticamente nada de construcción, que es una actividad económica importante para la banca, eso tiende a indicar que en los próximos años aquí no va a haber mucha actividad en ese sector y en la medida que los bancos no se reinventen y puedan reducir al máximo sus gastos operacionales, no van a tener la masa crítica que necesitan para generar unas utilidades importantes, así que lo veo muy difícil para todos", sentenció.

El reporte Merion

Según indica el reporte de la industria del intermediario financiero Merion Capital Group, los orígenes de la crisis financiera en Puerto Rico datan de mayo de 2006, cuando la administración del entonces gobernador Aníbal Acevedo Vilá experimentó un cierre parcial del gobierno por falta de solvencia en el presupuesto del año fiscal 2005-2006, clausurando 45 agencias gubernamentales que incluían escuelas públicas y que dejó unos 100 mil empleados sin trabajo por dos semanas.

En ese momento, indica el reporte, la industria de la banca en la Isla ya estaba en problemas. En los subsiguientes años al cierre del gobierno, la banca local se redujo dramáticamente de siete instituciones locales en 2006 a solo tres en la actualidad.

Sin embargo, el aparente respaldo del director ejecutivo del grupo Bonistas del Patio y expresidente del Banco Gubernamental de Fomento (BGF), Jorge Irizarry, al proyecto federal 'PROMESA' parece indicar que el impacto de una Junta de Control Fiscal (JCF) en la Isla sería beneficioso para levantar la industria de la banca local.

El reporte de Merion menciona que Irizarry entiende que el liderato gubernamental local ha probado ser ineficiente en atender los problemas financieros de Puerto Rico por un largo periodo de tiempo y que la JCF posiblemente sea el único mecanismo factible para superar la "inercia en la Isla". Además, el plazo del proyecto sobre las demandas de los acreedores podría dar tiempo para que ambas partes negocien y se logre reestructurar la deuda pendiente.

No obstante, Irizarry también señaló que Puerto Rico se prepara para unas elecciones generales que coinciden con la elección de un presidente y un nuevo Congreso en los Estados Unidos. El hecho de que habrá un nuevo gobierno en el poder a principios de 2017 crea un ambiente "poco ideal" para realizar negociaciones serias durante el resto del cuatrienio.

Además, Irizarry señala que todos los candidatos a la gobernación han hecho públicas sus intenciones de cancelar el uso de firmas de consultoría, que han sido los principales arquitectos de la postura gubernamental en las negociaciones hasta el momento. Ello significa que las negociaciones de reestructuración de la deuda podrían tener muy poco progreso hasta el próximo año.

Sin embargo, Irizarry advierte que sin los medios para restablecer la competitividad en el ambiente de los negocios en la Isla, Puerto Rico podría encontrarse de nuevo en la misma posición en unos cuantos años, incluso si se lograra una reestructuración integral de la deuda.

"Si la población continúa disminuyendo y la economía continúa contrayéndose, incluso el servicio reducido a la deuda sería difícil de sostener", lee el documento.

Irizarry dijo tener esperanza que la intervención de la JCF redundará en recomendaciones y subsecuentes acciones que provean los incentivos económicos que dirigirían a Puerto Rico hacia el crecimiento económico.

Merion Capital Group 2016 Report_19759

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