De Naguabo a un título en Fenway: 'Es algo que no se puede explicar'
Víctor Rodríguez se lo sospechó desde un principio. Justo despues de la primera serie de temporada regular ante los Yanquis de Nueva York fue que el coach asistente de bateo de los campeones Medias Rojas de Boston se dio cuenta de que estaba hecho su equipo.
'Empezando la temporada, empezando la temporada fue… Cuando yo vi que esta gente le limpió la serie a los Yanquis en la primera semana de juego, yo me dije a mí mismo: ‘Hum, esta gente viene en serio. Esta gente puede llegar lejos'. Y mira. Muchos nos descartaron cuando las cosas no iban bien, pero mira ahora', expresó Rodríguez, natural del Barrio Maizales de Naguabo y quien anoche ganó un anillo de Serie Mundial como coach asistente de bateo de los Medias Rojas.
Es la tercera sortija de campeonato que Rodríguez gana con Boston. Anteriormente, había participado como coordinador de bateo, pero en esta ocasión ha estado más cerca que nunca de la acción. Para colmo, con casi 20 años trabajando en las ligas menores de la organización, ver cada turno de estos muchachos era como ver a un hijo bateando. Plasmar en letras el júbilo que emanaba Rodríguez por el auricular del teléfono es más imposible que ponchar a ‘Big Papi'.
'Imagínate, esto es algo que no se puede explicar', dijo Rodríguez.
'Es una satisfacción aún más grande esta vez, porque las otras dos sortijas las gané viendo el equipo jugar de afuera. Al ganarlo estando en el terreno, ayudando físicamente, pues uno lo ve todo, uno se lo vive, uno lo siente, me entiendes? Y más con estos muchachos! Es que uno los ve desde que empiezan… esto es como ganar con el hijo de uno', manifestó.
Rodríguez mencionó 'los Jacoby (Ellisbury), los (Will) Middlebrooks' y, claro está, 'los (Dustin) Pedroia'.
'Muchacho, ese Pedroia….ese Pedroia yo lo vi crecer como pelotero, lo tuve en Ligas Menores. Yo estoy muy orgulloso de ese muchacho. Ese se vive el béisbol y se tira al terreno a hacer lo que sea. Mide 5'9' y se cree que mide siete pies. Juega como si tuviera siete pies, así mismito juega. Es que el hambre de estos muchachos era inmensa. Si tú comparas este equipo en el papel con otros, puede que parezcamos inferiores, pero en el terreno es que se ganan los campeonatos', puntualizó.
'Eso también hace que la satisfacción sea mayor. Cuando uno no es el favorito, pues lo único que uno quiere salir a hacer es jugar pelota a ver qué pasa. Esa era la actitud siempre de este equipo, todas las noches, todos los juegos', manifestó.
Rodríguez aludió también a lo sucedido con el bombazo en el Maratón de Boston a principios de año como otro aliciente inspirador. Dijo que los jugadores se identificaron con la comunidad y los afectados de inmediato, que 'eso hizo la ciudad y al equipo más fuerte de carácter, como le pasó a los Yanquis en el 2001. Es que cualquiera de nosotros pudo haber estado allí'.
Con inspiración por doquier, lo cierto es que Boston demostró su fortaleza intestinal en el diamante. Y para Rodríguez, a quien muchos ya mencionan como uno de los mejores instructores de bateo en Las Mayores tras apenas un año en el puesto.
'Bueno, en sí uno no busca esos títulos. Uno trabaja y el trabajo de uno es lo que dice cómo es la cosa. Yo siempre me he concentrado en controlar lo que puedo hacer. En poner ‘ready' al pelotero, a ese nivel que debe estar para situaciones en escenarios como éste y cualquier otro tipo de escenarios', dijo. 'Uno se concentra, lo demás llega por el trabajo. Ese es el resumé de uno'.pulsando aquí.
Para conocer más del 'coach' Rodríguez y el trabajo que hacía en Boston antes de comenzar este año en el terreno, vea un reportaje del blogGreatest21 Days,