Cruz Roja alarmada con enfrentamientos en Costa de Marfil
Cruz Roja Internacional informó hoy que al menos 800 personas murieron el pasado 29 de marzo en Costa de Marfil sólo en la ciudad de Duekué. Soldados de la ONU y militares franceses se despliegan en Abiyán para frenar la violencia mientras que Laurent Gbagbo, acorralado, sigue aferrado al poder.
'Al menos 800 personas' murieron el pasado 29 de marzo en una misma ciudad, en Duekué, situada al oeste de Costa de Marfil, según ha denunciado el Comité Internacional de la Cruz Roja.
Según el organismo, citando informaciones recogidas en la zona, informa de que las muertes se produjeron como consecuencia de ataques violentos entre comunidades. 'No hay duda que en esa ciudad ha pasado algo de una gran amplitud de la que aún estamos recogiendo información', aseguró la organización, que también afirma que varios de sus delegados 'han visto un gran número de cuerpos'.
'Este acontecimiento es particularmente grave por su envergadura y brutalidad', dijo el jefe de la delegación de la Cruz Roja en el país en un comunicado.
Las fuerzas del presidente electo de Costa de Marfil, Alassane Ouattara, atacaron ayer la residencia del anterior mandatario del país, Laurent Gbagbo, en Abiyán y cerraron las fronteras del país. En los disturbios que se experimentan en el país africano falleció una trabajadora sueca de Naciones Unidas por una bala perdida y 500 residentes extranjeros se refugiaron en una base militar francesa.
Los combates continúan en Abiyán, la principal ciudad de Costa de Marfil, donde las fuerzas del presidente electo, Alassane Ouattara, estrechan el cerco en torno a Laurent Gbagbo, el anterior mandatario que se niega a reconocer su derrota en los comicios del pasado noviembre.
Una empleada sueca de Naciones Unidas falleció al recibir una bala perdida en uno de los disturbios que se extienden por la ciudad y unos 500 residentes extranjeros (150 de ellos, franceses) se han refugiado en una base militar de Francia en la ciudad, según informa el diario español El País.
En una demostración de fuerza, el presidente electo decretó anoche un toque de queda -hasta ayer era Gbagbo quien los emitía- y anunció el cierre de las fronteras.
Los cascos azules de Naciones Unidas han tomado el aeropuerto internacional de Abiyán mientras la comunidad internacional ha reiterado a Gbagbo la exigencia de que abandone el poder.
El Alto Comisariado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos ha alertado de graves violaciones de los derechos humanos por parte de ambos bandos desde que se inició el conflicto.