En aumento el mercado de celulares usados
Cada vez son más las empresas que se interesan por el mercado de la restauración y reventa de teléfonos celulares usados y dentro de pocos años ese mercado podría representar el 20 por ciento de todas las ventas de móviles en EEUU.
Así lo vaticina Stephen Manning, presidente ejecutivo de ReCellular, uno de los mayores restauradores de teléfonos celulares en EEUU que revendió o recicló el año pasado 5,2 millones de aparatos, en un artículo del Wall Street Journal.
ReCellular, que vende el 60% de sus teléfonos en EEUU y el resto en África, América Latina y Europa del Este, al principio, adquiría teléfonos sólo al por mayor de organizaciones benéficas que realizaban recaudaciones de aparatos y de minoristas u otras firmas con mercancías devueltas, pero ahora, ReCellular compra teléfonos a propietarios individuales a través del sitio web Usell.com.
Por su parte, según publica el Wall Street Journal, Andy Castonguay, analista de la firma de consultoría Yankee Group, indica que las ventas globales de teléfonos usados totalizan unos cuantos cientos de millones de unidades.
El negocio se está expandiendo ahora porque los teléfonos inteligentes de hoy en día, para empezar, son más caros y pueden valer cientos de dólares incluso después de un año o más de uso. Mientras tanto, la debilidad económica fomenta el ahorro.
'Hay un mercado tremendo para teléfonos usados', dice Ramón Llamas, un analista de International Data Corp., que estima que menos de 5% de los celulares vendidos en EE.UU. entra en esa categoría.
ReCellular y sus competidores ofrecen unos cuantos dólares por la gran mayoría de teléfonos básicos con varios años de uso y hasta $400 por los más avanzados iPhones de Apple.
La mayoría de los teléfonos que ReCellular compra puede revenderse después de que la compañía borra los datos personales, hace un poco de trabajo estético y reemplaza las pilas u otras piezas. Aquellos que necesitan reparaciones más complicadas suelen ser enviados a los socios en China, Vietnam o México antes de volver al mercado.
Una amenaza para los distribuidores es que algunas empresas chinas están produciendo nuevos teléfonos sencillos que cuestan alrededor de US$15 o US$30. Esto le quita atractivo al mercado de teléfonos usados de baja gama, aunque Manning asegura que hay mucha demanda de teléfonos inteligentes usados, tabletas, iPods y lectores electrónicos.
Los distribuidores agregan que los consumidores se están acostumbrando a la idea de cambiar sus teléfonos por otros o comprar usados. 'Usted lo hace con su auto y no cree que es raro', dice Joe Fronko, el presidente de PaceButler, un distribuidor de teléfonos usados de Oklahoma