Ejecutan a Troy Davis
Troy Davis fue ejecutado el miércoles a las 11:08 p.m. después de que la Corte Suprema de Estados Unidos rechazara el pedido de clemencia de sus abogados y del mundo.
Davis mantuvo su inocencia hasta el final y pidió a familiares y amigos que siguieran la lucha y las indagaciones para que lleguen al verdad en este caso.
La ejecución mediante inyección letal comezó a las 10:53 p.m. y Davis fue declarado muerto a las 11:08 p.m.
Las últimas palabras del prisionero, según declararon periodistas testigos a través de CNN, fueron primero para los familiares de Mark MacPhail, el guardia asesinado, a quienes reiteró que el día del siniestro no tenía pistola y que no lo mató, y luego para los oficiales penales que le quitarían la vida, a quienes dijo: 'Que Dios tenga piedad de sus almas. Que Dios bendiga sus almas'.
No tomó su cena previo a la ejecución.
Multitudes hicieron guardia durante la tarde en apoyo a Davis y en contra de su ejecución frente a la prisión de Jackson en Georgia, primero en reclamo de la clemencia, y, luego de la decisión, en espera por el letal desenlace.
Los abogados de Davis, condenado a muerte por el asesinato de un policía en 1989, habían pedido a la Corte Suprema de EE.UU. que suspendiese su ejecución mediante inyección letal.
Más temprano, el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, había dicho que el presidente de EE.UU., Barack Obama, no intervendría en el caso, pese a que había recibido solicitudes al respecto por las dudas que existen sobre la culpabilidad de Davis.
'No es apropiado para un presidente de Estados Unidos intervenir en casos específicos como este', sostuvo Carney en un comunicado.
El portavoz recordó que, durante su época como senador, Obama 'trabajó para asegurar la exactitud y la equidad en el sistema de justicia criminal, especialmente en los casos de la pena capital'.
El caso de Davis, de 42 años y presentado por su defensa como el prototipo del negro condenado injustamente por la muerte de un blanco, ha reabierto el debate en torno a la pena de muerte en EE.UU. y cientos de personas se han congregado a las afueras de la cárcel de Jackson (Georgia) para pedir clemencia.
Por la conmutación de la máxima pena contra Davis han rogado desde el Papa Benedicto XVI hasta el expresidente estadounidense Jimmy Carter, así como un millón de personas en todo el mundo en una campaña de firmas.
Davis fue condenado a muerte en 1991 por el asesinato en 1989 de MacPhail, agente de policía de la localidad de Savannah.
Siete de los nueve testigos que declararon en su contra en el juicio posteriormente se retractaron, según su defensa.
Sin embargo, los fiscales se apoyan en un informe de balística que sostiene que había similitudes suficientes entre los casquillos de bala encontrados en el sitio del homicidio y los hallados en el lugar de otro tiroteo ocurrido más temprano como para demostrar que podrían haber provenido de la misma pistola.
Según la fiscalía, Davis primero hizo disparos durante una fiesta en torno a una piscina en el barrio Cloverdale de Savannah e hirió a un hombre en la cara, y luego disparó y mató a MacPhail.