El Ministerio de Salud de Japón aconsejó este lunes a los habitantes de las poblaciones cercanas a la planta nuclear de Fukushima que no beban agua del grifo, luego de que se encontrasen niveles muy elevados de yodo en una de las muestras analizadas.

El portavoz de esa cartera, Takayuki Matsuda, confirmó que la cantidad de yodo hallada en en el agua era tres veces mayores que la considerada normal, publica BBC Mundo.

Aunque el gobierno pidió a la población que se abstuviera de beber el líquido, descartó que su consumo supusiera un riesgo inmediato para la salud.

Las autoridades prohibieron, además, la venta de leche y espinacas sin procesar de poblaciones cercanas a las instalaciones de la central nuclear situada a 240 kilómetros al norte de Tokio y que resultó averiada durante el terremoto y posterior tsunami, hace diez días.