La inclusión, un reto para la AMA en tiempo de 'reestructuración' (video y galería)
Andar en dos ruedas es involuntariamente un acto de rebeldía: es desafiar los elementos más básicos de la vida cotidiana, que discriminan contra quienes tienen una silla de ruedas por piernas. Pese a los adelantos tecnológicos, la inclusión de las personas con retos de movilidad se divisa como una realidad lejana en Puerto Rico, según lo demuestran las miles de querellas ante las respectivas agencias y ante la Oficina del Procurador de Personas con Impedimentos (OPPI).
La Autoridad Metropolitana de Autobús (AMA) es quizás una de las más pertinentes. En tiempos de reestructuración, en que la administración ha presentado un plan de reducción de 23 rutas, los más perjudicados son la población con retos de movilidad, ya sean personas viejas o con diversidad funcional.
La Parada 22, que deja a los pasajeros en la Clínica Las Américas, es una de las que se elimina. La chofera, Clara De Jesús, quien lleva 13 años trabajando con la AMA, reconoce que un cambio así no debe tomarse a la ligera: 'les va a cambiar la vida (a estas personas), es echar 60 años para atrás', indicó.
A las 2 de la tarde, un viernes, se encuentran entre sus pasajeros personas sobrevivientes de cáncer, con prótesis, con andador, un niño en silla de ruedas, a quien la madre afirma que el Departamento de Educación le eliminó el servicio de transportista, y un adulto con diversidad funcional.
Aunque el presidente de la AMA, Alberto Figueroa, indicó en entrevista con este diarioque buscarán que los proveedores públicos (pisicorres) y servicios municipales cubran esas rutas, la realidad es que esos proveedores carecen de las facilidades para transportar a personas en silla de ruedas o legalmente ciegas. La garantía del servicio dependerá de que los contratistas se comprometan a renovar su flota para 'incluir unidades con facilidad de rampa' u otros servicios. Pese a que Figueroa no supo precisar cuánto tiempo demoraría esa adaptación, indicó que la reestructuración 'se va a hacer al momento de tener las rutas cubiertas'.
La reestructuración pretende acortar el tiempo de espera en las rutas más transitadas. Para Figueroa no se trata de un misterio, 'al ser un servicio de mala calidad, lo usan (solamente) personas que no tienen muchas opciones de transporte'. El objetivo del Gobierno es que el transporte colectivo sea realmente una opción para todos. El reto es evitar que en el proceso se deje a pie a quienes realmente lo necesitan.
Accesibilidad
La transportación es la representación misma de la accesibilidad. Sobre ella secimentanotros derechos como la educación, el empleo, la salud y la recreación, que no serían factibles sin una transportación adecuada. Así lo reconoce el trabajador social, CarlosMolina Román, quien lleva quince años en silla de rueda debido a una condición neuromuscular. 'Yo estoy pidiendo el mismo derecho de transportación que los demás', expresó, mientras aguardabaen la parada de Sagrada Corazón.
MolinaRomán, de 46 años, ha sido víctima del sistema. Cada mañana toma el Tren Urbano y utiliza el sistema de transportación de la AMA para encontrarse con todo tipo de impedimentos en su trayecto: plataformas averiadas, aceras interrumpidas por grietas y letreros, así como choferes que le piden que espere al próximo autobús por desperfectos mecánicos. La mitad de los autobuses tienen desperfectos, salen sin piezas o con rampas dañadas, aseguró De Jesús, quien acostumbra conversar con los pasajeros.
Aún con todo el reto que representa, Molina Román no se queda de brazos cruzados, es activista y voluntario en consejos estatales e institutos en apoyo a personas con discapacidad. 'Mucha gente quiere que las personas con diversidad funcional nos quedemos en la casa', reacciona, 'yo decidí que no me voy a quedar encerrado en mi casa... Obviamente, me expongo, y me expongo a mucho, pero yo creo que si no pido el espacio que me corresponde en la comunidad, nadie me lo va a dar. Tengo que ir a tomarlo', prosiguió.
El hombre lleva dos años tratando de apelar un supuesto abuso, cuando permaneció más de treinta minutos bajo una lluvia torrencial, dado a que la plataforma se averiócuando iba a la mitad de elevación. Tras activar la plataforma, alega que lo dejaron empapado en la parada para esperar el próximo autobús durante otros 45 minutos. Entonces llegaría 'en condiciones deplorables'hasta la estación de la UPRy de ahí hasta la estación de Centro Médico, que ubica cerca de su hogar.
En junio de 2013, ocurrió otro incidente en el cual se negó a abandonar una plataforma que no funcionó. Permaneció allí como un acto silente de protesta e indignación, incluso después de que el chofer le indicara que debía retirarse y esperar al próximo autobús. Su acto de rebeldía tenía explicación. 'Tengo el mismo derecho a viajar que las demás personas que estaban en el autobús', declaró.
Figueroa indicó que ese tipo de situaciones no deberían ocurrir puesto queuna de las cosas que tienen que revisar los choferes es que la rampa esté en funcionamiento. Sin embargo, al ser un elemento mecánico,'podría dañarse en cualquier momento', en cuyo caso el autobús tendría que seguir su camino y se llama a otro autobús para que pase cuanto antes a recoger a la persona.
La AMA tiene también el servicio de Llame y Viaje, pero las alegaciones apuntan a que este sistema es igualmente incompetente. 'Lo dejé de utilizar cuando me cansé de que me dejaran a pie o llegarán a buscarme tarde después de esperar horas por el servicio', contó Molina. La premisa bajo la cual opera este servicio, es de entrada desigual: los usuarios deben llamar 15 días antes, sin contar con las impertinencias del clima, ni tener la posibilidad de resolver situaciones de imprevisto. Figueroa enfatizó que este servicio no se verá interrumpido por la reestructuración.
De las monitorias que la OPPIha realizado a la AMA,constan varias deficiencias que pudieran afectar el servicio de transportación para las personas con impedimentos: rampas dañadas, que carecen de limpieza;guaguas con los cinturones cortados, con nudos y sucios; se encontró el área designada para estas personas, sucia y con cucarachas; así como los timbres audibles y visibles dañados. Además, muchos de los conductores confrontaron problemas en manejar la rampa, y algunos no supieron dar un trato correcto a esta población.
De las querellas presentadas ante la OPPI, hay 40 por violación de derechos y por problemas de transportación en cuanto a los servicios de AMA, Metrobus y Llame y Viaje. Se informó que el número es bajo dado a que la AMA tiene su propia división de servicio al ciudadano. Pese a la petición de este diario, la cantidad de querellas de personas con impedimentos en la AMA no fue divulgada. En total, la OPPItiene 1,581 querellas tanto del sector público como comercial.
Para Molina, la solución a la igualdad de acceso no está en los tribunales, ni en más leyes; está seguro que lo necesario es crear conciencia de los derechos de esta población, pues 'la peor barrera que tenemos es indiscutiblemente la actitud', puntualizó.
*Historia originalmente publicada a las 7:07 a.m.