En lo que va de año, al menos once ciudadanos han fallecido a manos de oficiales de la Policía de Puerto Rico, una cifra muy alarmante de acuerdo con Mari Mari Narváez, portavoz de Kilómetro Cero, ya que seis de ellos no tenían armas de fuego al momento de la intervención.

El caso más reciente se reportó en la madrugada del miércoles de Navidad en Aguadilla, donde el agente de la Policía Raymundo González Candelaria ultimó a Héctor Monroig Barreto en medio de un altercado ocurrido luego de que este último impactara el vehículo en que se encontraba el agente policíaco.

Para Narváez, la cifra de asesinatos a manos de la Policía resulta preocupante porque demuestra que existe un problema sistémico en la uniformada de obviar las políticas de uso de fuerza policíaca, que disponen que el oficial solo puede utilizar fuerza letal si es estrictamente necesario para defender su vida de un ataque inminente. Se supone que el uso de fuerza policíaca debe ser razonable, proporcional y de forma escalonada.

'La función de la Policía no es asesinarnos. En una situación tensa, la primera responsabilidad de un oficial es mitigar la tensión con técnicas y estrategias no violentas como hablarle a la persona, establecer confianza y empatía, crear distancia física, evitar posturas o lenguajes amenazantes, dar tiempo para calmarse', dijo la portavoz de Kilómetro Cero.

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Narváez agregó que es injustificable que se utilice fuerza letal si el ciudadano no está armado. Los datos recopilados por Kilómetro Cero revelan que de los once ciudadanos que murieron por uso de fuerza de la Policía este año, seis de ellos no tenían armas de fuego.

'Todos los agentes de la seguridad pública tienen que estar adiestrados para intervenir en conflictos con personas sin matarlas. Puede haber casos excepcionales en los que haya una amenaza real a la vida y un policía se vea obligado a protegerla, utilizando fuerza letal contra una persona. Sin embargo, hay que analizar los datos para identificar y denunciar un problema sistémico que persiste dentro de la Uniformada', sostuvo Narváez.

Tras el caso más reciente, Kilómetro Cero exigió que la Policía investigue toda conducta impropia de los agentes y que se presenten cargos criminales a los oficiales que abusan de la fuerza y violan las políticas constitucionales de la agencia.

'Además, a la hora de investigar, qué confianza podemos tener en una Policía que se investiga a sí mismo y en unos fiscales que rehúsan radicar cargos criminales a policías porque por lo general tienen un argumento de 'legítima defensa'. Si ese hombre que mató a Monroig Barreto anoche no hubiese sido policía: ¿se le estarían radicando cargos? ¿Qué pasará con el agente González?', cuestionó Narváez.

Personas muertas por uso de fuerza de la Policía en 2019:

Pedro J. Cruz Núñez, estudiante armado de 17 años que murió el 9 de enero de 2017 de un disparo en Gurabo en medio de una intervención por vehículo hurtado. Randy Torres López, joven de 26 años que murió el 14 de enero de 2019 en Fajardo en medio de una intervención. Hay versiones encontradas de los familiares y la Policía sobre si estaba armado o no. Carlos Javier Betancourt, joven de 21 años ultimado por el agente José Zayas Simmons el 29 de enero de 2019 en Santa Isabel mientras lo perseguía porque presumió estaba armado. No tenía arma. Anthony Maldonado Avilés, paciente de epilepsia de 36 años que fue ultimado por los agentes Jorge Lafontaine Rivera tras mostrarse agresivo armado con machete. Los hechos ocurrieron el 17 de febrero de 2019 en Jayuya tras una llamada de la madre de la víctima por un episodio de crisis emocional de su hijo producto de las convulsiones ocurrido en su residencia. Edgardo Torres Gómez, oficial de corrección de 46 años a manos del agente José López Sánchez luego de haber tenido una discusión con este de carro a carro en hechos ocurridos en Arecibo el 5 de mayo de 2019. Giovanni Rivera Reyes, paciente de esquizofrenia de 40 años ultimado por un disparo del agente Guillermo Romero el 8 de mayo de 2019 en Utuado. No estaba armado. Wesley A. Ortiz de Jesús, adolescente de 15 años que murió en medio de una intervención policíaca en el Residencial Jardines de Oriente en Humacao el 8 de mayo de 2019. Aunque estaba armado, vecinos dicen que el arma estaba en el piso al momento de su muerte. La policía confirmó que los tiros fueron en la espalda. Moises Class Rivera, joven de 21 años que murió en Vega Baja el 3 de julio de 2019 en medio de un asalto a una panadería a manos del agente José A. Santiago. Francisco Manuel Marrero Noa, camionero de 35 años que murió el 17 de septiembre de 2019 en circunstancias aún no esclarecidas por multiplicidad de versiones. Al momento, se sabe que el hombre no estaba armado. Jesús Manuel Ortiz Romero, hombre de 30 años que fallece el 29 de noviembre de 2019 en Cataño en medio de una persecución en auto luego de violar leyes de tránsito. Se encontraba acompañado y estos dispararon a los agentes de tránsito. Héctor Monroig Barreto, hombre de 41 años que falleció el 25 de diciembre de 2019 tras impactar el vehículo que iba conduciendo el agente Raymundo González Candelaria. Luego del impacto, se alega que Monroig abandonó su vehículo y procedió a golpear al agente con un objeto contundente, que le ocasionó hematomas en el brazo izquierdo. Según el informe preliminar de la Policía, González le dio el alto y Héctor hizo caso omiso. En respuesta a la agresión, el agente González disparó 3 veces con su arma de reglamento, matándolo.