Maestra encuentra su salón hecho un cuartel policial
Cuando la maestra de Educación Física de la Escuela Superior República de Colombia, Érica Rojas, llegó a su salón de clases temporero en la mañana del lunes, en vez de encontrar estudiantes y otro tipo de material académico, la educadora se topó con que su aula estaba llena de oficiales de la Policía Municipal de San Juan.
Según la maestra, el salón, lejos de lucir como un centro académico para estudiar teoría e historia del deporte, parecía más bien un cuartel de la policía capitalina.
Y es que Rojas ha estado expuesta a las mayores vicisitudes en los últimos meses.
La educadora tuvo que abandonar su salón hogar debido a que ladrones del área hurtaron el acondicionador de aire.
El suceso la obligó a utilizar temporeramente un salón anexo a la Cancha Mickey Mouse, facilidad deportiva contigua a la escuela localizada en Río Piedras.
Ahora, su más reciente lucha fue frente a los oficiales de ley y orden municipales quienes en un principio se negaron a ofrecer explicaciones del por qué se establecieron en un salón de clases sin previo anuncio.
Aunque pudo llegar a un acuerdo más adelante en el día, Rojas confía en que le cumplan lo prometido e instalen un nuevo acondicionador de aire en el salón que ella ha utilizado por años.
'Ellos (los policías) se aparecieron en el salón sin dar aviso y en la mañana (del lunes) no estuvieron en la disposición de negociar y su actitud no fue la mejor', dijo Rojas en entrevista con NotiCel.
'Después pudimos resolver el asunto y personas del municipio de San Juan y el Teniente Ortiz de la policía municipal me trataron muy bien y finalmente se pudieron llegar a unos acuerdos. Yo accedí a regresar a mi antiguo salón hogar, y en la escuela se comprometieron a comenzar mañana (hoy martes) con el proceso de instalación de un aire nuevo', añadió la maestra de educación física.
Rojas narró que la presencia policial se debe al establecimiento de un nuevo cuartel rodante que velará por la seguridad del área y tratará de evitar que personas entren al plantel para robar material y equipo, tal y como sucedió con el acondicionador de aire de su salón de clases.
'Como le dije, a pesar del incidente tan incómodo que hubo en la mañana con este grupo de policías, tengo que reconocer que personal del municipio y el Teniente Ortiz obraron de buena fe luego y llegamos a un acuerdo. De hecho, yo le doy la bienvenida a este cuartel rodante porque la verdad es que en nuestro plantel no hay seguridad nocturna y por eso entran a robarse equipo y materiales', expresó Rojas.
La maestra explicó que los hurtos son mayormente realizados por adictos a drogas que merodean y deambulan en el área. Lo hurtado, dice ella, es vendido con el propósito de adquirir dinero para comprar las sustancias controladas que forman parte del vicio de estas personas.
'Yo no creo que se deba penalizar a estos adictos, sino ayudarlos porque son personas enfermas. Pero creo que sí se debe penalizar a quienes compran el cobre y equipo robado de la escuela. Es evidente que lo que venden estos adictos es material robado de la escuela y se debe perseguir a quienes compran', acotó la educadora.
Rojas aceptó mudarse de regreso a su antiguo salón hogar, pero dijo que estará pendiente a que se cumplan con los acuerdos, incluyendo la instalación de un acondicionador de aire.
'Acepté regresar de buena fe, pero espero que me cumplan', concluyó.