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Acuerdos viabilizan protección del Bosque Urbano Los Filtros

Guaynabo - Con la firma de dos acuerdos, la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA), el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) y el Comite Cívico Los Filtros, viabilizaron la protección del nuevo Bosque Urbano Los Filtros, al tiempo que se presentó el Plan de Reforestación de las Cuencas Hidrográficas de Puerto Rico durante la conmemoración del Día del Planeta.

El acuerdo—suscrito por la secretaria del DRNA, Carmen R. Guerrero Pérez; el presidente ejecutivo de la AAA, Alberto M. Lázaro Castro; y el líder comunitario Jorge Oyola Torres—permite la protección de 6.10 cuerdas de terreno de bosque secundario y múltiples especies en plena zona metropolitana.

'Para la comunidad este acuerdo significa tanto. Hay muchos recuerdos e historias de lo que era este bosque, lo que nos contaban nuestros padres. Nosotros teníamos ese sueño y la obligación de salvar y proteger este pulmón. Vamos a ser hermanos de la naturaleza con actividades que eduquen a los niños y jóvenes de la comunidad para que se apoderen de él y lo cuiden en el futuro. Queremos también que otras comunidades se involucren en la conservación de bosques para las próximas generaciones', declaró Oyola.

Guerrero Pérez explicó que el DRNA recibe de la AAA los terrenos mediante acuerdo de usufructo y, a su vez, entabla un acuerdo de comanejo con el Comité Cívico Los Filtros.

El Bosque Urbano Los Filtros sitúa en las inmediaciones de la Planta Los Filtros de la AAA en el barrio Los Frailes, en Guaynabo. El lugar antes fungió como uno de cinco centros mundiales de investigación de magnetismo a nivel mundial a cargo del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés), cuyas estructuras todavía permanecen en el sitio.

La nueva área protegida ubica a tres kilómetros del Bosque Urbano de San Patricio y el Parque Julio Enrique Monagas, y a cinco del Corredor Ecológico de San Juan; todos sitúan en las cuencas de los ríos Guaynabo, Bayamón y Piedras, y conforman una especie de circuito de bosques urbanos.

'Desde el punto de vista de manejo del paisaje, la cuenca forma una unidad y todas las acciones deben dedicarse a conservación para mantener la integridad del valor estético, la protección del recurso agua y como hábitat de vida silvestre', sostuvo la Secretaria del DRNA.

Los biólogos del DRNA concluyeron que el área a conservar cumple con las cualidades de un bosque urbano. El área se encuentra totalmente bajo cubierta forestal, con una estructura de vegetación bien definida compuesta por diversidad de especies de importancia para la vida silvestre.

Ausubo, algarrobo y molinillo son las especies de árboles más abundantes en el nuevo bosque, pero además hay péndula, roble nativo, guamá, yagrumo hembra, entre otros. La avifauna es abundante, ya que se ha observado bienteveo, el pájaro carpintero, la reina mora y la calandria. Además, es hábitat del coquí y el lagartijo común, la salamanquita y la reinita de labio blanco.

Mediante el acuerdo de comanejo, las partes se comprometen a desarrollar actividades compatibles con el propósito compartido de asegurar al máximo la protección de los recursos naturales y patrimoniales así como con el propósito educativo y de concienciación comunitaria.

(Suministrada/DRNA)

Por otra parte, la secretaria del DRNA presentó el Plan de Reforestación de las Cuencas Hidrográficas de Puerto Rico.

El nuevo plan contempla un enfoque distinto a los esfuerzos de siembra previamente efectuados porque propone reforestar donde es más necesario: en las cuencas que producen agua para los principales embalses del país, explicó Guerrero Pérez.

Dijo que el plan—que comienza a implantarse este mismo mes—conlleva que, en adelante, el DRNA efectuará mensualmente dos siembras en cada una de las siete regiones operacionales, para un total de 14. Los biólogos evaluarán el terreno aledaño a las quebradas, ríos y embalses para decidir cuántos árboles y cuáles son las especies requeridas en cada sitio.

Para este plan, se creará el Comité de Reforestación y se establecerá un protocolo para la regalía y venta de árboles en el Vivero del DRNA en Cambalache, Arecibo, y en los viveros regionales.

Se producirán informes periódicos para evaluar el programa y se establecerán datos georeferenciados de las siembras mediante sistema GPS. Se desarrollará una base de datos que sea disponible para otras agencias y la ciudadanía. Igualmente, se hará medición del proceso de los proyectos de siembra a través de monitorías periódicas.

El Plan de Reforestación de las Cuencas Hidrográficas de Puerto Rico también contará con un enfoque de integración comunitaria.

Desde la izq; Alberto Lázaro, Carmen Guerrero, Jorge Oyola, Luis Vega Ramos, y María de Lourdes Rivera. (Suministrada/DRNA)
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