Log In


Reset Password
SAN JUAN WEATHER
Junta Fiscal

Las ocho sillas del poder en la Junta

Los siete miembros de la Junta de Control Fiscal (JCF) -- Jose B. Carrión III, Andrew G. Biggs, Carlos M. García, Arthur J. González, Jose R. González, Ana Matosantos, y David A. Skeel --, y el nuevo integrante exoficio, Elías Sánchez, volvieron el pasado 28 de enero al salón de negociones fajardeño del Hotel El Conquistador. En tres horas, el ente fiscalizador de las arcas adeudas de Puerto Rico, perfilaba un carácter psíquico mesurado. En la sala, todo era por votos unánimes. Tan unilaterales que, en un momento, Matosantos y Carrión levantaron su copa de agua en el mismo minutero, con las manos gestionando cuatro dedos impávidos, y tragando al mismo tiempo.

Andrew G. Biggs, republicano, sentado a la extrema derecha de la mesa, no comentó, ni habló, ni cuestionó a ninguno de los deponentes. De semblante serio, pesado, miraba lo que tenía que mirar, a quien tenía que mirar, y no hacía genuflexión, ni palabra, ni ademán de participar en lo que sucedía. Y así antes de comenzar la conferencia de prensa, se levantó y se fue.

José B. Carrión III, el presidente del organismo más vigilado y resguardado por la Policía estatal, agradecía a quien quería: 'gracias a la Policía, al Hotel, al gobierno de Rosselló'. A Carrión no le gustaba esperar. Se desesperó cuando los únicos deponentes —los ejecutivos de Mckinsey, Aurelio García, Mauricio Sánchez y Jeff Arizon; el secretario de Hacienda, Raúl Maldonado; el represnetante del Banco de Desarrollo Económico (BDE), Christian Soberino, y el director ejecutivo de la Autoridad de Asesoría Financiera y Agencia Fiscal de Puerto Rico (AAFAF), Gerardo Portela— no hablaban. A Carrión le gustaban los chistes secretos. Más de una vez tapó su micrófono mientras le susurraba al oído a Ana Matosantos o a José González, sentados a su izquierda y a su derecha respectivamente, antes que sonrieran calculadamente o sin frenos. Es la cabeza del organismo, quien contestó casi todas las preguntas de la prensa, quien lidera las reuniones, quien las termina.

David A. Skeel habló por primera vez para autocorregirse: 'Tengo una pequeña sugerencia y yo escribí las minutas. Deberíamos tener la palabra ‘minutas' en la primera página'. A Skeel lo miraron todos los miembros para que hablara de las pensiones, quien no parecería advertir que era su turno. Hizo la moción para que la Junta pueda tener el derecho a deliberar sobre contratos hasta la próxima reunión. Interrogó a los deponentes sobre la extensión de la moratoria, sobre los servicios esenciales. Y sentenció dos mociones: la resolución para aprobar la extensión al Plan Fiscal del gobernador Ricardo Rosselló y la moratoria judicial, y las fechas de los planes de las entidades sujetas a PROMESA, ley que cobija al ente fiscal.

Arthur J. González, el exjuez que no flexiona un músculo para sonreír, no paraba de mirar el documento de la minuta. Habló sobre los aspectos de la litigación, los ocho casos en los que el organismo intervino judicialmente, hizo la moción para enmendar el reglamento de PROMESA e incluir: los estados financieros de sus miembros, un Código de Ética, oficial de Ética y para actuar con consenso unánime entre reuniones. González preguntó sobre las hprioridades que tiene la administración penepé y las cuentas por pagar; pero no compareció a la conferencia de prensa.

Carlos M. García, habló sobre los ingresos del Gobierno, preguntó sobre lo que calificó como 'light numbers' que ofrecieron los deponentes, exigió el número de los gastos de litigación: 'Mi pregunta es cuanto se ha gastado al día de hoy?'. Pero no hubo respuesta. E interrogó al Secretario de Hacienda sobre cuándo estarán listas las auditoría. Pero tampoco hubo respuesta. García, quien tampoco estuvo presente para las preguntas de los medios, expuso los puntos clave para la otorgaciones de los Planes Fiscales de las agencias a cargo del organismo.

José R. González, siempre mirando al público, de frente, erguido y buscando sobre la grada. Habló de la Universidad de Puerto Rico —'que tendrán recortes, es inevitable', le pareció poco el gasto de la Junta: 'tres millones de dólares en seis meses: considérenlo ‘muy modesto''; opinó sobre la infraestructura; preguntó sobre las facturas que se van a acumular: 'Pero no vamos a pagar el gasto actual porque no lo consideramos esencial?', cuestionó. 'Quisiera más información, que sea más claro sobre el status de energía eléctrica y los acuerdos', cuestionó, de nuevo, a Portela.

Ana Matosantos, habló del Plan Fiscal que debe ser presentado, del tamaño correcto del Gobierno, del Plan Mi Salud. Era la más que se reía: con Carrión, con González, con Elías Sánchez, con la prensa. 'Esos son otros veinte pesos', soltó sonriendo mientras hablaba de los servicios esenciales. Y fue la que más interrumpió a los deponentes.

Elías Sánchez, su primera reunión en representación del gobernador frente al ente fiscal. Solo hacía preguntas que eran más comentarios para defender al Gobierno. Así como los ayudaba a contestar cuando no encontraban las explicaciones: 'esto es un eslabón y no la solución de lo que está ocurriendo'. O interrogaba dándose la respuesta: 'Sería correcto decir que la base cero, mano a mano con la responsabilidad fiscal, y los pasos con la junta con sus asesores van encaminados a cumplir con el objetivo', le decía a los deponentes.

El presidente de la Junta de Control Fiscal, José Carrión III. (Juan R. Costa / NotiCel)
Foto: