Enfrentar una complicación de salud que casi le deja sin voz fue un llamado de alerta para el periodista Elwood Cruz.

Su vida giraba en torno a sus compromisos profesionales y aunque se daba tiempo para disfrutar de la familia y cuidar de su salud, el estres comenzaba a hacer su trabajo de manera silenciosa, hasta que terminó por ensañarse con su voz.

'El 25 de noviembre del año pasado, empece a hablar más fañoso. Pense que se trataba de una alergia, pero entonces en diciembre me dieron tres ataques de vertigos bien fuertes', dijo. 'Los medicos han notado que es una explosión de estres despues de tanto trabajo acumulado y de no descansar. El estres de perder el trabajo, mi mamá falleció y ella tenía Alzheimer y yo era parte de ese equipo que la cuidaba todo ese estres se convirtió en una gran explosión. María fue la cherry, lo que dio el jaque mate. Este fue el resultado de la acumulación del estres que terminó con María', expuso.

En un inicio, el periodista se enfrentó a un abanico de posibilidades relacionadas a los síntomas que tenía. Despues de que se descartaran condiciones catastróficas como cáncer, problemas neurológicos o reumatólogos, ahora se espera por un diagnóstico certero y hay una sospecha inicial de que se trate de distonia de tensión muscular.

María fue la cherry, lo que dio el jaque mate.

'Es una condición donde los músculos de la garganta se tensan y no permiten el paso de la voz libre. Las cuerdas vocales están bien, nada de cáncer ni nada catastrófico. Una vez se de con el diagnóstico, hay un tratamiento', explicó.

Elwood contó que gracias a que llevaba una vida en la que incluía el ejercicio y una alimentación sana, ha podido lidiar con las complicaciones que pudiera traer consigo este padecimiento.

'Puedo trabajar, puedo disfrutar de mis proyectos y los que tengo con mi esposa, puedo hablar, tengo herramientas, recursos y el ánimo, que es lo importante. Disfruto del día, los pequeños detalles, las tardes, las noches. Estoy escribiendo, desarrollando un proyecto y estoy de amo de casa, planchando, cocinando, mapeando, viviendo en mi casa. Antes lo hacía, pero no el tiempo que se merecía', dijo.

'La vida te da avisos, no es que haya hecho las cosas mal, pero podía hacerlo mejor. Esta vez entendí el mensaje y dije vamos a tomar medidas', compartió.

'Tienes que trabajar para vivir, no vivir para trabajar. El trabajo no te puede limitar tus experiencias de vida, concluyó.