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De la precariedad en la abundancia de información

Los rostros de la moneda convergen en el espejo, o al menos esa es la sensación que provoca cuando surge la oportunidad de detenerse unos segundos a observar el comportamiento de la Legislatura y el Ejecutivo tanto en Puerto Rico como en Estados Unidos respecto al acceso a la información. Los paralelismos saltaron desde inicios de la semana.

El martes, el expresidente del Senado, Eduardo Bhatia, tronaba porque cuatro nombramientos fueron discutidos en una vista ante la Comisión de Nombramientos presidida por el ahora dos veces presidente senatorial Thomas Rivera Schatz. 'Esto es básicamente no permitir la participación ciudadana. Esto es básicamente cerrar los procesos y hacer del proceso de vistas públicas una burla. Si a lo que se va a dedicar esta administración es a burlar los procesos políticos, a burlar los procesos democráticos, estaremos el cuatrienio entero con la imposición y el atropello y eso no es bueno para Puerto Rico', dijo Bhatia entonces.

Pero lo mismo sucedió el miércoles en el Senado de Estados Unidos. Incluso peor, tomando en cuenta una vista para seis nominados: Mike Pompeo para director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglé), Betsy De Vos para Educación, Rex Tillerson para secretario de Estado, Jeff Sessions para fiscal general, John Kelly para la Agencia de Seguridad Nacional (Homeland Security), y Elaine Chao para secretaria de Transportación.

Para colmo, el presidente electo Donald J. Trump sostuvo su primera conferencia de prensa desde los resultados de las elecciones, donde se comportó con su acostumbrada arrogancia protagonizando un vergonzoso intercambio con el periodista de la cadena CNN, Jim Acosta, a quien no permitió una sola pregunta. Tal vez, más vergonzoso aún sea el hecho de que ningún colega periodista siguió la línea de preguntas de Acosta ni detuvo la conferencia. Trump siguió jugando desordenadamente con la prensa, que parecía ávida de sacarlo de su acostumbrado libreto 'bully' sin resultados.

Mientras la prensa se debatió entre los nominados y Trump, en la madrugada del jueves el Congreso ya pasaba una resolución como primer paso para revocar la reforma sanitaria del todavía presidente, Barack Obama, conocida popularmente como el 'Obamacare', de la que se benefician unos 20 millones de ciudadanos. Ni hablar de los efectos que tendría entre la población puertorriqueña, cuyo sistema de salud pública puede colapsar ante la posibilidad de que los fondos provenientes del Affordable Care Act expiren entre diciembre de este año y marzo del 2018.

En la Legislatura puertorriqueña pasaron a vuelo de pájaro las vistas para enmendar la Ley de las Alianzas Público Privadas, que ya fue firmada por el gobernador Ricardo Rosselló, a la vez que la prensa intentaba cubrir la vista de nombramientos así como una conferencia convocada desde la Fortaleza. La prisa fue denunciada por el representante de minoría Ramón Luis Cruz Burgos: 'La prisa provoca descuidos y que bajo la sombra de una ficción, se esconda un tumbe de gran escala. Ya vimos los cambios propuestos a las APP de las autopistas, con un resultado nefasto para nuestra gente. La Ley actual de las APP garantiza que los procesos no caigan en manos de inversionistas oscuros con la intención de vender los activos del gobierno de Puerto Rico sin fiscalización ni salvaguardas legales que aseguren la pureza de los procesos'.

Los indicios de la práctica de inundar con información se vieron desde las vistas de transición. Por un lado, los informes de los estados de las agencias y corporaciones públicas que allí se divulgaron prometían más luz sobre el estado de la crisis fiscal en Puerto Rico. Sin embargo, había que correr a toda prisa a las conferencias casi diarias de los nombramientos de gabinete de Rosselló.

Es conocida la contracción de los medios de comunicación, que afecta tanto el recurso humano como económico arriesgando la calidad de las coberturas. Ya se puede ver la costura de la ventaja que sacarán las respectivas administraciones de este factor. El reto de la práctica periodística seguirá siendo hacer demasiado con poco, pero está por verse cómo se abre el camino para no ahogarse en en el torrente de información que las fuentes oficiales bombardean sin dejar espacio suficiente para anticipar las movidas en cuartos oscuros que se dan a conocer de madrugada.

*La autora es editora de NotiCel.

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