David Begnaud se enamora de una isla que no conocía
Cuando David Begnaud llegó a la isla de Puerto Rico por primera vez en su vida sabía tanto de ella como los boricuas sabían quien era el.
'Solo conocía a una puertorriqueña. La cuñada de mi pareja', confesó Begnaud.
Y aunque este reportero estadounidense no sabía absolutamente nada de Puerto Rico, se dio a la tarea de aprender todo lo necesario para contar la historia de un país que recibió el embate de un huracán catastrófico pero no la ayuda para atenderlo.
'[Conocer de Puerto Rico] Fue un bautismo por fuego, pero tambien me ayudó a reconocer que no soy un experto. Pedía que me enseñaran lo que no se, que me apuntaran a la persona que podía proveerme el contexto correcto y que me dieran la oportunidad de probarles que podían confiar en mí', expresó Begnaud en entrevista con NotiCel.
Cuando venía camino a la isla con un equipo de alrededor de 25 personas, Begnaud estimó que el trabajo que llevaría a cabo 'tomaría siete días, 10 si estaba muy mala la situación'.
'Recuerdo la belleza de Humacao, la cultura de Yabucoa, la mujer que pesca para vivir, y cuando camine a su casa estaba cortando un pescado y el bote justo detrás de su casa estaba en el agua ya, y su madre que miraba al horizonte como si cargara con las preocupaciones del mundo en su cara. Ella se viró hacia mí y me dijo algo en la línea de 'bienvenido a nuestro hogar'. Y era un hogar modesto, con una vista que los millonarios no podrían comprar. Recuerdo la necesidad que había en Aguadilla. La represa de Guajataca y la mujer que estaba justo afuera de la represa que nos pidió si podíamos mandarle un mensaje a su hija en Chicago, así que le dimos un telefono satelital y llamó a su hija y jurarías que eso arregló todo. Ella no tenía techo, electricidad, agua, comida, ni esperanzas, pero solo quería hablar con su hija', detalló Begnaud sobre algunas de las experiencias que tuvo durante esas visitas a los pueblos días despues del fatídico 20 de septiembre de 2017.
'Algunas de las mejores historias no contadas están justo en nuestro patio', enfatizó el periodista quien no se considera un heroe, pero cataloga su profesión como la heroína que cuenta las historias de Puerto Rico.
Begnaud llegó esta semana a la isla para filmar su último proyecto periodístico, que lo llevó por primera vez al Viejo San Juan. A su llegada al Centro de Estudios Avanzados de Puerto Rico y el Caribe para conversar con este medio, admiró la arquitectura española del lugar comparándola con la de Nueva Orleans, ciudad de su estado natal: Luisiana.
El reportero, quien se ha mantenido trabajando temas de Puerto Rico a 10 meses del paso de María, apuntó que no ha sido un problema que su patrono, la cadena CBS, mantenga a Puerto Rico entre las prioridades de cobertura.
'[Ellos] Sabían que era importante y sabían que habíamos abierto brechas aquí, que teníamos acceso que tal vez otros no tenían', reconoció al tiempo que agradeció la ayuda que otorgó el canal para continuar con su investigación en la isla, la cual ha sobrepasado a la diáspora puertorriqueña conmoviendo a muchos estadounidenses.
'Muchas veces cuando hago una publicación en redes sociales sobre Puerto Rico noto que las personas que están comentando no son puertorriqueñas', notó Begnaud. 'Creo que la historia de María y Puerto Rico ha enseñado a todo el mundo que es una historia que puede pasar en cualquier lugar en America donde hubo un desastre natural y la ayuda no llegó tan rápido como debió llegar y se convirtió en una injusticia', abundó.
Para Begnaud el reconocimiento del trato injusto que recibió Puerto Rico luego del huracán mantiene la expectativa de sus reportajes y al público preocupado por el porvenir de la isla y sus más de 3 millones de habitantes.
'La gente me pregunta, '¿por que te quedas en Puerto Rico?' [Les contesto] ¡Es muy importante para dejar atrás la historia! […] Esto es una historia muy importante para dejarla ir', confesó el periodista, quien contó del sinnúmero de mensajes que recibe a diario en sus redes, desde personas que le quieren dar ideas para coberturas o exponer la situación de residentes sin servicio de electricidad hasta quienes le han confesado se quieren quitar la vida.
'No pretendo saber que es lo mejor para la isla. Solo espero que las personas me den una oportunidad de contar su historia', concluyó.